Todo lo que quiere saber sobre la enfermedad de Parkinson

¿Qué es la enfermedad de Parkinson?

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico progresivo. Los primeros síntomas son problemas de movimiento.

Los movimientos suaves y coordinados de los músculos corporales son posibles gracias a la dopamina, una sustancia del cerebro. La dopamina se produce en una parte del cerebro llamada "sustancia negra".

En el Parkinson, las células de la sustancia negra empiezan a morir. Cuando esto ocurre, se reducen los niveles de dopamina. Cuando han descendido entre un 60 y un 80 por ciento, empiezan a aparecer los síntomas del Parkinson.

Síntomas de la enfermedad de Parkinson

Algunos de los primeros síntomas del Parkinson pueden comenzar varios años antes de que se desarrollen los problemas motores. Estos primeros signos incluyen:

  • disminución de la capacidad olfativa (anosmia)
  • estreñimiento
  • letra pequeña y apretada
  • cambios en la voz
  • postura encorvada

Los cuatro principales problemas motores que se observan son:

  • temblor (sacudidas que se producen en reposo)
  • movimientos lentos
  • rigidez de brazos, piernas y tronco
  • problemas de equilibrio y tendencia a caerse

Los síntomas secundarios incluyen:

  • expresión facial inexpresiva
  • tendencia a quedarse atascado al caminar
  • habla apagada y de bajo volumen
  • disminución del parpadeo y la deglución
  • tendencia a caerse hacia atrás
  • menor balanceo de los brazos al caminar
  • Marcha parkinsoniana, que es la tendencia a dar pasos arrastrando los pies al caminar.

Otros síntomas asociados pueden ser:

  • escamas blancas o amarillas en las partes grasas de la piel, lo que se conoce como dermatitis seborreica
  • mayor riesgo de melanoma, un tipo grave de cáncer de piel
  • alteraciones del sueño, como sueños vívidos, hablar y moverse durante el sueño
  • depresión
  • ansiedad
  • alucinaciones
  • psicosis
  • problemas de atención y memoria
  • dificultad con las relaciones visuales-espaciales

Los primeros signos de la enfermedad de Parkinson pueden pasar desapercibidos. Su cuerpo puede intentar alertarle del trastorno del movimiento muchos años antes de que comiencen las dificultades de movimiento con estos signos de advertencia.

Causas de la enfermedad de Parkinson

Se desconoce la causa exacta del Parkinson. Puede tener componentes tanto genéticos como ambientales. Algunos científicos creen que los virus también pueden desencadenar el Parkinson.

Los niveles bajos de dopamina y norepinefrina, una sustancia que regula la dopamina, se han relacionado con el Parkinson.

También se han encontrado proteínas anormales llamadas cuerpos de Lewy en los cerebros de las personas con Parkinson. Los científicos desconocen qué papel desempeñan los cuerpos de Lewy, si es que desempeñan alguno, en el desarrollo del Parkinson.

Aunque no existe una causa conocida, la investigación ha identificado grupos de personas que tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad, entre los que se incluyen:

  • Sexo. Los hombres tienen una probabilidad y media mayor de desarrollar Parkinson que las mujeres.
  • Race. Según las investigaciones, hay una mayor prevalencia de Parkinson en las personas de raza blanca en comparación con las de raza negra o asiática. La ubicación geográfica puede ser una de las razones de este mayor riesgo.
  • Edad. El Parkinson suele aparecer entre los 50 y los 60 años. Sólo aparece antes de los 40 años en aproximadamente el cuatro por ciento de los casos.
  • Antecedentes familiares. Las personas que tienen familiares cercanos con la enfermedad de Parkinson tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson.
  • Toxinas. La exposición a determinadas toxinas puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson.
  • Traumatismo craneal. Las personas que sufren traumatismos craneoencefálicos pueden ser más propensas a desarrollar la enfermedad de Parkinson.

Cada año, los investigadores intentan comprender por qué las personas desarrollan Parkinson. Obtenga más información sobre lo que se ha descubierto y lo que se sabe sobre los factores de riesgo del Parkinson.

Tratamientos para la enfermedad de Parkinson

El tratamiento del Parkinson se basa en una combinación de:

  • cambios en el estilo de vida
  • medicamentos
  • terapias

El descanso adecuado, el ejercicio y una dieta equilibrada son importantes. La logopedia, la terapia ocupacional y la fisioterapia también pueden ayudar a mejorar la comunicación y el autocuidado.

En casi todos los casos, se requerirá medicación para ayudar a controlar los diversos síntomas físicos y mentales asociados a la enfermedad.

Fármacos y medicación utilizados para tratar la enfermedad

de Parkinson

Para tratar el Parkinson pueden utilizarse distintos fármacos.

Levodopa

La levodopa es el tratamiento más común para el Parkinson. Ayuda a reponer la dopamina.

Alrededor del 75% de los casos responden a la levodopa, pero no todos los síntomas mejoran. La levodopa suele administrarse con carbidopa.

La carbidopa retrasa la descomposición de la levodopa, lo que a su vez aumenta su disponibilidad en la barrera hematoencefálica.

Agonistas dop

aminérgicos

Los agonistas dopaminérgicos pueden imitar la acción de la dopamina en el cerebro. Son menos eficaces que la levodopa, pero pueden ser útiles como medicamentos puente cuando la levodopa es menos eficaz.

Los fármacos de esta clase incluyen la bromocriptina, el pramipexol y el ropinirol.

Anticolinérgicos

Los anticolinérgicos se utilizan para bloquear el sistema nervioso parasimpático. Pueden ayudar con la rigidez.

La benztropina (Cogentin) y el trihexifenidilo son anticolinérgicos utilizados para tratar el Parkinson.

Amantadina (Symmetrel)

La amantadina (Symmetrel) puede utilizarse junto con la carbidopa-levodopa. Es un fármaco bloqueador del glutamato (NMDA). Ofrece un alivio a corto plazo de los movimientos involuntarios (discinesia) que pueden ser un efecto secundario de la levodopa.

Inhibidores de

la COMT

Los inhibidores de la catecol O-metiltransferasa (COMT) prolongan el efecto de la levodopa. La entacapona (Comtan) y la tolcapona (Tasmar) son ejemplos de inhibidores de la COMT.

La tolcapona puede causar daños hepáticos. Suele reservarse para personas que no responden a otras terapias.

La ectacapona no causa daños hepáticos.

Stalevo es un medicamento que combina ectacapona y carbidopa-levodopa en un solo comprimido.

Inhibidores de la MA

O-B

Los inhibidores de la MAO-B inhiben la enzima monoaminooxidasa B. Esta enzima descompone la dopamina en el cerebro. La selegilina (Eldepryl) y la rasagilina (Azilect) son ejemplos de inhibidores de la MAO-B.

Hable con su médico antes de tomar cualquier otro medicamento con inhibidores de la MAO-B. Pueden interactuar con muchos medicamentos, incluyendo:

  • antidepresivos
  • ciprofloxacino
  • hierba de San Juan
  • algunos narcóticos

Con el tiempo, la eficacia de los medicamentos contra el Parkinson puede disminuir. En las fases avanzadas del Parkinson, los efectos secundarios de algunos medicamentos pueden superar a sus beneficios. Sin embargo, aún pueden proporcionar un control adecuado de los síntomas.

Cirugía de Parkinson

Las intervenciones quirúrgicas se reservan para las personas que no responden a la medicación, la terapia y los cambios en el estilo de vida.

Para tratar el Parkinson se utilizan dos tipos principales de cirugía:

Estimulación

cerebral profunda

Durante la estimulación cerebral profunda (ECP), los cirujanos implantan electrodos en partes específicas del cerebro. Un generador conectado a los electrodos envía impulsos para ayudar a reducir los síntomas.

Terapia

administrada por bomba

En enero de 2015, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó una terapia administrada por bomba llamada Duopa.

La bomba suministra una combinación de levodopa y carbidopa. Para utilizar la bomba, su médico tendrá que realizar un procedimiento quirúrgico para colocar la bomba cerca del intestino delgado.

Diagnóstico de la enfermedad de Parkinson

No existe una prueba específica para diagnosticar el Parkinson. El diagnóstico se realiza basándose en los antecedentes médicos, un examen físico y neurológico, así como una revisión de los signos y síntomas.

Pueden realizarse pruebas de imagen, como un TAC o una RMN, para descartar otras afecciones. También puede utilizarse un escáner del transportador de dopamina (DAT). Aunque estas pruebas no confirman el Parkinson, pueden ayudar a descartar otras afecciones y apoyar el diagnóstico del médico.

Estadios de la enfermedad de Parkinson

El Parkinson es una enfermedad progresiva, lo que significa que los síntomas de la afección suelen empeorar con el tiempo.

Muchos médicos utilizan la escala de Hoehn y Yahr para clasificar sus estadios. Esta escala divide los síntomas en cinco estadios y ayuda a los profesionales sanitarios a conocer lo avanzados que están los signos y síntomas de la enfermedad.

Estadio 1

El Parkinson en estadio 1 es la forma más leve. De hecho, es tan leve que es posible que no experimente síntomas perceptibles. Es posible que aún no interfieran en su vida diaria ni en sus tareas.

Si tiene síntomas, pueden estar aislados en un lado del cuerpo.

Etapa 2

La progresión de la etapa 1 a la etapa 2 puede llevar meses o incluso años. La experiencia de cada persona será diferente.

En esta fase moderada, puede experimentar síntomas como:

  • rigidez muscular
  • temblores
  • cambios en la expresión facial
  • temblores

La rigidez muscular puede complicar las tareas cotidianas, prolongando el tiempo que tardas en realizarlas. Sin embargo, en esta fase, es poco probable que experimentes problemas de equilibrio.

Los síntomas pueden aparecer en ambos lados del cuerpo. Los cambios en la postura, la marcha y las expresiones faciales pueden ser más perceptibles.

Etapa 3

En esta etapa intermedia, los síntomas alcanzan un punto de inflexión. Aunque es poco probable que experimente nuevos síntomas, pueden ser más notables. También pueden interferir en todas sus tareas cotidianas.

Los movimientos son notablemente más lentos, lo que ralentiza las actividades. Los problemas de equilibrio son también más importantes, por lo que las caídas son más frecuentes. Pero las personas con Parkinson en estadio 3 suelen poder mantener su independencia y completar sus actividades sin mucha ayuda.

Etapa 4

La progresión de la etapa 3 a la etapa 4 conlleva cambios significativos. En este punto, experimentará grandes dificultades para mantenerse de pie sin un andador o dispositivo de ayuda.

Las reacciones y los movimientos musculares también se ralentizan considerablemente. Vivir solo puede ser inseguro, posiblemente peligroso.

Estadio 5

En este estadio, el más avanzado, los síntomas graves hacen necesaria la asistencia permanente. Será difícil mantenerse en pie, si no imposible. Es probable que se necesite una silla de ruedas.

Además, en esta fase, las personas con Parkinson pueden experimentar confusión, delirios y alucinaciones. Estas complicaciones de la enfermedad pueden comenzar en las fases avanzadas.

Demencia de Parkinson

La demencia de Parkinson es una complicación de la enfermedad de Parkinson. Provoca dificultades de razonamiento, pensamiento y resolución de problemas. Es bastante común: entre el 50 y el 80 por ciento de las personas con Parkinson experimentarán algún grado de demencia.

Los síntomas de la demencia de la enfermedad de Parkinson incluyen:

  • depresión
  • trastornos del sueño
  • delirios
  • confusión
  • alucinaciones
  • cambios de humor
  • dificultad para hablar
  • cambios en el apetito
  • cambios en el nivel de energía

La enfermedad de Parkinson destruye las células receptoras de sustancias químicas del cerebro. Con el tiempo, esto puede provocar cambios drásticos, síntomas y complicaciones.

Ciertas personas son más propensas a desarrollar demencia por enfermedad de Parkinson. Los factores de riesgo de esta enfermedad son:

  • Sexo. Los hombres son más propensos a desarrollarla.
  • Edad. El riesgo aumenta con la edad.
  • Deterioro cognitivo existente. Si tenía problemas de memoria y estado de ánimo antes del diagnóstico de Parkinson, su riesgo de demencia puede ser mayor.
  • Síntomas graves de Parkinson. Puede tener más riesgo de padecer demencia de la enfermedad de Parkinson si presenta alteraciones motoras graves, como rigidez muscular y dificultad para caminar.

En la actualidad, no existe tratamiento para la demencia de la enfermedad de Parkinson. En su lugar, el médico se centrará en tratar otros síntomas.

A veces, los medicamentos utilizados para otros tipos de demencia pueden ser útiles. Obtenga más información sobre los signos y síntomas de este tipo de demencia y cómo puede diagnosticarse.

Este es el sistema de estadiaje de la enfermedad de Parkinson más común, pero a veces se utilizan sistemas de estadiaje alternativos para la enfermedad de Parkinson.

Herencia

del Parkinson

Los investigadores creen que tanto los genes como el entorno pueden influir en la aparición del Parkinson. Sin embargo, se desconoce en qué medida influyen. La mayoría de los casos se dan en personas sin antecedentes familiares aparentes de la enfermedad.

Los casos hereditarios de Parkinson son raros. Es infrecuente que los padres transmitan el Parkinson a un hijo.

Según los Institutos Nacionales de la Salud, sólo el 15 por ciento de las personas con Parkinson tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Vea qué otros factores genéticos pueden influir en su riesgo de desarrollar Parkinson.

¿Hay cura para el Parkinson?

Actualmente no existe cura para el Parkinson, una enfermedad que es crónica y empeora con el tiempo. Cada año se registran más de 50.000 nuevos casos en Estados Unidos. Pero puede haber incluso más, ya que el Parkinson suele diagnosticarse erróneamente.

Se ha informado de que las complicaciones del Parkinson fueron la decimocuarta causa principal de muerte en Estados Unidos en 2016.

Pronóstico

del Parkinson

Las complicaciones del Parkinson pueden reducir en gran medida la calidad de vida y el pronóstico. Por ejemplo, las personas con Parkinson pueden sufrir caídas peligrosas, así como coágulos sanguíneos en los pulmones y las piernas. Estas complicaciones pueden ser mortales.

Un tratamiento adecuado mejora el pronóstico y aumenta la esperanza de vida.

Puede que no sea posible ralentizar la progresión del Parkinson, pero se puede trabajar para superar los obstáculos y las complicaciones para tener una mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible.

Esperanza de

vida con Parkinson

La enfermedad de Parkinson no es mortal. Sin embargo, las complicaciones relacionadas con el Parkinson pueden acortar la esperanza de vida de las personas diagnosticadas con la enfermedad.

Padecer Parkinson aumenta el riesgo de sufrir complicaciones potencialmente mortales, como experimentar:

  • caídas
  • coágulos sanguíneos
  • infecciones pulmonares
  • obstrucciones pulmonares

Estas complicaciones pueden causar graves problemas de salud. Incluso pueden ser mortales.

No está claro cuánto reduce el Parkinson la esperanza de vida de una persona. Un estudio analizó las tasas de supervivencia a 6 años de casi 140.000 personas a las que se les había diagnosticado Parkinson. En ese lapso de 6 años, el 64 por ciento de las personas con Parkinson murieron.

Lo que es más, el estudio descubrió que al 70 por ciento de las personas del estudio se les había diagnosticado demencia por la enfermedad de Parkinson durante el periodo del estudio. Aquellos que fueron diagnosticados con el trastorno de memoria tuvieron menores tasas de supervivencia.

Obtenga más información sobre los factores que influyen en la tasa de supervivencia de las personas con enfermedad de Parkinson y sobre cómo puede evitar una muerte prematura.

Ejercicios para el Parkinson

El Parkinson suele causar problemas en las actividades cotidianas. Pero unos ejercicios y estiramientos muy sencillos pueden ayudarte a moverte y caminar con más seguridad.

Para mejorar la marcha

  • Camine con cuidado.
  • No se mueva demasiado deprisa.
  • Deja que el talón toque primero el suelo.
  • Compruebe su postura y manténgase erguido. Así arrastrará menos los pies.

Para evitar caídas

  • No camine hacia atrás.
  • Trate de no cargar cosas mientras camina.
  • Procure no inclinarse ni estirarse.
  • Para darse la vuelta, gire en U. No gire sobre sus pies.
  • Elimine todo peligro de tropiezo en su casa, como alfombras sueltas.

Al vestirse

  • Tómese el tiempo necesario para arreglarse. Evite las prisas.
  • Elija ropa fácil de poner y quitar.
  • Pruebe a utilizar prendas con velcro en lugar de botones.
  • Pruebe a usar pantalones y faldas con cintura elástica. Pueden resultar más fáciles que los botones y las cremalleras.

El yoga utiliza movimientos musculares dirigidos para desarrollar los músculos, aumentar la movilidad y mejorar la flexibilidad. Las personas con Parkinson pueden notar que el yoga incluso ayuda a controlar los temblores en algunas extremidades afectadas. Pruebe estas 10 posturas de yoga para aliviar los síntomas del Parkinson.

Dieta

para el Parkinson

Para las personas diagnosticadas de Parkinson, la dieta puede desempeñar un papel importante en la vida diaria. Aunque no tratará ni evitará la progresión, una dieta sana puede tener algún impacto significativo.

El Parkinson es el resultado de la disminución de los niveles de dopamina en el cerebro. Es posible aumentar los niveles de esta hormona de forma natural con alimentos.

Asimismo, una dieta rica en nutrientes y equilibrada, centrada en nutrientes específicos, puede ayudar a reducir algunos síntomas y prevenir la progresión de la enfermedad. Entre estos alimentos se incluyen:

Antioxidantes

Los alimentos ricos en estas sustancias pueden ayudar a prevenir el estrés oxidativo y los daños cerebrales. Entre los alimentos ricos en antioxidantes se encuentran los frutos secos, las bayas y las verduras de hoja caduca.

Habas

Estas judías verdes lima contienen levodopa, el mismo ingrediente utilizado en algunos medicamentos contra el Parkinson.

Omega-3

Estas grasas saludables para el corazón y el cerebro, presentes en el salmón, las ostras, las semillas de lino y algunas legumbres, pueden ayudar a proteger el cerebro de posibles daños.

Además de comer más de estos alimentos beneficiosos, puede que desee evitar los lácteos y las grasas saturadas. Estos grupos de alimentos pueden aumentar el riesgo de padecer Parkinson o acelerar su progresión.

Lea más sobre cómo afectan estos alimentos a su cerebro y otras cosas que puede cambiar en su dieta para mejorar los síntomas del Parkinson.

Parkinson y dopamina

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo. Afecta a las neuronas productoras de dopamina (dopaminérgicas) del cerebro. La dopamina es una sustancia química cerebral y un neurotransmisor. Ayuda a enviar señales eléctricas por el cerebro y por todo el cuerpo.

La enfermedad impide que estas células produzcan dopamina y puede afectar a la capacidad del cerebro para utilizarla. Con el tiempo, las células mueren por completo. El descenso de la dopamina suele ser gradual. Por eso los síntomas progresan o empeoran lentamente.

Muchos medicamentos contra el Parkinson son dopaminérgicos. Su objetivo es aumentar el nivel de dopamina o hacerla más eficaz en el cerebro.

Parkinson vs. EM

A primera vista, la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple (EM) pueden parecer muy similares. Ambas afectan al sistema nervioso central y pueden producir muchos síntomas similares.

Entre ellas figuran:

  • temblores
  • dificultad para hablar
  • falta de equilibrio e inestabilidad
  • cambios en el movimiento y la marcha
  • debilidad muscular o pérdida de coordinación muscular

Sin embargo, ambas enfermedades son muy diferentes. Las principales diferencias son las siguientes:

Causa

La EM es un trastorno autoinmune. El Parkinson es el resultado de la disminución de los niveles de dopamina en el cerebro.

Edad

La esclerosis múltiple afecta sobre todo a personas jóvenes, con una edad media de diagnóstico entre los 20 y los 50 años. El Parkinson es más frecuente en personas mayores de 60 años.

Síntomas

Los enfermos de esclerosis múltiple experimentan dolencias como cefaleas, pérdida de audición, dolor y visión doble. El Parkinson puede acabar provocando rigidez muscular y dificultad para caminar, mala postura, pérdida de control muscular, alucinaciones y demencia.

Si presenta síntomas inusuales, es posible que su médico tenga en cuenta ambas enfermedades a la hora de establecer un diagnóstico. Las pruebas de imagen y los análisis de sangre pueden ayudar a distinguir entre ambas enfermedades.

Prevención

del Parkinson

Los médicos e investigadores no entienden qué causa el Parkinson. Tampoco están seguros de por qué progresa de forma diferente en cada persona. Por eso no está claro cómo prevenir la enfermedad.

Cada año, los investigadores estudian por qué se produce el Parkinson y qué se puede hacer para prevenirlo. Investigaciones recientes sugieren que factores relacionados con el estilo de vida -como el ejercicio físico y una dieta rica en antioxidantes- pueden tener un efecto protector.

Si tiene antecedentes familiares de Parkinson, puede plantearse la posibilidad de someterse a pruebas genéticas. Ciertos genes se han relacionado con el Parkinson. Pero es importante saber que tener estas mutaciones genéticas no significa que vaya a desarrollar definitivamente la enfermedad.

Hable con su médico sobre los riesgos y beneficios de las pruebas genéticas.

Perspectivas

Los expertos aún no saben a ciencia cierta cuál es la causa del Parkinson. Es una enfermedad que dura toda la vida y que puede controlarse con cambios en el estilo de vida y tratamientos médicos. Hable con su médico si tiene síntomas de Parkinson o si se lo han diagnosticado y busca nuevas formas de controlarlo.

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