Todo lo que debe saber sobre la epilepsia

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es un trastorno crónico que provoca convulsiones recurrentes no provocadas. Una convulsión es una descarga repentina de actividad eléctrica en el cerebro.

Hay dos tipos principales de convulsiones. Las convulsiones generalizadas afectan a todo el cerebro. Las crisis focales, o parciales, afectan sólo a una parte del cerebro.

Una convulsión leve puede ser difícil de reconocer. Puede durar unos segundos durante los cuales no se tiene conciencia.

Las convulsiones más fuertes pueden provocar espasmos y sacudidas musculares incontrolables, y pueden durar de unos segundos a varios minutos. Durante una convulsión más fuerte, algunas personas se confunden o pierden el conocimiento. Después, es posible que no recuerden lo ocurrido.

Hay varias razones por las que puede tener un ataque. Estas incluyen:

  • fiebre alta
  • traumatismo craneoencefálico
  • azúcar en sangre muy baja
  • abstinencia de alcohol

La epilepsia es un trastorno neurológico bastante común que afecta a 65 millones de personas en todo el mundo. En Estados Unidos, afecta a unos 3 millones de personas.

Cualquiera puede desarrollar epilepsia, pero es más común en niños pequeños y adultos mayores. Se da ligeramente más en los hombres que en las mujeres.

No hay cura para la epilepsia, pero el trastorno puede controlarse con medicamentos y otras estrategias.

¿Cuáles son los síntomas de la epilepsia?

Las crisis son el principal síntoma de la epilepsia. Los síntomas difieren de una persona a otra y según el tipo de crisis.

Convulsiones focales (parciales)

Una convulsión parcial simple

no implica pérdida de conciencia. Los síntomas incluyen:
  • alteraciones del sentido del gusto, del olfato, de la vista, del oído o del tacto
  • mareos
  • hormigueo y espasmos en las extremidades

Convulsiones parciales complejas

implican la pérdida de la conciencia o del conocimiento. Otros síntomas incluyen:
  • mirada perdida
  • falta de respuesta
  • realización de movimientos repetitivos

Convulsiones generalizadas

Las crisis generalizadas afectan a todo el cerebro. Existen seis tipos:

Convulsiones de ausencia

Las convulsiones de tipo "petit mal" provocan una mirada perdida. Este tipo de convulsión también puede provocar movimientos repetitivos, como chasquear los labios o parpadear. También suele haber una breve pérdida de conciencia.

Convulsiones tónicas

causar rigidez muscular.

Convulsiones atónicas

provocan la pérdida de control muscular y pueden hacer que te caigas de repente.

Convulsiones clónicas

se caracterizan por movimientos musculares repetidos y espasmódicos de la cara, el cuello y los brazos.

Convulsiones mioclónicas

causan espasmos rápidos y espontáneos de los brazos y las piernas.

Convulsiones tónico-clónicas

solían llamarse "convulsiones de gran mal". Los síntomas incluyen:
  • rigidez del cuerpo
  • temblores
  • pérdida del control de la vejiga o del intestino
  • mordedura de la lengua
  • pérdida de conocimiento

Después de una convulsión, es posible que no recuerde haberla tenido o que se sienta ligeramente enfermo durante unas horas.

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¿Qué desencadena una crisis epiléptica?

Algunas personas son capaces de identificar las cosas o situaciones que pueden desencadenar las crisis.

Algunos de los desencadenantes más comunes son:

  • falta de sueño
  • enfermedad o fiebre
  • estrés
  • luces brillantes, luces intermitentes o patrones
  • cafeína, alcohol, medicamentos o drogas
  • saltarse comidas, comer en exceso o ingredientes alimentarios específicos

Identificar los desencadenantes no siempre es fácil. Un solo incidente no siempre significa que algo sea un desencadenante. A menudo se trata de una combinación de factores que desencadenan una crisis.

Una buena forma de encontrar los factores desencadenantes es llevar un diario de convulsiones. Después de cada ataque, anota lo siguiente:

  • día y hora
  • la actividad en la que participaba
  • lo que ocurría a su alrededor
  • imágenes, olores o sonidos inusuales
  • factores de estrés inusuales
  • qué estaba comiendo o cuánto tiempo hacía que no comía
  • su nivel de fatiga y lo bien que durmió la noche anterior

También puedes utilizar tu diario de convulsiones para determinar si tus medicamentos están funcionando. Anote cómo se sintió antes y después de la crisis, así como los efectos secundarios.

Lleve el diario cuando visite al médico. Puede ser útil para ajustar sus medicamentos o explorar otros tratamientos.

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¿La epilepsia es hereditaria?

Puede haber hasta 500 genes relacionados con la epilepsia. La genética también puede proporcionarle un "umbral convulsivo" natural. Si hereda un umbral convulsivo bajo, será más vulnerable a los desencadenantes de las crisis. Un umbral más alto significa que es menos probable que tenga convulsiones.

La epilepsia a veces es hereditaria. Sin embargo, el riesgo de heredar la enfermedad es bastante bajo. La mayoría de los padres con epilepsia no tienen hijos con epilepsia.

En general, el riesgo de desarrollar epilepsia a los 20 años es de aproximadamente el 1%, es decir, 1 de cada 100 personas. Si tiene un progenitor con epilepsia debido a una causa genética, el riesgo se eleva a entre el 2 y el 5 por ciento.

Si su padre tiene epilepsia por otra causa, como un accidente cerebrovascular o una lesión cerebral, no afecta a sus posibilidades de desarrollar epilepsia.

Algunas enfermedades raras, como la esclerosis tuberosa y la neurofibromatosis, pueden provocar convulsiones. Son enfermedades que pueden ser hereditarias.

La epilepsia no afecta a su capacidad para tener hijos. Pero algunos medicamentos para la epilepsia pueden afectar al feto. No dejes de tomar tus medicamentos, pero habla con tu médico antes de quedarte embarazada o en cuanto sepas que lo estás.

Si tiene epilepsia y le preocupa formar una familia, considere la posibilidad de concertar una consulta con un asesor genético.

¿Qué causa la epilepsia?

Para 6 de cada 10 personas con epilepsia, no se puede determinar la causa. Hay muchas cosas que pueden provocar convulsiones.

Las posibles causas son:

  • lesión cerebral traumática
  • cicatrices en el cerebro tras una lesión cerebral (epilepsia postraumática)
  • enfermedad grave o fiebre muy alta
  • un accidente cerebrovascular, que es una de las principales causas de epilepsia en personas mayores de 35 años
  • otras enfermedades vasculares
  • falta de oxígeno en el cerebro
  • tumor o quiste cerebral
  • demencia o enfermedad de Alzheimer
  • consumo de drogas por parte de la madre, lesiones prenatales, malformaciones cerebrales o falta de oxígeno al nacer
  • enfermedades infecciosas como el sida y la meningitis
  • trastornos genéticos o del desarrollo o enfermedades neurológicas

La herencia desempeña un papel en algunos tipos de epilepsia. En la población general, hay un 1% de posibilidades de desarrollar epilepsia antes de los 20 años. Si tiene un progenitor cuya epilepsia está vinculada a la genética, el riesgo aumenta al 2-5%.

La genética también puede hacer que algunas personas sean más susceptibles a las convulsiones por factores ambientales.

La epilepsia puede desarrollarse a cualquier edad. El diagnóstico suele producirse en la primera infancia o después de los 60 años.

¿Cómo se diagnostica la epilepsia?

Si sospecha que ha tenido una convulsión, acuda a su médico lo antes posible. Una convulsión puede ser síntoma de un problema médico grave.

Su historial médico y sus síntomas ayudarán a su médico a decidir qué pruebas serán útiles. Probablemente te harán un examen neurológico para comprobar tus capacidades motoras y tu funcionamiento mental.

Para diagnosticar la epilepsia, hay que descartar otras afecciones que causen convulsiones. Su médico probablemente pedirá un recuento sanguíneo completo y una química de la sangre.

Los análisis de sangre pueden utilizarse para buscar:

  • signos de enfermedades infecciosas
  • función hepática y renal
  • niveles de glucosa en sangre

El electroencefalograma (EEG) es la prueba más utilizada para diagnosticar la epilepsia. En primer lugar, se adhieren electrodos al cuero cabelludo con una pasta. Es una prueba no invasiva e indolora. Se le puede pedir que realice una tarea específica. En algunos casos, la prueba se realiza durante el sueño. Los electrodos registrarán la actividad eléctrica de su cerebro. Tanto si tiene una crisis como si no, los cambios en los patrones normales de las ondas cerebrales son comunes en la epilepsia.

Las pruebas de imagen pueden revelar tumores y otras anomalías que pueden causar convulsiones. Estas pruebas pueden incluir:

  • TAC
  • RMN
  • tomografía por emisión de positrones (PET)
  • tomografía computarizada por emisión de fotón único

La epilepsia se suele diagnosticar si se tienen convulsiones sin motivo aparente o reversible.

¿Cómo se trata la epilepsia?

La mayoría de las personas pueden controlar la epilepsia. Su plan de tratamiento se basará en la gravedad de los síntomas, su estado de salud y su respuesta a la terapia.

Algunas opciones de tratamiento son:

  • Medicamentos antiepilépticos (anticonvulsivos, anticonvulsivos): Estos medicamentos pueden reducir el número de convulsiones que se producen. En algunas personas, eliminan las convulsiones. Para que sean eficaces, la medicación debe tomarse exactamente como se ha prescrito.
  • Estimulador del nervio vago: Este dispositivo se coloca quirúrgicamente bajo la piel del pecho y estimula eléctricamente el nervio que pasa por el cuello. Esto puede ayudar a prevenir las convulsiones.
  • Dieta cetogénica: Más de la mitad de las personas que no responden a la medicación se benefician de esta dieta rica en grasas y baja en carbohidratos.
  • Cirugía cerebral: La zona del cerebro que provoca la actividad convulsiva puede eliminarse o alterarse.

Se están investigando nuevos tratamientos. Un tratamiento que puede estar disponible en el futuro es la estimulación cerebral profunda. Es un procedimiento en el que se implantan electrodos en el cerebro. Luego se implanta un generador en el pecho. El generador envía impulsos eléctricos al cerebro para ayudar a disminuir las convulsiones.

Otra vía de investigación es un dispositivo similar a un marcapasos. Comprobaría el patrón de actividad cerebral y enviaría una carga eléctrica o un fármaco para detener una convulsión.

También se están investigando las cirugías mínimamente invasivas y la radiocirugía.

Medicamentos para la epilepsia

El tratamiento de primera línea para la epilepsia es la medicación anticonvulsiva. Estos fármacos ayudan a reducir la frecuencia y la gravedad de las crisis. No pueden detener una convulsión que ya está en curso, ni son una cura para la epilepsia.

El medicamento es absorbido por el estómago. Luego viaja por el torrente sanguíneo hasta el cerebro. Afecta a los neurotransmisores de forma que reduce la actividad eléctrica que provoca las convulsiones.

Los medicamentos anticonvulsivos pasan por el tracto digestivo y salen del cuerpo a través de la orina.

Hay muchos medicamentos anticonvulsivos en el mercado. El médico puede recetar un solo fármaco o una combinación de ellos, según el tipo de convulsiones que tengas.

Los medicamentos más comunes para la epilepsia son:

  • levetiracetam (Keppra)
  • lamotrigina (Lamictal)
  • topiramato (Topamax)
  • ácido valproico (Depakote)
  • carbamazepina (Tegretol)
  • etosuximida (Zarontin)

Estos medicamentos suelen estar disponibles en forma de comprimidos, líquidos o inyectables y se toman una o dos veces al día. Se empieza con la dosis más baja posible, que puede ajustarse hasta que empiece a funcionar. Estos medicamentos deben tomarse de forma constante y según lo prescrito.

Algunos efectos secundarios potenciales pueden incluir:

  • fatiga
  • mareos
  • erupción cutánea
  • mala coordinación
  • problemas de memoria

Los efectos secundarios más raros, pero graves, son la depresión y la inflamación del hígado u otros órganos.

La epilepsia es diferente para cada persona, pero la mayoría mejora con la medicación anticonvulsiva. Algunos niños con epilepsia dejan de tener convulsiones y pueden dejar de tomar la medicación.

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¿Es la cirugía una opción para el tratamiento de la epilepsia?

Si la medicación no puede disminuir el número de crisis, otra opción es la cirugía.

La cirugía más común es la resección. Consiste en extirpar la parte del cerebro en la que se inician las convulsiones. La mayoría de las veces se extirpa el lóbulo temporal en un procedimiento conocido como lobectomía temporal. En algunos casos, esto puede detener la actividad convulsiva.

En algunos casos, se le mantendrá despierto durante esta operación. Esto es para que los médicos puedan hablar con usted y evitar la extirpación de una parte del cerebro que controla funciones importantes como la visión, la audición, el habla o el movimiento.

Si la zona del cerebro es demasiado grande o importante para extirparla, existe otro procedimiento llamado transección subpial múltiple, o desconexión. El cirujano hace cortes en el cerebro para interrumpir la vía nerviosa. Eso evita que las convulsiones se extiendan a otras zonas del cerebro.

Después de la cirugía, algunas personas pueden reducir los medicamentos anticonvulsivos o incluso dejar de tomarlos.

Cualquier intervención quirúrgica entraña riesgos, como una mala reacción a la anestesia, una hemorragia o una infección. La cirugía del cerebro puede provocar a veces cambios cognitivos. Discuta los pros y los contras de los distintos procedimientos con su cirujano y busque una segunda opinión antes de tomar una decisión definitiva.

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Recomendaciones dietéticas para personas con epilepsia

La dieta cetogénica se recomienda a menudo para los niños con epilepsia. Esta dieta es baja en carbohidratos y alta en grasas. La dieta obliga al organismo a utilizar la grasa como fuente de energía en lugar de la glucosa, un proceso denominado cetosis.

La dieta requiere un estricto equilibrio entre grasas, carbohidratos y proteínas. Por eso es mejor trabajar con un nutricionista o dietista. Los niños que siguen esta dieta deben ser controlados cuidadosamente por un médico.

La dieta cetogénica no beneficia a todo el mundo. Pero cuando se sigue correctamente, suele tener éxito en la reducción de la frecuencia de las convulsiones. Funciona mejor para algunos tipos de epilepsia que para otros.

Para los adolescentes y adultos con epilepsia, puede recomendarse una dieta Atkins modificada. Esta dieta también es rica en grasas e implica una ingesta controlada de carbohidratos.

Aproximadamente la mitad de los adultos que prueban la dieta Atkins modificada experimentan menos convulsiones. Los resultados pueden verse tan pronto como en unos pocos meses.

Debido a que estas dietas tienden a ser bajas en fibra y altas en grasa, el estreñimiento es un efecto secundario común.

Habla con tu médico antes de empezar una nueva dieta y asegúrate de que estás recibiendo los nutrientes vitales. En cualquier caso, no comer alimentos procesados puede ayudar a mejorar tu salud.

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Epilepsia y comportamiento: ¿Existe una conexión?

Los niños con epilepsia suelen tener más problemas de aprendizaje y de comportamiento que los que no la padecen. A veces hay una conexión. Pero estos problemas no siempre están causados por la epilepsia.

Entre el 15 y el 35 por ciento de los niños con discapacidad intelectual tienen también epilepsia. A menudo, se derivan de la misma causa.

Algunas personas experimentan un cambio de comportamiento en los minutos u horas anteriores a una convulsión. Esto podría estar relacionado con la actividad cerebral anormal que precede a una convulsión, y puede incluir:

  • falta de atención
  • irritabilidad
  • hiperactividad
  • agresividad

Los niños con epilepsia pueden experimentar incertidumbre en sus vidas. La perspectiva de una convulsión repentina delante de amigos y compañeros de clase puede ser estresante. Estos sentimientos pueden hacer que el niño se comporte mal o se aleje de las situaciones sociales.

La mayoría de los niños aprenden a adaptarse con el tiempo. Para otros, la disfunción social puede continuar en la edad adulta. Entre el 30 y el 70 por ciento de las personas con epilepsia tienen también depresión, ansiedad o ambas.

Los medicamentos anticonvulsivos también pueden afectar al comportamiento. Cambiar o ajustar la medicación puede ayudar.

Los problemas de comportamiento deben abordarse en las visitas al médico. El tratamiento dependerá de la naturaleza del problema.

También podría beneficiarse de la terapia individual, la terapia familiar o unirse a un grupo de apoyo para ayudarle a sobrellevar la situación.

Vivir con epilepsia: Qué esperar

La epilepsia es un trastorno crónico que puede afectar a muchas partes de su vida.

Las leyes varían de un estado a otro, pero si sus convulsiones no están bien controladas, es posible que no se le permita conducir.

Dado que nunca se sabe cuándo se producirá un ataque, muchas actividades cotidianas, como cruzar una calle concurrida, pueden resultar peligrosas. Estos problemas pueden llevar a la pérdida de independencia.

Algunas otras complicaciones de la epilepsia pueden ser:

  • riesgo de daño permanente o muerte debido a convulsiones graves que duran más de cinco minutos (estado epiléptico)
  • riesgo de convulsiones recurrentes sin recuperar la conciencia entre ellas (estado epiléptico)
  • la muerte súbita e inexplicable en la epilepsia, que sólo afecta al 1% de las personas con epilepsia

Además de las visitas periódicas al médico y de seguir el plan de tratamiento, aquí tienes algunas cosas que puedes hacer para sobrellevar la situación:

  • Lleva un diario de convulsiones para ayudar a identificar los posibles desencadenantes y poder evitarlos.
  • Lleva una pulsera de alerta médica para que la gente sepa qué hacer si tienes una convulsión y no puedes hablar.
  • Enseñe a las personas más cercanas a usted sobre las convulsiones y qué hacer en caso de emergencia.
  • Busque ayuda profesional para los síntomas de depresión o ansiedad.
  • Únase a un grupo de apoyo para personas con trastornos convulsivos.
  • Cuida tu salud llevando una dieta equilibrada y haciendo ejercicio regularmente.

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¿Existe una cura para la epilepsia?

La epilepsia no tiene cura, pero un tratamiento temprano puede suponer una gran diferencia.

Las convulsiones incontroladas o prolongadas pueden provocar daños cerebrales. La epilepsia también aumenta el riesgo de muerte súbita inexplicable.

La enfermedad puede controlarse con éxito. Las convulsiones pueden controlarse generalmente con medicación.

Hay dos tipos de cirugía cerebral que pueden reducir o eliminar las convulsiones. Un tipo, llamado resección, consiste en extirpar la parte del cerebro donde se originan las convulsiones.

Cuando la zona del cerebro responsable de las convulsiones es demasiado vital o grande para eliminarla, el cirujano puede realizar una desconexión. Se trata de interrumpir la vía nerviosa haciendo cortes en el cerebro. Esto evita que las convulsiones se extiendan a otras partes del cerebro.

Un estudio reciente ha revelado que el 81% de las personas con epilepsia grave estaban completamente o casi libres de convulsiones seis meses después de la operación. Al cabo de 10 años, el 72% seguía estando completamente o casi libre de convulsiones.

Hay decenas de otras vías de investigación sobre las causas, el tratamiento y las posibles curas de la epilepsia.

Aunque no hay cura en este momento, el tratamiento adecuado puede dar lugar a una mejora drástica de su condición y su calidad de vida.

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Datos y estadísticas sobre la epilepsia

En todo el mundo, 65 millones de personas padecen epilepsia. Esto incluye a unos 3 millones de personas en Estados Unidos, donde se diagnostican 150.000 nuevos casos de epilepsia cada año.

Hasta 500 genes pueden estar relacionados con la epilepsia de alguna manera. Para la mayoría de las personas, el riesgo de desarrollar epilepsia antes de los 20 años es de aproximadamente el 1%. Tener un progenitor con epilepsia vinculada genéticamente eleva ese riesgo al 2-5%.

Para las personas mayores de 35 años, una de las principales causas de epilepsia es el accidente cerebrovascular. Para 6 de cada 10 personas, no se puede determinar la causa de una convulsión.

Entre el 15 y el 30 por ciento de los niños con discapacidad intelectual tienen epilepsia. Entre el 30 y el 70 por ciento de las personas que padecen epilepsia tienen también depresión, ansiedad o ambas.

La muerte súbita inexplicable afecta a cerca del 1% de las personas con epilepsia.

Entre el 60 y el 70 por ciento de las personas con epilepsia responden satisfactoriamente al primer fármaco antiepiléptico que prueban. Alrededor del 50 por ciento puede dejar de tomar los medicamentos después de dos a cinco años sin sufrir convulsiones.

Un tercio de las personas con epilepsia tienen ataques incontrolables porque no han encontrado un tratamiento que funcione. Más de la mitad de las personas con epilepsia que no responden a la medicación mejoran con una dieta cetogénica. La mitad de los adultos que prueban una dieta Atkins modificada tienen menos convulsiones.

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