Todo lo que hay que saber sobre los infartos: Síntomas, causas y más

Durante un infarto, el suministro de sangre que normalmente nutre de oxígeno al corazón se interrumpe, y el músculo cardíaco comienza a morir. Los ataques al corazón -también llamados infartos de miocardio- son muy frecuentes en Estados Unidos. De hecho, se produce uno cada 40 segundos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Algunas personas que sufren un infarto tienen signos de advertencia previos, como el dolor en el pecho, mientras que otras no muestran ningún signo.

Un ataque al corazón es una emergencia médica grave. Busque atención médica inmediata si usted o alguien que conoce experimenta síntomas que podrían indicar un ataque al corazón.

Causas

La principal causa de los infartos es la enfermedad coronaria. Se trata de la acumulación de placa en las arterias que suministran sangre al corazón. La acumulación general de placa en las arterias también se conoce como aterosclerosis.

Hay dos tipos principales de infarto.

Los infartos de tipo I se producen cuando la placa de la pared interna de la arteria se rompe y libera colesterol y otras sustancias en el torrente sanguíneo. Esto puede formar un coágulo de sangre y bloquear la arteria.

En los infartos de tipo II, el corazón no recibe la cantidad de sangre rica en oxígeno que necesita, pero no hay una obstrucción completa de una arteria.

Otras causas de los infartos son:

  • desgarro de los vasos sanguíneos
  • espasmos de los vasos sanguíneos
  • abuso de drogas
  • hipoxia, falta de oxígeno en la sangre
Diagram showing how a blood clot and plaque ruptures can cause a heart attack Compartir en Pinterest

Síntomas

Los síntomas generales de un ataque al corazón pueden ser:

  • dolor o malestar en el pecho
  • dificultad para respirar
  • dolor en el brazo, hombro o cuello
  • náuseas
  • sudoración
  • aturdimiento o mareo
  • fatiga
  • dolor en la parte superior del cuerpo
  • dificultad para respirar

Las personas pueden experimentar una combinación de síntomas de infarto independientemente del sexo o del género. Sin embargo, existen diferencias específicas por sexo en la presentación, la biología y los resultados de los infartos.

Un estudio de 2019 descubrió que las mujeres son más propensas a presentar los síntomas típicos del infarto, como el dolor en el pecho y la dificultad para respirar.

Sin embargo, los hombres tienen más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio como consecuencia de la rotura de una placa, mientras que las mujeres suelen tener más riesgo de sufrir enfermedades coronarias no obstructivas.

Los niveles más altos de estrógeno también pueden reducir el riesgo de que una persona sufra un ataque al corazón. En consecuencia, las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir un infarto después de la menopausia que antes de ella.

Sin embargo, las mujeres que experimentan síntomas de infarto corren más riesgo de ser infradiagnosticadas y subtratadas debido a las actuales directrices sobre los síntomas específicos de cada sexo.

Por ejemplo, un estudio suizo de 2018 descubrió que las mujeres tienden a esperar más tiempo para ponerse en contacto con los servicios de emergencia después de experimentar los síntomas típicos de un ataque cardíaco. Los investigadores también descubrieron que las mujeres tienden a experimentar mayores retrasos a la hora de recibir tratamiento en entornos de emergencia.

Cualquier persona que experimente alguno de los síntomas de ataque al corazón mencionados anteriormente debe ponerse en contacto con los servicios de emergencia inmediatamente.

Factores de riesgo

Hay varios factores que pueden ponerle en riesgo de sufrir un infarto. Algunos factores no se pueden cambiar, como la edad y los antecedentes familiares. Sin embargo, puede hacer cambios relacionados con los factores modificables.

Los factores de riesgo modificables que usted puede cambiar incluyen:

  • fumar
  • colesterol alto
  • obesidad
  • la falta de ejercicio
  • llevar una dieta rica en grasas trans y saturadas
  • el consumo excesivo de alcohol
  • estrés
  • diabetes o prediabetes
  • apnea del sueño

Si tiene más de 65 años, su riesgo de sufrir un infarto es mayor que el de las personas menores de 65 años, según el Instituto Nacional del Envejecimiento.

Además, si tiene antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, hipertensión, obesidad o diabetes, puede tener un mayor riesgo de sufrir un infarto.

Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte entre la mayoría de los grupos étnicos y raciales de Estados Unidos y la causa más común de los ataques cardíacos.

Representa el 23,7% de todas las muertes entre los estadounidenses blancos no hispanos y el 23,5% entre los estadounidenses negros no hispanos, según los CDC. Ambas cifras son ligeramente superiores al nivel general de la población, que es del 23,4%.

Diagnóstico

Los médicos suelen diagnosticar un infarto después de realizar un examen físico y revisar su historial médico. Es probable que el médico realice un electrocardiograma (ECG) para comprobar la actividad eléctrica del corazón.

También deben tomar una muestra de sangre o realizar otras pruebas para ver si hay evidencia de daño en el músculo cardíaco.

Pruebas y tratamientos

Si su médico le diagnostica un infarto de miocardio, utilizará diversas pruebas y tratamientos, dependiendo de la causa.

Su médico puede solicitar un cateterismo cardíaco. Se trata de una sonda que los médicos introducen en los vasos sanguíneos a través de un tubo flexible llamado catéter.

Permite a su médico ver las zonas en las que puede haberse acumulado placa. También puede inyectar un tinte en las arterias, pedir una radiografía para ver cómo fluye la sangre y ver cualquier obstrucción.

Si ha sufrido un infarto, su médico puede recomendarle un procedimiento (quirúrgico o no quirúrgico). Los procedimientos pueden aliviar el dolor y ayudar a evitar que se produzca otro infarto.

Los procedimientos más comunes son:

  • Angioplastia. La angioplastia abre la arteria obstruida utilizando un globo o eliminando la placa acumulada. Es importante tener en cuenta que los profesionales sanitarios ya no suelen utilizar la angioplastia sola.
  • Stent. Un stent es un tubo de malla metálica que los cirujanos introducen en la arteria para mantenerla abierta tras una angioplastia.
  • Cirugía de bypass cardíaco. En la cirugía de bypass, el médico redirige la sangre alrededor de la obstrucción.
  • Cirugía de las válvulas del corazón. En la cirugía de reparación o sustitución de válvulas, los cirujanos reparan o sustituyen las válvulas con fugas para ayudar al bombeo del corazón.
  • Marcapasos. Un marcapasos es un dispositivo que se implanta bajo la piel. Puede ayudar a su corazón a mantener un ritmo normal.
  • Trasplante de corazón. Los cirujanos pueden recomendar un trasplante de corazón en los casos en los que el infarto cause la muerte permanente del tejido de la mayor parte del corazón.

El médico también puede recetar medicamentos para tratar el infarto, entre ellos:

  • aspirina
  • otros medicamentos para deshacer los coágulos
  • antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes, también conocidos como diluyentes de la sangre
  • analgésicos
  • nitroglicerina
  • medicamentos para la presión arterial
  • betabloqueantes

Médicos que tratan los infartos

Como los infartos suelen ser inesperados, un médico de urgencias suele ser el primero en tratarlos. Una vez que la persona está estable, se la traslada a un médico llamado cardiólogo, especializado en el corazón.

Tratamientos alternativos

Los tratamientos alternativos y los cambios en el estilo de vida pueden mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de infarto. Una dieta rica en nutrientes y equilibrada y un estilo de vida saludable son esenciales para mantener un corazón sano.

Cómo ayudar a alguien que está sufriendo un infarto

Si está con alguien que está experimentando síntomas de un ataque al corazón, debe llamar inmediatamente a los servicios de emergencia.

Cuanto antes pueda una persona recibir ayuda médica de emergencia, menos daño sufrirán sus músculos cardíacos.

Si tienes formación en reanimación cardiopulmonar (RCP), puede ser beneficioso iniciarla. La reanimación cardiopulmonar puede mantener a alguien con vida hasta que lleguen los servicios de emergencia.

Complicaciones

Los infartos pueden dar lugar a diversas complicaciones. Cuando se produce un infarto, puede alterar el ritmo normal del corazón, pudiendo llegar a detenerlo por completo. Estos ritmos anormales se conocen como arritmias.

Cuando el corazón deja de recibir un suministro de sangre durante el infarto, parte del tejido puede morir. Esto puede debilitar el corazón y, más adelante, provocar afecciones potencialmente mortales, como la insuficiencia cardíaca.

Los infartos también pueden afectar a las válvulas del corazón y provocar fugas. El tiempo que tarde en recibir el tratamiento y la zona dañada determinarán los efectos a largo plazo en su corazón.

Recuperación

Un infarto puede dañar los músculos del corazón y afectar a su funcionamiento. Esto puede suponer un cambio en el ritmo del corazón y una reducción de su capacidad para bombear sangre a todo el cuerpo.

Después de un ataque al corazón, es importante trabajar con el equipo sanitario para diseñar un plan de recuperación, que puede incluir:

  • hacer ejercicio ligero, según lo que apruebe su médico
  • seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes
  • someterse a rehabilitación cardíaca
  • dejar de fumar si fuma
  • evitar las actividades extenuantes, especialmente poco después del infarto

Aprenda más cosas que hacer y no hacer para la recuperación del infarto aquí.

Prevención

Aunque hay muchos factores de riesgo que no puede controlar, hay algunas medidas básicas que puede tomar para ayudar a mantener su corazón sano. He aquí algunos ejemplos:

  • Intenta incorporar a tu dieta alimentos ricos en nutrientes con la mayor frecuencia posible.
  • Manténgase activo en la medida de lo posible, incluso haciendo ejercicio con regularidad.
  • Si fuma, considere la posibilidad de hablar con su médico sobre el inicio de un programa para dejar de fumar. Dejar de fumar puede ayudar a reducir el riesgo, ya que el tabaquismo es una de las principales causas de las enfermedades cardíacas.
  • Limite su consumo de alcohol.

Todas estas medidas son importantes para reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca y de sufrir un ataque cardíaco.

Si tiene diabetes, asegúrese de tomar la medicación tal y como se la ha recetado su médico y compruebe regularmente sus niveles de glucosa en sangre.

Si tiene una enfermedad cardíaca, colabore estrechamente con su médico y siga su plan de tratamiento, que incluye la toma de sus medicamentos.

Hable con su médico si le preocupa el riesgo de sufrir un infarto.

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