Consejos para estar en forma: 10 malos hábitos que debes abandonar para mejorar tu rutina de entrenamiento

Ya sea para perder peso o para ganar masa muscular, cada vez son más las personas que hacen ejercicio. Desean llevar un estilo de vida saludable y mantener su cuerpo en forma. Si quieres empezar tu propia rutina de ejercicios, quizá pienses que, aunque sea agotador, merece la pena intentarlo. Sin embargo, es muy fácil que la gente se forme y se aferre a malos hábitos que pueden ser perjudiciales tanto para su salud como para su rutina. De todos los consejos de fitness que existen tanto para culturistas expertos como para principiantes, hay algunos que aconsejan a la gente sobre cómo evitar que el entrenamiento sea más perjudicial que útil.

A continuación te mostramos 10 malos hábitos de entrenamiento que, si se te ocurren cuando haces ejercicio, ¡tienes que trabajar para romperlos!

Vídeos relacionados 1. No prestas la misma atención a todos los grupos musculares title

Hay una razón por la que la gente dice que demasiado de algo es malo para ti. Aunque está bien centrarse un poco más en grupos musculares específicos, no descuides el resto de los músculos de tu cuerpo.

Es cierto que no existe una norma definitiva sobre la cantidad de un determinado ejercicio que debe incluir en su rutina de entrenamiento; las necesidades o los objetivos de cada persona son diferentes. Incluso si quieres centrarte en determinados músculos, crear una rutina de entrenamiento para todo el cuerpo que incluya todos los grupos musculares en cierta medida garantiza que mantengas una composición corporal equilibrada.

2. Se compromete demasiado con su programa de entrenamiento title

Ser capaz de seguir un estricto programa de entrenamiento es admirable; demuestra disciplina y determinación para mantener una buena salud. Sin embargo, algunas personas pueden llevarlo demasiado lejos haciendo ejercicio todos los días "tanto como sea posible", lo que puede llevar a un agotamiento que les haga querer dejarlo por completo.

Pasar demasiado tiempo durante la semana haciendo ejercicio impide que tu cuerpo pueda descansar y recuperarse, dejándote incluso expuesto a importantes riesgos para la salud. Dale un respiro a tu cuerpo al menos unos días a la semana; cuanto más agotado esté tu cuerpo por entrenar demasiado, menos probable será que le encuentres algún beneficio.

3. Sigues un programa pensado para otra persona title

La composición corporal de cada persona es diferente, y algunas tienen necesidades y limitaciones distintas a las de otras. Aunque está bien inspirarse en los programas de entrenamiento de los demás, copiar al pie de la letra la rutina de otra persona puede no funcionarte. Esto es especialmente cierto si se trata de ejercicios que están muy por encima de tus capacidades. Para obtener los máximos resultados, lo mejor es ceñirse a su propio programa exclusivo adaptado a usted para maximizar los resultados para usted mismo.

4. Esperas que el progreso llegue demasiado rápido title

El entrenamiento nunca debe verse como una solución rápida; por mucho que te beneficie, ninguna cantidad de flexiones o peso muerto te convertirá mágicamente en una persona ultramusculosa de la noche a la mañana.

Hacer ejercicio es muy parecido a perfeccionar una habilidad, en el sentido de que, siendo realistas, se tarda bastante tiempo en empezar a ver resultados. Te sentirás muy decepcionado si esperas obtener resultados óptimos tras sólo una semana de entrenamiento. Sea paciente y persistente en su rutina de entrenamiento, y su progreso será más notable con el tiempo.

5. No estás en forma title

Incluso los ejercicios más sencillos pueden parecer difíciles -e incluso peligrosos- para tu cuerpo si no los haces correctamente. Una mala forma al hacer ejercicio somete a los músculos a una tensión desigual, lo que puede provocar distensiones o desgarros. En los casos más graves, puedes llegar a sufrir una lesión grave, como una luxación de muñeca o un esguince articular.

Si no eres capaz de mantener la forma correcta en un ejercicio determinado, no te presiones. Busca una alternativa más manejable o trabaja para corregir tu forma e inténtalo de nuevo más tarde.

6. Empiezas tu entrenamiento sin un plan title

El culturismo y la pérdida de peso son procesos lentos, pero el simple hecho de entrar en tu gimnasio local y subirte a máquinas al azar no los hará más rápidos. En todo caso, eso podría obstaculizar cualquier progreso potencial. La constancia es la clave; crea una rutina de entrenamiento que te funcione y cíñete a ella para obtener mejores resultados. Está bien cambiar ciertas partes de tu régimen, pero cambiarlo espontáneamente todos los días probablemente ralentizará tu progreso.

7. No utiliza la sobrecarga progresiva title

La primera vez que vas al gimnasio, quieres empezar con ejercicios más sencillos y pesos más ligeros. Sin embargo, una vez que dominas la forma y los ejercicios empiezan a parecerte demasiado fáciles, ¡es hora de cambiar!

La sobrecarga progresiva garantiza un progreso constante y evita que se estanque. La sobrecarga progresiva puede adoptar muchas formas, como en los siguientes ejemplos:

  • Aumentar la resistencia
  • Aumentar el número de series
  • Aumentar el número de repeticiones
  • Reducir el tiempo de descanso
  • Aumentar el número de ejercicios por entrenamiento
8. No controlas tu progreso title

Si has empezado a entrenar con un objetivo en mente, como perder peso o ganar masa muscular, deberías hacer un seguimiento de tus progresos. Hacerlo te permite ver cuánto te acercas a tu objetivo, cómo puedes mejorar y si necesitas ajustar alguna parte de tu rutina de entrenamiento. Este sentido de la orientación hará que sea mucho más probable que alcance su objetivo.

9. No disfrutas con tus entrenamientos title

Si te obligas a soportar una rutina de entrenamiento que te aburre o que, en general, te parece poco interesante, acabarás por perder la motivación y dejarla por completo. La mejor manera de evitar que tu rutina se vuelva aburrida o incluso pesada es añadir algo de variedad.

Si la idea de ir al gimnasio o hacer determinados ejercicios no le parece agradable, no se obligue a hacerlos. En lugar de eso, busca actividades que te gusten y que te ayuden a progresar hacia tus objetivos de forma física.

10. Te saltas el calentamiento y el enfriamiento title

El calentamiento es muy importante antes de hacer ejercicio porque aumenta el ritmo cardíaco y el flujo sanguíneo, permitiendo que los músculos reciban más oxígeno durante la rutina. Intentar saltar directamente a la rutina de entrenamiento sin calentar primero los músculos puede hacer que sea más fácil forzar los músculos o incluso sufrir lesiones durante el entrenamiento. Asimismo, el enfriamiento posterior es igual de importante, ya que permite que el cuerpo comience a recuperarse y a reponer energías para el resto del día.

Puede que algunos días le resulte incómodo seguir estas rutinas, pero sólo le llevarán cinco minutos. Es todo lo que se necesita para fomentar la flexibilidad y la movilidad y reducir el riesgo de lesiones.

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