¿Por qué nos da hipo?

Sabemos que es incómodo y molesto pero ¿sabes por qué nos da hipo?

Tener hipo puede ser muy incómodo, especialmente cuando dura demasiado tiempo y nada de lo que intentamos hacer para solucionarlo funciona. A todos nos han dado consejos absurdos para eliminar el hipo que hemos llevado a la práctica de forma desesperada, pero lo cierto es que casi nunca funcionan y al final acaba desapareciendo cuando nos olvidamos de él.

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Pero aunque todos hayamos pasado por esta situación, quizás te hayas preguntado qué hace que nos de hipo y por qué te está pasando a ti justo en ese momento.

¿Qué es exactamente el hipo?

El diafragma es uno de los músculos encargados de hacer que el aire que entra por nuestra boca y nuestra nariz llegue a los pulmones lo más rápido posible. El diafragma, situado debajo de los pulmones, se contrae y se expande conforme respiramos, cuando inhalamos y exhalamos. Pero quien se encarga de que el diafragma realice estos movimientos correctamente es el nervio frénico. Cuando este nervio se ve afectado por algo y envía señales extrañas que el diafragma no puede interpretar, aparece el hipo, creando unas contracciones y relajaciones extrañas en nuestro cuerpo.

Pero aunque el hipo pueda aparecer por si mismo debido a un error del nervio frénico, hay factores que hacen que esto ocurra con más facilidad, y pueden ser factores tanto físicos como psicológicos. Esto nos lleva a ver qué son las cosas que causan el hipo.

¿Qué hace que nos de hipo?

Comer demasiado y rápido. Comer mucho y muy rápido puede ser uno de los factores físicos que haga que aparezca el hipo. Al ingerir una gran cantidad de alimentos en poco tiempo podemos provocar que nuestra respiración se altere y que, ante este descontrol del diafragma, aparezca el hipo.

Abuso del alcohol. Beber mucho alcohol, especialmente cuando va acompañado de bebidas carbónicas, también puede hacer que nuestra respiración se descontrole y aparezca el hipo. Seguro que has visto que el hipo es algo muy común en las personas ebrias, ahora ya sabes la explicación.

Ansiedad. Es el principal factor psicológico que provoca el hipo. Cuando sufrimos ansiedad es muy habitual que el nervio frénico se descontrole y no pueda trabajar con normalidad, lo que se traduce en hipo.

Irritación del nervio frénico. Cuando nuestro hipo empieza a alargarse y llega a durar incluso varios días, debemos empezar a pensar que quizás exista una razón interna que lo esté provocando, más allá de los factores que hemos nombrado. Cuando se trata de factores como la comida, el alcohol o la ansiedad, el hipo suele desaparecer rápido. En cambio, si dura demasiado, podría significar que existe una irritación en el nervio frénico que está provocando el hipo.

¿Cómo quitar el hipo?

Seguro que has oído todo tipo de trucos para quitar el hipo y muchos no han funcionado. La próxima vez que tengas hipo, te aconsejamos probar con alguno de estos.

Bebe agua. A veces, beber un vaso grande de agua fría es suficiente para que nuestro cuerpo pare el hipo. Debes bebértelo de una vez y sin respirar en medio para que funcione. Este es el truco más sencillo, si no hace efecto, tendrás que recurrir a los otros.

Aguanta la respiración. También puede ser efectivo simplemente aguantar la respiración durante todo el tiempo que puedas. A algunas personas les basta con esto para olvidarse del hipo.

Respira dentro de una bolsa. Respirar dentro de una bolsa de papel hará que aumente el nivel de dióxido de carbono en tu sangre, lo que detendrá el hipo.

Come una rodaja de limón. Morder una rodaja de limón supondrá tal impacto para tu organismo que se distraerá del hipo. El sabor ácido del limón hará que tu organismo se centre en esa sensación y deje de lado el hipo.

Estiramientos. Este truco consiste en estirar el diafragma mediante una respiración lenta y pausada. Inhala lentamente hasta que ya no puedas inhalar más y luego mantén el aire en los pulmones durante 30 segundos. Ahora suéltalo muy lentamente hasta que se hayan vaciado por completo. Repite este ejercicio varias veces hasta que el hipo desaparezca. Probablemente, no necesitarás hacerlo más de cuatro veces.

Cierra todo. Cierra tus puños, los ojos y contrae todo lo que puedas mientras aspiras todo el aire que puedas contener lentamente. Mantén la respiración sin soltar el aire todo el tiempo que puedas mientras continúas cerrando todo. Cuando por fin sueltes el aire, tu cuerpo comenzará a jadear para recuperarse de haber estado sin respiración y esto hará que se olvide del hipo. 

Tose. Toser o incluso estornudar –aunque esto es más difícil de provocar intencionadamente– puede hacer efecto para quitar el hipo. Al sacudir tu cuerpo, puede que la respiración vuelva a su sitio.

La próxima vez que tengas hipo y te preguntes por qué da hipo, no te desesperes e intenta seguir estos consejos. Y si crees que tu hipo está durando demasiado, piensa que el récord mundial de hipo lo tiene Charles Osborne, un tipo que estuvo con hipo durante 68 años. ¿A que lo tuvo ahora no parece para tanto?