Todo lo que quiere saber sobre una hernia

¿Qué es una hernia?

Una hernia se produce cuando un órgano empuja a través de una abertura en el músculo o tejido que lo mantiene en su sitio. Por ejemplo, los intestinos pueden atravesar una zona debilitada de la pared abdominal.

Muchas hernias se producen en el abdomen, entre el pecho y las caderas, pero también pueden aparecer en la parte superior del muslo y en la zona de la ingle.

La mayoría de las hernias no suponen una amenaza inmediata para la vida, pero no desaparecen por sí solas. A veces pueden requerir una intervención quirúrgica para evitar complicaciones peligrosas.

Tipos de hernia

Existen varios tipos de hernias. A continuación, exploraremos algunas de las más comunes.

Hernia inguinal

Las hernias inguinales son el tipo más común de hernia. Se producen cuando los intestinos empujan a través de un punto débil o un desgarro en la pared abdominal inferior, a menudo en el canal inguinal.

El canal inguinal se encuentra en la ingle. En los hombres, es la zona donde el cordón espermático pasa del abdomen al escroto. Este cordón se une a los testículos. En las mujeres, el canal inguinal contiene un ligamento (llamado ligamento redondo) que ayuda a mantener el útero en su sitio.

Las hernias inguinales son más frecuentes en los hombres porque los testículos descienden por el canal inguinal poco después del nacimiento. Se supone que el canal se cierra casi por completo detrás de ellos. A veces el canal no se cierra correctamente, dejando una zona debilitada. Más información sobre las hernias inguinales.

Hernia de hiato

Una hernia de hiato se produce cuando una parte del estómago sobresale a través del diafragma hacia la cavidad torácica. El diafragma es una lámina de músculo que ayuda a respirar al contraerse y llevar el aire a los pulmones. Se encarga de separar los órganos del abdomen de los del tórax.

Este tipo de hernia es más frecuente en personas mayores de 50 años. Si un niño la padece, suele estar causada por una irregularidad congénita de nacimiento.

Las hernias de hiato casi siempre provocan la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). En la ERGE, el contenido del estómago se filtra hacia el esófago, provocando una sensación de ardor. Obtenga más información sobre las hernias de hiato.

Hernia umbilical

Las hernias umbilicales pueden afectar a niños y bebés. Se producen cuando los intestinos sobresalen a través de la pared abdominal cerca del ombligo. Es posible que notes una protuberancia en el ombligo de tu hijo o cerca de él, sobre todo cuando llora.

La hernia umbilical es el único tipo que suele desaparecer por sí solo a medida que los músculos de la pared abdominal se fortalecen. Esto suele ocurrir cuando el niño tiene uno o dos años. Si la hernia no ha desaparecido a los 5 años de edad, se puede operar para corregirla.

Los adultos también pueden tener hernias umbilicales. Pueden producirse por la tensión repetida en el abdomen debido a condiciones como la obesidad, el líquido en el abdomen (ascitis) o el embarazo. Descubra más detalles sobre las hernias umbilicales.

Hernia ventral

Una hernia ventral se produce cuando el tejido sobresale a través de una abertura en los músculos del abdomen. Puedes notar que una hernia ventral disminuye de tamaño cuando estás acostado.

Aunque una hernia ventral puede estar presente desde el nacimiento, es más frecuente que se adquiera en algún momento de la vida. Los factores más comunes en la formación de una hernia ventral son la obesidad, el embarazo y la actividad extenuante.

Las hernias ventrales también pueden producirse en el lugar de una incisión quirúrgica. Esto se denomina hernia incisional y puede ser el resultado de una cicatriz quirúrgica o de la debilidad de los músculos abdominales en el lugar de la cirugía. Continúe leyendo sobre las hernias ventrales.

Síntomas de la hernia

El síntoma más común de una hernia es un bulto o protuberancia en la zona afectada. Por ejemplo, en el caso de una hernia inguinal, puede notar un bulto a ambos lados del hueso púbico, donde se unen la ingle y el muslo.

Es posible que el bulto "desaparezca" cuando esté acostado. Es más probable que sienta la hernia a través del tacto cuando esté de pie, agachado o tosiendo. También puede haber molestias o dolor en la zona que rodea al bulto.

Algunos tipos de hernia, como las hernias de hiato, pueden tener síntomas más específicos. Estos pueden incluir ardor de estómago, problemas para tragar y dolor en el pecho.

En muchos casos, las hernias no presentan síntomas. Es posible que no sepas que tienes una hernia a menos que aparezca mientras te sometes a un examen médico por un problema no relacionado o a un examen físico de rutina.

Causas de las hernias

Las hernias están causadas por una combinación de debilidad y tensión muscular. Dependiendo de su causa, una hernia puede desarrollarse rápidamente o durante un largo periodo de tiempo.

Algunas causas comunes de debilidad o tensión muscular que pueden conducir a una hernia incluyen:

  • una condición congénita, que ocurre durante el desarrollo en el útero y está presente desde el nacimiento
  • envejecimiento
  • daños causados por una lesión o una intervención quirúrgica
  • ejercicio extenuante o levantamiento de pesos pesados
  • tos crónica o trastorno pulmonar obstructivo crónico (EPOC)
  • embarazo, especialmente si se trata de embarazos múltiples
  • estreñimiento, que hace que se esfuerce al defecar
  • sobrepeso u obesidad
  • ascitis

También existen ciertos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar una hernia. Entre ellos se encuentran:

  • haber nacido prematuramente o tener un peso bajo al nacer
  • ser mayor
  • tos crónica (probablemente debido al aumento repetitivo de la presión abdominal)
  • la fibrosis quística
  • embarazo
  • estreñimiento crónico
  • tener sobrepeso u obesidad
  • el tabaquismo, que provoca el debilitamiento del tejido conjuntivo
  • antecedentes personales o familiares de hernias

Tratamiento de las hernias

La única forma de tratar eficazmente una hernia es la reparación quirúrgica. La necesidad de cirugía depende del tamaño de la hernia y de la gravedad de los síntomas.

Es posible que su médico quiera simplemente vigilar su hernia para detectar posibles complicaciones. Este enfoque se denomina espera vigilante.

En algunos casos, el uso de un braguero puede ayudar a aliviar los síntomas de una hernia. Un braguero es una prenda interior de apoyo que ayuda a mantener la hernia en su sitio. Acuda siempre a su médico para asegurarse de que el braguero le queda bien antes de utilizarlo.

Si tiene una hernia de hiato, los medicamentos de venta libre y con receta que reducen la acidez estomacal pueden aliviar sus molestias y mejorar los síntomas. Entre ellos se encuentran los antiácidos, los bloqueadores de los receptores H2 y los inhibidores de la bomba de protones.

Diagnóstico de la hernia

Para diagnosticar su enfermedad, el médico le hará primero una exploración física. Durante esta exploración, el médico puede palpar un bulto en la zona abdominal o inguinal que aumenta de tamaño cuando usted se pone de pie, tose o se esfuerza.

A continuación, el médico elaborará su historial médico. Es posible que le haga una serie de preguntas, entre ellas:

  • ¿Cuándo notó el bulto por primera vez?
  • ¿Ha experimentado algún otro síntoma?
  • ¿Cree que algo en particular puede haber provocado su aparición?
  • Hábleme un poco de su estilo de vida. ¿Su ocupación implica levantar objetos pesados? ¿Hace un ejercicio físico riguroso? ¿Levantas pesas de forma profesional o recreativa? ¿Tiene antecedentes de tabaquismo?
  • ¿Tiene antecedentes personales o familiares de hernias?
  • ¿Se ha sometido a alguna operación en la zona abdominal o inguinal?

Es probable que su médico también utilice pruebas de imagen para ayudar a su diagnóstico. Estas pueden incluir:

  • Ecografía abdominal. La ecografía abdominal utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear una imagen de las estructuras del interior del cuerpo.
  • TAC abdominal. El TAC abdominal combina los rayos X con la tecnología informática para producir una imagen.
  • Resonancia magnética abdominal. La resonancia magnética abdominal utiliza una combinación de imanes potentes y ondas de radio para crear una imagen.

Si el médico sospecha que existe una hernia de hiato, puede utilizar otras pruebas que le permitan evaluar el interior del estómago:

  • Radiografías del tracto digestivo. Un profesional sanitario le hará beber un líquido que contenga meglumina de diatrizoato/diatrizoato de sodio (Gastrografin) o una solución líquida de bario. Estos líquidos ayudan a que su tracto digestivo aparezca resaltado en las imágenes de rayos X.
  • Endoscopia. Durante una endoscopia, un profesional sanitario introduce una pequeña cámara conectada a un tubo por la garganta hasta el esófago y el estómago.

Remedios caseros para la hernia

Los remedios caseros no curarán su hernia, pero hay algunas cosas que puede hacer para aliviar los síntomas.

Aumentar el consumo de fibra puede ayudar a aliviar el estreñimiento. El estreñimiento puede provocar un esfuerzo durante la defecación, lo que puede agravar la hernia. Algunos ejemplos de alimentos ricos en fibra son los cereales integrales, las frutas y las verduras.

Los cambios en la dieta también pueden ayudar a aliviar los síntomas de una hernia de hiato. Intenta evitar las comidas copiosas o pesadas, no te acuestes ni te agaches después de comer y mantén tu peso corporal en un rango moderado.

Para prevenir el reflujo ácido, evite los alimentos que puedan provocarlo, como las comidas picantes y los alimentos a base de tomate. Además, dejar de fumar también puede ayudar, si fuma.

Ejercicios para la hernia

El ejercicio puede servir para fortalecer los músculos alrededor de la hernia y promover la pérdida de peso, ayudando a reducir algunos síntomas.

Un estudio de 2018 investigó los efectos de un programa de ejercicios en personas con obesidad que se sometieron a una cirugía de reparación de hernia ventral. Las personas que completaron el programa de ejercicios tuvieron menos complicaciones después de la cirugía.

Recuerde que algunos tipos de ejercicio, como el levantamiento de pesas o los ejercicios que fuerzan el abdomen, pueden aumentar la presión en la zona de la hernia. Esto puede hacer que la hernia se abulte más. Lo mismo ocurre con los ejercicios que se realizan de forma incorrecta.

Si tienes una hernia, es mejor que hables de hacer ejercicio con un médico o fisioterapeuta. Ellos pueden colaborar estrechamente contigo para que sepas qué ejercicios son los mejores para ti y cómo realizarlos correctamente para evitar que se te irrite la hernia.

Recuperación de una hernia

Es importante reconocer los síntomas de una hernia y acudir al médico si se sospecha que se tiene una.

Una hernia no tratada no desaparecerá por sí sola, y las hernias pueden causar complicaciones que ponen en peligro la vida. Un médico puede evaluar tu hernia y determinar la mejor opción de tratamiento.

La atención médica temprana y los cambios en el estilo de vida pueden minimizar los síntomas. Sin embargo, la cirugía es la única forma de tratar eficazmente una hernia. Hay diferentes tipos de cirugías de reparación de hernias, y un cirujano puede aconsejarle cuál es la más adecuada para su condición.

El pronóstico para las personas que se someten a una cirugía de reparación de hernia suele ser muy bueno. Sin embargo, puede depender de la naturaleza de la hernia, de sus síntomas y de su estado de salud general. En algunos casos, la hernia puede reaparecer después de la cirugía de reparación.

Cirugía de reparación de hernia

Si la hernia aumenta de tamaño o causa dolor, el cirujano puede decidir que lo mejor es operar.

Si la hernia provoca un agujero adicional en la pared abdominal, pueden reparar la hernia cosiendo el agujero de la pared abdominal durante la cirugía. Esto se suele hacer parcheando el agujero con una malla quirúrgica.

A veces, una hernia hace que uno de los conductos del cuerpo se abra más de lo que debería. Por ejemplo, esto puede ocurrir en el espacio donde el esófago debe pasar a través del diafragma. En estos casos, se puede realizar una intervención quirúrgica para estrechar la abertura.

Las hernias pueden repararse mediante cirugía abierta o laparoscópica.

Durante la cirugía abierta, el cirujano hace una incisión cerca del lugar de la hernia y luego empuja el tejido abultado hacia el interior del abdomen. A continuación sutura la zona, a veces reforzándola con una malla quirúrgica. Por último, cierran la incisión.

La cirugía laparoscópica utiliza una cámara diminuta y un equipo quirúrgico miniaturizado para reparar la hernia. Solo requiere unas pequeñas incisiones y es menos perjudicial para el tejido circundante.

No todas las hernias son adecuadas para la cirugía laparoscópica. Si su hernia requiere una reparación quirúrgica abierta, su cirujano trabajará con usted para determinar qué técnica es la mejor para su condición. Más información sobre la reparación de hernias inguinales.

Recuperación de la cirugía

Después de la operación, es posible que sienta dolor alrededor de la zona quirúrgica. Su cirujano le recetará medicamentos para aliviar estas molestias mientras se recupera.

Asegúrese de seguir cuidadosamente las instrucciones de su cirujano sobre el cuidado de la herida. Póngase en contacto con él rápidamente si observa algún signo de infección, como fiebre, enrojecimiento o secreción en la zona, o dolor que empeora repentinamente.

Tras la reparación de la hernia, es posible que no pueda moverse con normalidad durante varias semanas. Deberá evitar cualquier actividad extenuante. Además, deberá evitar levantar objetos que pesen más de 4,5 kilogramos (10 libras) durante este periodo. Esto es algo más que el peso de un galón de leche.

La cirugía abierta suele requerir un proceso de recuperación más largo que la cirugía laparoscópica. Su cirujano le hará saber cuándo puede volver a su rutina normal.

La hernia en los bebés

Entre el 10 y el 25 por ciento de los bebés nacen con una hernia umbilical. Este tipo de hernia también es más frecuente en los bebés que nacen prematuramente o con bajo peso.

Las hernias umbilicales se producen cerca del ombligo. Se forman cuando los músculos que rodean el orificio dejado por el cordón umbilical no se cierran correctamente. Esto hace que una parte del intestino sobresalga.

Si tu hijo tiene una hernia umbilical, es posible que la notes más cuando llora o tose. Las hernias umbilicales en los niños suelen ser indoloras. Sin embargo, cuando aparecen síntomas como dolor, vómitos o hinchazón en el lugar de la hernia, debes buscar atención médica de urgencia.

Acuda al pediatra de su hijo si nota que éste tiene una hernia umbilical. Las hernias umbilicales suelen desaparecer cuando el niño tiene 1 o 2 años. Si no desaparece a los 5 años, se puede operar para repararla. Más información sobre la reparación de hernias umbilicales.

Embarazo y hernia

Si estás embarazada y crees que tienes una hernia, acude al médico. Ellos pueden evaluarla y determinar si supone algún riesgo para la salud.

A menudo, la reparación de la hernia puede esperar hasta después del parto. Si una pequeña hernia presente antes o durante el embarazo empieza a aumentar de tamaño o a causar molestias, puede aconsejarse una intervención quirúrgica para repararla. El momento recomendado para realizarla es durante el segundo trimestre.

Las hernias que se han reparado en el pasado pueden reaparecer en embarazos posteriores. Esto se debe a que el embarazo supone un esfuerzo para el tejido muscular abdominal que puede haberse debilitado con la cirugía.

Las hernias también pueden producirse tras un parto por cesárea. Durante un parto por cesárea, el médico realiza una incisión en el abdomen y el útero. El bebé sale a través de estas incisiones.

A veces puede producirse una hernia incisional en el lugar del parto por cesárea. Obtenga más detalles sobre las hernias que se producen después de un parto por cesárea.

Complicaciones de la hernia

A veces, una hernia no tratada puede dar lugar a complicaciones potencialmente graves.

La hernia puede crecer y provocar más síntomas. También puede ejercer demasiada presión sobre los tejidos cercanos, lo que puede provocar hinchazón y dolor en la zona circundante.

Una parte del intestino también puede quedar atrapada en la pared abdominal. Esto se llama encarcelamiento. La incarceración puede obstruir el intestino y causar dolor intenso, náuseas o estreñimiento.

Si la sección atrapada del intestino no recibe suficiente flujo sanguíneo, se produce un estrangulamiento. Esto puede hacer que el tejido intestinal se infecte o muera. Una hernia estrangulada pone en peligro la vida y requiere atención médica inmediata.

Algunos de los síntomas que pueden indicar que necesita buscar atención médica de urgencia para su hernia son

  • un bulto que se vuelve rojo o morado
  • dolor que empeora repentinamente
  • náuseas
  • vómitos
  • fiebre
  • imposibilidad de expulsar los gases o defecar

Prevención de la hernia

No siempre se puede prevenir la aparición de una hernia. A veces se produce una hernia debido a una enfermedad hereditaria o a una intervención quirúrgica anterior.

Sin embargo, puede hacer algunos ajustes sencillos en su estilo de vida para ayudar a reducir el riesgo de sufrir una hernia. Estas medidas tienen como objetivo reducir la cantidad de tensión que ejerce sobre su cuerpo.

He aquí algunos consejos generales de prevención:

  • Si fuma, considere la posibilidad de dejar de hacerlo. Puedes trabajar con tu médico para crear un plan para dejar de fumar que sea adecuado para ti.
  • Acuda al médico cuando esté enfermo para evitar desarrollar una tos persistente.
  • Mantenga un peso corporal moderado.
  • Intente no hacer esfuerzos al defecar o al orinar.
  • Coma suficientes alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento.
  • Realice ejercicios que le ayuden a fortalecer los músculos del abdomen.
  • Evite levantar pesos demasiado pesados para usted. Si tiene que levantar algo pesado, flexione las rodillas y no la cintura o la espalda. Evite también contener la respiración cuando levante objetos pesados. En su lugar, exhale durante el levantamiento para disminuir la posibilidad de que se produzca o empeore una hernia de hiato.

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