¿Sudar mucho durante un entrenamiento significa que estoy quemando más calorías?

¿Sudar mucho durante un entrenamiento significa que estoy quemando más calorías?

Estás empapado de sudor después de una dura sesión de entrenamiento, ¿entonces todo ese sudor significa que estás quemando más calorías de lo normal? En cierto modo tiene sentido; sudar mucho significa claramente que estás haciendo un esfuerzo, y eso requiere energía extra. Pero, ¿sudar realmente quema calorías? Para desentrañar la ciencia y obtener respuestas, Health planteó esta pregunta a los expertos.

¿Qué provoca la sudoración?

En primer lugar, analicemos la finalidad de la transpiración: Tu cuerpo suda no para quemar calorías, sino para protegerte del sobrecalentamiento. "Sudando es como enfriamos el cuerpo durante el ejercicio u otro estrés por calor", dijo a Health el doctor Thad E. Wilson, profesor del departamento de fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kentucky. La investigación del Dr. Wilson se centra en las glándulas sudoríparas y el flujo sanguíneo de la piel.

Puede resultar difícil de creer, sobre todo cuando se está inmerso en un entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT), pero el ejercicio en sí no estimula la sudoración, afirma el Dr. Wilson. Más bien, el ejercicio provoca un aumento de la temperatura interna, que en última instancia le dice a su cuerpo que es hora de sudar para enfriarse.

Más sudor no significa más quema de calorías

Básicamente, sudar no afecta al número de calorías que se queman. Es cierto que se necesita energía para transportar físicamente los iones que permiten que el agua entre en las glándulas y se segregue en forma de sudor, pero no mucha. En otras palabras, se necesita algo de energía para sudar, pero no la suficiente para que cambie mucho cómo te sientes o lo que pesas.

El sudor es sólo una indicación de que tu cuerpo ha perdido agua, no grasa corporal, dijo a Health la especialista en ejercicio Gabbi Berkow, una entrenadora personal certificada que tiene su maestría en fisiología del ejercicio.

La actividad física, en general, quema calorías. Cuanto más intensamente utilices los grandes grupos musculares, más calorías consumirá tu cuerpo, y más calor (y sudor) generará, afirma el Dr. Wilson.

Esta quema de calorías es más significativa durante un entrenamiento aeróbico que durante un entrenamiento con pesas. Pero si estás haciendo un entrenamiento con pesas o de intervalos y descansas entre series, puede que tengas que secarte menos con la toalla. "Eso no significa que no hayas hecho un buen ejercicio, que no hayas quemado calorías o que no te hayas fortalecido, sólo significa que la temperatura de tu cuerpo no ha subido tanto", dice Berkow.

La cantidad de sudor es una forma inexacta de medir la quema de calorías: "Sudar a mares no refleja necesariamente un buen entrenamiento", afirma Berkow, "sudar mucho significa que el cuerpo se ha calentado mucho durante el entrenamiento y necesita refrescarse".

Cada persona suda a un ritmo diferente

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El hecho de que sudes tanto que podrías fregar el suelo mientras tu amigo apenas brilla no significa gran cosa: "Existen enormes variaciones individuales en la capacidad de sudar", afirma el Dr. Wilson. Si estás aclimatado al calor, es probable que sudes más al principio porque tu cuerpo sabe cómo enfriarse de forma eficaz. Además, cada persona empieza a sudar a una temperatura distinta.

Hay que tener en cuenta que a veces el cuerpo suda demasiado, como ocurre con las personas que padecen una enfermedad llamada hiperhidrosis, según Yale Medicine. En la hiperhidrosis, los dos a cuatro millones de glándulas sudoríparas del cuerpo están hiperactivas, provocando una sudoración profusa cuando otras personas sudan poco (o nada). Las personas con esta afección sudan mucho incluso cuando el tiempo es fresco o el nivel de actividad física es bajo. Un profesional sanitario puede ayudar a identificar los tratamientos que pueden ser útiles.

Pruébelo

¿Aún no te lo crees? Te propongo un experimento: Salga a las 2 de la tarde bajo el sol en un día intempestivamente cálido y probablemente sudará más que en ese mismo paseo en un día intempestivamente frío y oscuro, pero quemará básicamente la misma cantidad de calorías.

Si realmente quieres saber con qué intensidad estás entrenando, controla tu frecuencia cardiaca. Para ello necesitas un equipo especial, como un pulsómetro, un dispositivo de seguimiento de la salud o una aplicación.

Puedes controlar tu frecuencia cardiaca comprobando el pulso en la arteria carótida del cuello o en la arteria radial de la muñeca, según Medline Plus de la Biblioteca Nacional de Medicina. Cuenta el número de pulsaciones durante 10 segundos y multiplícalo por seis para obtener la frecuencia cardiaca en pulsaciones por minuto.

Si no dispone de ellos, puntúese en la escala del Índice de Esfuerzo Percibido (RPE), sugiere Berkow. Lo único que tienes que hacer es puntuar la dificultad del ejercicio en una escala del 1 al 10. No sabrás las cifras exactas, pero podrás comparar distintos ejercicios. No sabrás los números exactos, pero podrás comparar diferentes entrenamientos y hacerte una idea de cuándo te lo estás tomando con más calma de lo habitual y cuándo estás arrasando.

Un repaso rápido

Sea cual sea su nivel de sudoración, recuerde que el nivel de sudoración no equivale a más calorías quemadas. Pero, en general, cuanto más intenso sea el ejercicio, más calorías quemará su cuerpo y más calor (y sudor) liberará.

5 cosas que debes saber sobre tu metabolismo y cómo aprovecharlo

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