¿Qué quiere saber sobre el asma?

Visión general

El asma es una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias de los pulmones. Dificulta la respiración y puede hacer que algunas actividades físicas sean difíciles o incluso imposibles.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 25 millones de estadounidenses tienen asma.

Es la enfermedad crónica más común entre los niños estadounidenses: 1 de cada 12 niños tiene asma.

Para entender el asma, es necesario comprender un poco lo que ocurre cuando se respira.

Normalmente, con cada respiración, el aire pasa por la nariz o la boca y baja a la garganta y a las vías respiratorias, llegando finalmente a los pulmones.

En los pulmones hay un montón de pequeños conductos de aire que ayudan a llevar el oxígeno del aire al torrente sanguíneo.

Los síntomas del asma se producen cuando el revestimiento de las vías respiratorias se hincha y los músculos que las rodean se tensan. La mucosidad llena entonces las vías respiratorias, reduciendo aún más la cantidad de aire que puede pasar.

Estas condiciones pueden provocar un "ataque" de asma, la tos y la opresión en el pecho típicas del asma.

Síntomas

El síntoma más común del asma son las sibilancias, un chillido o silbido que se produce al respirar.

Otros síntomas de asma pueden ser:

  • tos, especialmente por la noche, al reírse o al hacer ejercicio
  • opresión en el pecho
  • falta de aliento
  • dificultad para hablar
  • ansiedad o pánico
  • fatiga

El tipo de asma que tenga puede determinar los síntomas que experimente.

No todas las personas con asma experimentan estos síntomas en particular. Si crees que los síntomas que experimentas pueden ser un signo de una enfermedad como el asma, pide una cita para ver a tu médico.

El primer indicio de que tiene asma puede no ser un ataque de asma real.

Tipos

Hay muchos tipos diferentes de asma. El tipo más común es el asma bronquial, que afecta a los bronquios de los pulmones.

Otras formas de asma son el asma infantil y el asma del adulto. En el asma de adultos, los síntomas no aparecen hasta al menos los 20 años.

A continuación se describen otros tipos específicos de asma.

Asma alérgica (asma extrínseca)

Los alérgenos desencadenan este tipo común de asma. Estos pueden ser:

  • caspa de animales como perros y gatos
  • alimentos
  • moho
  • polen
  • el polvo

El asma alérgica suele ser estacional porque a menudo va de la mano de las alergias estacionales.

Asma no alérgica (asma intrínseca)

Este tipo de asma se desencadena por la presencia de sustancias irritantes en el aire no relacionadas con las alergias. Estos irritantes pueden ser:

  • madera quemada
  • humo de cigarrillo
  • aire frío
  • contaminación del aire
  • enfermedades víricas
  • ambientadores
  • productos de limpieza del hogar
  • perfumes

Asma ocupacional

El asma ocupacional es un tipo de asma inducido por factores desencadenantes en el lugar de trabajo. Entre ellos se encuentran:

  • polvo
  • tintes
  • gases y humos
  • productos químicos industriales
  • proteínas animales
  • látex de caucho

Estos irritantes pueden existir en una amplia gama de industrias, incluyendo

  • agricultura
  • textiles
  • carpintería
  • fabricación

Broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE)

La broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE) suele afectar a las personas a los pocos minutos de comenzar el ejercicio y hasta 10-15 minutos después de la actividad física.

Esta afección se conocía anteriormente como asma inducida por el ejercicio (AIE).

Hasta el 90% de las personas con asma también experimentan BIE, pero no todas las personas con BIE tienen otros tipos de asma.

Asma inducida por la aspirina

El asma inducida por la aspirina (AIA), también llamada enfermedad respiratoria exacerbada por la aspirina (AERD), suele ser grave.

Se desencadena al tomar aspirina u otro AINE (antiinflamatorio no esteroideo), como el naproxeno (Aleve) o el ibuprofeno (Advil).

Los síntomas pueden comenzar en minutos u horas. Estos pacientes también suelen tener pólipos nasales.

Alrededor del 9% de las personas con asma tienen AIA. Suele desarrollarse de forma repentina en adultos de entre 20 y 50 años.

Asma nocturna

En este tipo de asma, los síntomas empeoran por la noche.

Los desencadenantes que se cree que provocan los síntomas por la noche son, entre otros, los siguientes

  • ardor de estómago
  • caspa de mascotas
  • ácaros del polvo

El ciclo de sueño natural del cuerpo también puede desencadenar el asma nocturna.

Asma con variante de tos (CVA)

El asma variante de la tos (ACV) no presenta los síntomas clásicos del asma, como sibilancias y falta de aire. Se caracteriza por una tos seca y persistente.

Si no se trata, el AVC puede provocar brotes de asma completos que incluyan los otros síntomas más comunes.

Diagnóstico

No hay una sola prueba o examen que determine si usted o su hijo tienen asma. En su lugar, su médico utilizará una serie de criterios para determinar si los síntomas son el resultado del asma.

Lo siguiente puede ayudar a diagnosticar el asma:

  • Historial de salud. Si tiene familiares con el trastorno respiratorio, su riesgo es mayor. Alerte a su médico sobre esta conexión genética.
  • Examen físico. Su médico escuchará su respiración con un estetoscopio. También es posible que le haga una prueba cutánea para buscar signos de reacción alérgica, como urticaria o eczema. Las alergias aumentan el riesgo de padecer asma.
  • Pruebas respiratorias. Las pruebas de función pulmonar (PFT) miden el flujo de aire que entra y sale de los pulmones. En la prueba más habitual, la espirometría, se sopla en un aparato que mide la velocidad del aire.

Los médicos no suelen realizar pruebas respiratorias a niños menores de 5 años porque es difícil obtener una lectura precisa.

En cambio, pueden recetar a su hijo medicamentos para el asma y esperar a ver si los síntomas mejoran. Si lo hacen, es probable que su hijo tenga asma.

En el caso de los adultos, el médico puede recetar un broncodilatador u otro medicamento para el asma si los resultados de las pruebas indican que se trata de un asma.

Si los síntomas mejoran con el uso de este medicamento, su médico seguirá tratando su enfermedad como asma.

Clasificaciones

Para ayudar a diagnosticar y tratar el asma, el Programa Nacional de Educación y Prevención del Asma (NAEPP) clasifica la enfermedad en función de su gravedad antes del tratamiento.

Las clasificaciones del asma incluyen:

  • Intermitente. La mayoría de las personas tienen este tipo de asma, que no interfiere con las actividades diarias. Los síntomas son leves y duran menos de dos días a la semana o dos noches al mes.
  • Persistente leve. Los síntomas se producen más de dos veces por semana -pero no a diario- y hasta cuatro noches al mes.
  • Moderadamente persistente. Los síntomas se producen a diario y al menos una noche a la semana, pero no de forma nocturna. Pueden limitar algunas actividades diarias.
  • Persistencia severa. Los síntomas se presentan varias veces al día y la mayoría de las noches. Las actividades diarias están muy limitadas.

Causas

No se ha identificado una causa única para el asma. Los investigadores creen que esta afección respiratoria está causada por una serie de factores. Estos factores incluyen:

  • La genética. Si uno de tus padres o hermanos tiene asma, tienes más probabilidades de desarrollarla.
  • Antecedentes de infecciones víricas. Las personas con antecedentes de infecciones víricas graves durante la infancia (por ejemplo, VRS) pueden ser más propensas a desarrollar la enfermedad.
  • Hipótesis higiénica. Esta teoría explica que cuando los bebés no están expuestos a suficientes bacterias en sus primeros meses y años, su sistema inmunitario no se fortalece lo suficiente como para combatir el asma y otras afecciones alérgicas.

Tratamiento

Los tratamientos para el asma se dividen en tres categorías principales:

  • ejercicios respiratorios
  • tratamientos de acción rápida
  • medicamentos para el control del asma a largo plazo

Su médico le recomendará un tratamiento o una combinación de tratamientos en función de:

  • el tipo de asma que tiene
  • su edad
  • sus desencadenantes

Ejercicios de respiración

Estos ejercicios pueden ayudarle a que entre y salga más aire de sus pulmones. Con el tiempo, esto puede ayudar a aumentar la capacidad pulmonar y reducir los síntomas graves del asma.

Tu médico o un terapeuta ocupacional pueden ayudarte a aprender estos ejercicios respiratorios para el asma.

Tratamientos para el asma de alivio rápido

Estos medicamentos sólo deben utilizarse en caso de síntomas de asma o de una crisis. Proporcionan un alivio rápido para ayudarle a respirar de nuevo.

Broncodilatadores

Los broncodilatadores actúan en pocos minutos para relajar los músculos tensos que rodean las ondas de aire. Pueden tomarse en forma de inhalador (de rescate) o de nebulizador.

Tratamiento del asma en primeros auxilios

Si cree que un conocido está sufriendo un ataque de asma, dígale que se siente en posición vertical y ayúdele a utilizar su inhalador de rescate o nebulizador. De dos a seis inhalaciones de medicamento deberían ayudar a aliviar los síntomas.

Si los síntomas persisten durante más de 20 minutos, y una segunda ronda de medicamentos no ayuda, busque atención médica de emergencia.

Si necesita utilizar con frecuencia medicamentos de alivio rápido, debe consultar a su médico sobre otro tipo de medicación para el control del asma a largo plazo.

Medicamentos para el control del asma a largo plazo

Estos medicamentos, que se toman a diario, ayudan a reducir el número y la gravedad de los síntomas del asma, pero no controlan los síntomas inmediatos de un ataque.

Los medicamentos para el control del asma a largo plazo son los siguientes

  • Antiinflamatorios. Tomados con un inhalador, los corticoesteroides y otros medicamentos antiinflamatorios ayudan a reducir la hinchazón y la producción de mucosidad en las vías respiratorias, facilitando la respiración.
  • Anticolinérgicos. Ayudan a evitar que los músculos se tensen alrededor de las ondas. Suelen tomarse a diario en combinación con antiinflamatorios.
  • Broncodilatadores de acción prolongada. Sólo deben utilizarse en combinación con medicamentos antiinflamatorios para el asma.
  • Medicamentos de terapia biológica. Estos nuevos medicamentos inyectables pueden ayudar a las personas con asma grave.

Termoplastia bronquial

Este tratamiento utiliza un electrodo para calentar las ondas de aire del interior de los pulmones, lo que ayuda a reducir el tamaño del músculo y evitar que se tense.

La termoplastia bronquial está destinada a personas con asma grave. No está ampliamente disponible.

Exacerbaciones

Cuando los síntomas del asma empeoran progresivamente, se conoce como exacerbación o ataque de asma.

Cada vez es más difícil respirar porque las vías respiratorias están hinchadas y los bronquios se han estrechado.

Los síntomas de una exacerbación pueden incluir:

  • hiperventilación
  • tos
  • sibilancias
  • dificultad para respirar
  • aumento de la frecuencia cardíaca
  • agitación

Aunque una exacerbación puede terminar rápidamente sin medicación, debe ponerse en contacto con su médico porque puede poner en peligro su vida.

Cuanto más se prolongue una exacerbación, más puede afectar a su capacidad de respirar. Por eso las exacerbaciones suelen requerir una visita a urgencias.

Las exacerbaciones pueden prevenirse tomando medicamentos que ayuden a controlar los síntomas del asma.

Asma vs. EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma suelen confundirse.

Tienen síntomas similares, como sibilancias, tos y problemas para respirar. Sin embargo, ambas afecciones son muy diferentes.

La EPOC es un término general utilizado para identificar un grupo de enfermedades respiratorias progresivas que incluyen la bronquitis crónica y el enfisema.

Estas enfermedades provocan una reducción del flujo de aire debido a la inflamación de las vías respiratorias. Las afecciones pueden empeorar con el tiempo.

El asma puede aparecer a cualquier edad, aunque la mayoría de los diagnósticos se producen en la infancia. La mayoría de las personas con EPOC tienen al menos 45 años en el momento del diagnóstico.

Más del 40% de las personas con EPOC tienen también asma, y el riesgo de padecer ambas enfermedades aumenta con la edad.

No está claro qué causa el asma, aparte de la genética, pero los ataques de asma suelen ser el resultado de la exposición a factores desencadenantes, como la actividad física o los olores. Estos desencadenantes pueden empeorar los problemas respiratorios.

La causa más común de la EPOC es el tabaquismo. De hecho, el tabaquismo es responsable de hasta 9 de cada 10 muertes relacionadas con la EPOC.

El objetivo del tratamiento tanto del asma como de la EPOC es reducir los síntomas para poder mantener un estilo de vida activo.

Desencadenantes

Ciertas condiciones y ambientes también pueden desencadenar los síntomas del asma. La lista de posibles causas y desencadenantes es extensa. Los desencadenantes incluyen:

  • Enfermedad. Las enfermedades respiratorias como los virus, la neumonía y la gripe pueden desencadenar ataques de asma.
  • Ejercicio. El aumento del movimiento puede dificultar la respiración.
  • Irritantes en el aire. Las personas con asma pueden ser sensibles a los irritantes, como los vapores químicos, los olores fuertes y el humo.
  • Alérgenos. La caspa de los animales, los ácaros del polvo y el polen son sólo algunos ejemplos de alérgenos que pueden desencadenar síntomas.
  • Condiciones meteorológicas extremas. Condiciones como la humedad muy alta o las bajas temperaturas pueden desencadenar el asma.
  • Emociones. Los gritos, las risas y el llanto pueden desencadenar un ataque.

Prevención

Dado que los investigadores aún no han identificado la causa exacta del asma, es difícil saber cómo prevenir esta enfermedad inflamatoria.

Sin embargo, se conoce más información sobre la prevención de las crisis de asma. Estas estrategias incluyen:

  • Evitar los desencadenantes. Evitar las sustancias químicas, los olores o los productos que hayan causado problemas respiratorios en el pasado.
  • Reducir la exposición a los alérgenos. Si has identificado los alérgenos, como el polvo o el moho, que desencadenan un ataque de asma, evítalos lo mejor que puedas.
  • Ponerse vacunas contra la alergia. La inmunoterapia con alérgenos es un tipo de tratamiento que puede ayudar a modificar su sistema inmunitario. Con inyecciones rutinarias, su cuerpo puede volverse menos sensible a los desencadenantes que encuentre.
  • Tomar medicación preventiva. Su médico puede prescribirle una medicación para que la tome a diario. Esta medicación puede utilizarse además de la que usted utiliza en caso de emergencia.

Su médico puede ayudarle a establecer un plan de acción contra el asma para que sepa qué tratamientos debe utilizar y cuándo.

Gestión

Además de utilizar los medicamentos de mantenimiento, puede tomar medidas cada día para ayudar a estar más sano y reducir el riesgo de ataques de asma. Entre ellas se encuentran:

  • Llevar una dieta más saludable. Llevar una dieta sana y equilibrada puede ayudar a mejorar su salud en general.
  • Mantener un peso saludable. El asma tiende a ser peor en personas con sobrepeso y obesidad. Perder peso es saludable para el corazón, las articulaciones y los pulmones.
  • Dejar de fumar. Los irritantes, como el humo del tabaco, pueden desencadenar el asma y aumentar el riesgo de EPOC.
  • Hacer ejercicio con regularidad. La actividad puede desencadenar un ataque de asma, pero el ejercicio regular puede ayudar a reducir el riesgo de problemas respiratorios.
  • Controlar el estrés. El estrés puede ser un desencadenante de los síntomas del asma. El estrés también puede dificultar la detención de un ataque de asma.

Los alimentos ricos en nutrientes son vitales para ayudar a reducir los síntomas, pero las alergias alimentarias pueden desencadenar los síntomas del asma.

Cuándo acudir al médico

Por el momento, no hay cura para el asma. Sin embargo, hay muchos tratamientos eficaces que pueden disminuir los síntomas del asma. Los cambios en el estilo de vida y los medicamentos también pueden ayudar a mejorar su calidad de vida.

Si no le han diagnosticado asma, pero experimenta síntomas como sibilancias, tos o dificultad para respirar, debe comunicárselo a su médico. Puede ponerse en contacto con un médico de su zona utilizando la herramienta Healthline FindCare.

Una vez que le hayan diagnosticado asma, debe acudir al médico al menos una vez al año o con más frecuencia si los síntomas persisten después de utilizar los tratamientos.

Llame a su médico inmediatamente si:

  • se siente débil
  • no puede realizar las actividades cotidianas
  • tiene sibilancias o tos que no desaparece

Es importante que se informe sobre su enfermedad y sus síntomas. Cuanto más sepa, más proactivo podrá ser para mejorar su función pulmonar y cómo se siente.

Hable con su médico sobre:

  • su tipo de asma
  • qué desencadena sus síntomas
  • qué tratamientos diarios son los mejores para usted
  • su plan de tratamiento para un ataque de asma

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