Cinco beneficios del ejercicio físico para la salud mental

Cinco beneficios del ejercicio físico para la salud mental

¿Se pregunta cuáles son los beneficios del ejercicio para la salud mental? Bueno, los principales efectos secundarios son buenos: mejoras mentales, físicas y cognitivas. Estos beneficios pueden ser a menudo subestimados, ya que normalmente nos centramos en el impacto físico, pero cuando el ejercicio se realiza regularmente y con la intensidad adecuada puede ser increíblemente poderoso.

Sea cual sea el lugar en el que se haga el ejercicio; en una cancha, un campo, una pista de atletismo, una piscina o una cinta de correr en casa, cuando hacemos la cantidad adecuada, puede tener un impacto brillante en nuestro bienestar psicológico.

En este artículo, la psicóloga del deporte y el ejercicio, Josephine Perry, ofrece a Live Science sus ideas sobre cómo el ejercicio mejora nuestra salud mental y nuestro bienestar general.

Cinco beneficios del ejercicio físico para la salud mental

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) ¿Cómo ayuda el ejercicio a nuestra salud mental?

El ejercicio nos da estructura, propósito, energía y motivación. También es eficaz para alterar la forma en que procesamos y respondemos a nuestras emociones, reduce la cantidad de pensamientos excesivos y crea una resistencia emocional al estrés. Esto ayuda a reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, haciendo que nos comportemos de forma diferente, aumentando nuestra autoestima y reduciendo nuestros sentimientos de soledad al ser más sociales. Perry declaró a Live Science: "Como psicóloga del ejercicio, veo estos beneficios todo el tiempo con mis clientes. Incluso una sesión de 20 minutos puede suponer una gran diferencia en su día."

1. Reduce los síntomas de la depresión

La depresión es realmente difícil de manejar. No sólo hace que uno se sienta increíblemente decaído en los periodos en que la padece, sino que a largo plazo puede provocar una reducción de la calidad de vida y una menor esperanza de vida, ya que influye en el riesgo de desarrollar enfermedades físicas crónicas. Las opciones farmacéuticas no siempre son adecuadas, ya que menos de la mitad de los pacientes que toman antidepresivos tienen una respuesta clínica significativa. El ejercicio puede ser una valiosa alternativa.

En primer lugar, el ejercicio puede ayudar a prevenir los periodos depresivos. Un interesante estudio publicado en el American Journal of Psychiatry, en el que se analizó a más de 33.000 personas, sugirió que el 12% de los nuevos casos de depresión podrían evitarse si toda la población hiciera ejercicio durante al menos una hora a la semana. Si ya se ha diagnosticado la depresión, también se ha comprobado que el ejercicio es una forma eficaz de prevenir y reducir los síntomas, tanto en las formas graves como en las leves. En un estudio dirigido por la Universidad de Duke, los investigadores descubrieron que el ejercicio era tan eficaz como tomar antidepresivos, disminuyendo los síntomas depresivos en algunos hasta un 70%.

2. Ayuda a combatir la ansiedad

La ansiedad y la depresión suelen ir unidas, y se ha descubierto que el ejercicio también es beneficioso para la ansiedad. Un metaanálisis de 13 estudios distintos (publicado en la revista Depression and Anxiety Journal) puso de manifiesto que las personas que hacen mucho ejercicio están más protegidas contra los síntomas de la ansiedad que las que no lo hacen.

Los científicos creen que esto se debe a que afecta a los sistemas de amenaza de nuestro cuerpo. Los sistemas de amenaza, liderados por la amígdala (la parte de nuestro cerebro asociada al procesamiento emocional) escanean constantemente en busca de amenazas y, cuando detectan una, inundan el cuerpo de adrenalina y cortisol para ayudarnos a responder físicamente con la actividad más eficaz: Luchar, huir o congelarse.

Esto suele significar que tenemos un ritmo respiratorio más rápido, un aumento del flujo sanguíneo, un estómago que quiere vaciarse y unos músculos muy tensos. El ejercicio puede ser entonces una forma eficaz de relajar algunos de esos músculos, regular nuestros sistemas y distraer nuestra atención para que se reduzca el impacto fisiológico y psicológico de la ansiedad.

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3. Mejora nuestros comportamientos

Cuando se estudian los efectos del ejercicio en los niños, un aspecto especialmente interesante es cómo mejora su comportamiento. Los investigadores recogidos en el libro "Psicología de la actividad física: Determinantes, bienestar e intervención' han descubierto que mejora significativamente la forma en que los niños se comportan, de modo que cooperan mejor, son menos agresivos y asumen más responsabilidad por sus acciones. Esta mejora en la regulación del comportamiento es útil para todos, especialmente para aquellos que tienen algún déficit de la función ejecutiva como el TDAH.

4. Más conexión, menos soledad

Todos necesitamos tener un sentido de pertenencia y conexión con quienes nos rodean para sentirnos motivados y entusiasmados. Sin él, podemos luchar contra la soledad y lo que se conoce como anomia, una ruptura de los vínculos sociales. Se ha descubierto que el ejercicio es una forma brillante de mejorar la conexión. La actividad física regular da un sentido de estructura y propósito, por lo que es especialmente valiosa si se atraviesa una fase de transición en la vida. Los beneficios sociales a largo plazo también son grandes, ya que cuando uno es más activo y se relaciona con los demás, su calidad de vida aumenta, lo que, según los estudios, no sólo mejora la satisfacción vital, sino que también significa que se vive más tiempo.

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5. Mejora nuestra autoestima

Tu autoestima proviene de la discrepancia entre cómo desearías ser y cómo eres en realidad. Cuanto más cerca percibas que estás realmente de cómo te gustaría estar, mayor será tu autoestima. La autoestima es mayor en quienes hacen ejercicio con regularidad, ya que son capaces de ver que tienen una alta competencia motriz, un buen estado cardiovascular y una autopercepción más positiva. Todos estos elementos les ayudan a sentirse más cerca de la imagen ideal de sí mismos.

Una alta autoestima mejora nuestra salud mental en general, ya que crea una percepción más positiva de uno mismo, una mayor confianza en sí mismo y una mejor imagen corporal y de sí mismo. Dado que se ha descubierto que niñas de tan solo cinco años hablan de su insatisfacción con la forma y el tamaño de su cuerpo, es esencial centrarse en la autoestima desde el principio. Y sabemos que hacer este trabajo temprano funciona. Un estudio publicado en el Journal of Adolescent Health, que analizó los niveles de ejercicio de niños de nueve a once años, descubrió que la cantidad de ejercicio que hacían ahora podía predecir sus niveles de autoestima dos años después.

¿Cuánto ejercicio debemos hacer para mejorar la salud mental?

La cantidad de ejercicio necesaria para obtener los beneficios para la salud mental es probablemente menor de lo que imaginamos. Se trata de unos 150 minutos repartidos unas cinco veces por semana. Un estudio de psicología de la salud descubrió un efecto dosis-respuesta, lo que sugiere que algunas sesiones más largas tendrán un mayor impacto, por lo que no deberíamos limitarnos a cinco series de 30 minutos, sino mezclarlas y probar diferentes actividades. El impacto puede ser rápido, con una reducción de los síntomas incluso después de sólo seis semanas, pero es necesario continuar para asegurar una mejora a largo plazo.

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