Existe un sorprendente vínculo entre la política y las dietas ceto y vegana en EEUU
Llevamos aproximadamente un mes en 2023, lo que significa que para la mayoría de nosotros los propósitos de Año Nuevo de "ponerse en forma" no son más que recuerdos lejanos, nebulosos y esperanzadores. No pasa nada. Se hicieron con brillante optimismo y lágrimas de alegría entre nuestros seres más cercanos y queridos mientras nos inundábamos de champán, y todos somos culpables de caer en el mágico Pollyannaism de todo ello. Pero ahora que las luces centelleantes se han apagado y que nuestros árboles de Navidad, antes alegres, se alinean en la acera para el día de recogida de la basura, la mayoría de nosotros hemos vuelto a la realidad. Una realidad que probablemente siga llena de pizza y donuts, a pesar de nuestras mejores intenciones.
Pero si eres uno de los pocos disciplinados, uno de los estoicos soldados que lograron pasar las dos primeras semanas de enero sin un Big Mac, resulta que el lugar donde vives -e incluso tu afiliación política- puede tener mucho que ver con la dieta que sigues.
Un estudio reciente de Chefspencil.com muestra la popularidad en Google de las dietas vegana y ceto en diferentes partes del país. A continuación se muestran dos mapas de los Estados Unidos. El primer mapa representa los estados de la nación dominados por republicanos (rojo) y demócratas (azul). El segundo mapa revela qué estados prefieren la dieta vegana, frente a los que prefieren Keto. Los dos mapas no son idénticos, pero la correlación entre los estados rojos que favorecen la dieta Keto, y los estados azules, Vegan, es bastante impactante.
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Por supuesto, hay muchos factores que contribuyen a ello. Un votante azul, estadísticamente, es más probable que caiga del lado de los derechos de los animales y el activismo y por lo tanto puede comer una dieta vegana únicamente por estas razones. Los demócratas también tienden a vivir en ciudades más grandes y costeras, donde hay una plétora de tiendas preocupadas por la salud como Whole Foods, Sprouts y Trader Joe's. En las grandes ciudades, uno es lo suficientemente privilegiado como para ser exigente, con ingredientes veganos a veces difíciles de encontrar a la venta en cada esquina.
En los estados rojos, las comunidades agrícolas están muy extendidas, y recursos como la carne de vacuno están fácilmente disponibles. Deportes como la caza y la pesca son más populares en los estados conservadores, y en muchos casos es más fácil eliminar el almidón que las proteínas. A muchas personas que viven en el Medio Oeste, por ejemplo, les resulta mucho más fácil eliminar las patatas de su dieta de carne y patatas.
También hay que decir que los estados más azules son, estadísticamente, mucho más sanos que los rojos. Las tasas de obesidad son sustancialmente más bajas, y se presta más atención a la salud y el bienestar general que a la pérdida de peso. Las dos dietas comparadas representan bastante bien estas dos mentalidades. Los que siguen una dieta vegana tienden a centrarse más en la salud en su conjunto, realizando más actividad física y centrándose tanto en la salud mental como en la corporal. Mientras que los que siguen la dieta ceto tienden a estar más preocupados por simplemente bajar el número en la báscula del baño. Se han realizado innumerables estudios que demuestran lo poco saludable que es la dieta ceto, pero sigue siendo muy popular, especialmente en los estados rojos.
Por supuesto, elijas la forma que elijas para deshacerte de esos kilos de la hibernación invernal, hazlo con una mentalidad saludable y toma decisiones inteligentes para tu cuerpo, sin importar la forma de dieta (o la falta de ella) que eso signifique. Eso sí, asegúrate de no hacer ruido. De lo contrario, todo el mundo sabrá a quién has votado.
