¿Qué provoca un "estómago nervioso"?

¿Qué provoca un

La gente suele sentir un "nudo" en el estómago cuando está nerviosa, ya sea al subir a un escenario para pronunciar un discurso o al campo de juego para un partido del campeonato. El estrés y la ansiedad también pueden provocar náuseas, hinchazón dolorosa, estreñimiento y diarrea.

Este fenómeno suele denominarse "estómago nervioso", pero ¿qué lo provoca exactamente?

El estómago nervioso se produce debido a la estrecha conexión entre el sistema nervioso y el aparato digestivo, según explicó a Live Science en un correo electrónico Melissa Hunt, psicóloga clínica de la Universidad de Pensilvania.

"Desde las primeras fases del desarrollo embrionario, el cerebro, la médula espinal y el tubo digestivo están estrechamente conectados entre sí", explica. "Millones de neuronas envían información del intestino al cerebro, y otras tantas envían señales de vuelta al intestino". Este vínculo suele denominarse eje intestino-cerebro.

Eje intestino-cerebro: Cómo funciona y su relación con la salud mental

Las neuronas, o células nerviosas, que recubren el tracto gastrointestinal constituyen el sistema nervioso entérico. Forman parte del sistema nervioso "autónomo", que regula las funciones corporales involuntarias, como la respiración, los latidos del corazón y la digestión. Cuando la comida entra en el intestino, por ejemplo, las neuronas entéricas hacen que las células musculares se contraigan y empujen el alimento a través de los intestinos, según Harvard Health.

El sistema nervioso autónomo se divide en dos ramas: el parasimpático y el simpático. Estos sistemas, apodados respectivamente "sistema de reposo y digestión" y "sistema de lucha o huida", se equilibran mutuamente. En general, el sistema nervioso parasimpático relaja el cuerpo, mientras que el sistema nervioso simpático refuerza su respuesta al peligro.

"La digestión está controlada por la rama parasimpática", explica Hunt. "Cuando estamos estresados, la rama simpática se activa y suprime las funciones del sistema parasimpático". En este estado, el cuerpo libera hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol, que suprimen la digestión en el estómago y el intestino delgado; mientras tanto, otras hormonas estimulan en realidad el intestino grueso.

"Así, en lugar de entrar en un estado de tranquilidad asociado al descanso y la digestión, el estómago y los intestinos pueden sufrir espasmos o contraerse bruscamente cuando la persona se prepara para luchar o huir", explica Hunt.

Al igual que el estrés puede desencadenar un estómago nervioso, los problemas gastrointestinales (GI) frecuentes también pueden causar estrés, señala Harvard Health.

Es más, el estrés puede aumentar la frecuencia o gravedad de los síntomas de los "trastornos de la interacción intestino-cerebro" o DGBI, por sus siglas en inglés. Entre ellos se incluyen afecciones como el síndrome del intestino irritable (SII), en el que se presentan diversos síntomas, como dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, sin una causa clara, o la dispepsia funcional, dolores de estómago que aparecen durante o después de comer sin causa conocida.

Se cree que las DGBI se caracterizan por alteraciones continuas de la comunicación entre el intestino y el cerebro. Con el tiempo, las personas pueden volverse ansiosas e hipervigilantes respecto a sus síntomas gastrointestinales, señaló Hunt.

"Esto conduce a la hipersensibilidad visceral, que se convierte en un círculo vicioso de excitación ansiosa, exploración del cuerpo en busca de sensaciones incómodas, catastrofización, amplificación de esas sensaciones, lo que aumenta la ansiedad y, a continuación, conduce a un mayor malestar y angustia GI", dijo.

Por eso a veces se incorpora la terapia conductual a los planes de tratamiento de los pacientes con DGBI, según Harvard Health.

Este artículo sólo tiene fines informativos y no pretende ofrecer consejos médicos.

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