Los 8 mejores trucos para el estrés

APRENDE A RELAJARTE

Queremos que viváis mejos y más tranquilos, por eso hemos recopilado los mejores trucos para el estrés para que repiréis profunda y tranquilamente

En ocasiones, estamos expuestos ante situaciones frenéticas que se nos van de las manos y nuestro organismo no sabe cómo tomárselo. El estrés es un trastorno nervioso cada vez más habitual en los tiempos que corren. La casa, la familia, el trabajo, la economía... numerosos factores pueden ponernos en lugares complicados que con frecuencia nos hacen sentir desbordados.

Lo entendemos a la perfección, ya que en múltiples ocasiones también nos sentimos así. Pero lo que entendemos como un elemento clave es la manera en la que gestionamos el estrés y nos permitimos darle la espalda y relajarnos un poco.

Domir lo suficiente, una dieta equilibrada, algo de ejercicio físico y unos hábitos de relajación constantes pueden contribuir a tener una mejor predisposición ante estas situaciones de estrés cuando nos afectan. Solo así será posible activar el mecanismo de rescate ante una situación estresante.

Cada maestrillo, su librillo: Es probable que tengas tus rituales específicos para relajante ante situaciones estrés inminentes. Ya sea someterte a una sesión de pedicura, jugar al paddel, leer tu horóscopo semanal o practicar yoga Bikram, lo que sea que funcione para ti.

Estos son los 8 mejores trucos para combatir el estrés que hay

1, 2, 3, Actívate: Realizar cualquier actividad física puede tener un gran impacto sobre el organismo y la manera en la que gestionamos el estrés. Hacer ejercicio te ayuda a liberar espacio en tu mente, a aclarar ideas y a concentrarte mejor. Además, cuando practicas ejercicio, tu cuerpo se libera de hormonas propias del estrés, como el cortisol, y en su lugar, produce endorfinas, las hormonas responsables de hacerte sentir bien.

Apretar los puños: Sí, sí, tal y como suena. Puede parecerte raro, pero si aprietas los puños durante al menos 5 segundos y sueltas, este truco te hará relajarte al instante. Es como un botón de reset que aprietas y responde. Si tensas un músculo con mucha fuerza durante un breve período de tiempo y después lo haces relajarse, esta sensación será generalizada en todo tu organismo. Si practicas este pequeño ejercicio con frecuencia, tu cuerpo aprenderá a responder a estas señales, y le será posible relajarse con mayor facilidad.

Cantar, a viva voz: Por diversión, no competición. Esta acción, absolutamente recomendable, es una de nuestras favoritas. Nada más saludable que empezar el día con una buena ducha en la que cantar nuestras canciones favoritas antes de un nutritivo desayuno. No solo os pondrá de buen humor, sino que esta actividad además ayuda a disminuir las hormonas del estrés segregadas por el organismo, ya que cuando cantamos, respiramos profundamente sin darnos cuenta, propiciando una correcta oxigenación. Y no lo decimos nosotros, sino que se trata de un estudio avalado por la Universidad de Frankfurt.

Masticar chicle: Este es un hábito por muchos criticado. Con unos modales básicos no tiene por qué ser desagradable para nadie; con tal de que no hagas inmensas pompas en público que se pueden explotar sobre cualquier superficie, todo irá bien. Cuando masticas chicle, estás combatiendo el estrés sin saberlo. Cuando mueves rítmicamente las mandíbulas, tu organismo experimenta una respuesta de relajación natural, lo que produce que se baje el ritmo cardíaco, se calme la respiración ya baje tu actividad cerebral. Algo así como recetar un mantra, pero con sabor a menta. De hecho, seleccionamos este sabor ya que resulta relajante.

Contemplar un fondo azul: Lo ideal sería tener una habitación (o una oficina) con vistas, pero no siempre nos resulta posible, o a lo mejor simplemente está lloviendo y no tenemos a manos un cielo azul. En ese caso, os recomendamos que os hagáis con un cuadro o pintura de un cielo azul, despejado, y que lo miréis de vez en cuando. Al despegar la vista de la pantalla del ordenador para concentraros en un fondo azul, nuestro cerebro asimila las propiedades de dicho color y recrea una sensación de calma y tranquilidad. Todo un método anti-estrés donde los haya. Además, si teneis problemas de visión o notáis como después de mirar tanto rato un punto fijo os duele la vista, podeís mirar al horizonte para daros un buen descanso visual.

Verde que te quiero verde. Los efectos derivados de la contemplación de un fondo azul pueden ser muy positivos en el organismo, pero esponerse al color verde también puede ayudar a prevenir el estrés. En esta ocasión fue la Universidad de Kansas (EEUU) quien concluyó en un esutdio que las personas que tienen plantas verdes en su entorno de trabajo sufren menos de ansiedad. La labor que realizamos al cuidarlas: regar, replantar, podar, humedecer, ecétera, también nos hace sentirnos más calmados y tranquilos.

Masajes relajantes: Prueba los masajes con aceites esenciales como el de canela. Para eso solo tienes que calentar unas cucharadas de aceite de almendra junto al aceite esencial de tu predilección. La menta y la lavanda van perfectos para esto de relajarse. Estas notas perfumada influirán de forma muy positiva sobre tu estado anímico... o sobre la persona que reciba el masaje. Aunque tú puedes dártelo a tí mismo en las sienes y/o detrás del cuello. 

Mmmmm sexo: Lo que no puedas arreglar con mindfullness, ni yoga, ni infusiones relajantes como la camomila, a lo mejor tiene solución en el dormitorio. No tienes más que dejarte llevar y disfrutar de una sesión de intensa actividad física con una buena recompensa final. Nada mejor que un ejercicio natural y sano que te ayude a sentirte más calmado y a segregar endorfinas para deshacerte del estrés y el nerviosismo.

Con los 8 mejores trucos para el estrés, serás capaz de afrontar la vida de otra manera. Nos gusta verte relajado, nos gusta verte bien.

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