Ejercicios respiratorios para el asma grave

Respirar es algo que la mayoría de la gente da por sentado, excepto los que padecen asma grave. El asma estrecha las vías respiratorias de los pulmones hasta el punto de que puede ser difícil recuperar el aliento.

Medicamentos como los corticoides inhalados y los beta-agonistas abren las vías respiratorias para facilitar la respiración. Sin embargo, para algunas personas con asma grave, estos medicamentos pueden no ser suficientes para controlar los síntomas.

Si buscas algo para complementar tu tratamiento farmacológico, puedes probar con ejercicios de respiración.

Hasta hace poco, los médicos no recomendaban los ejercicios de respiración para el asma simplemente porque no había suficientes pruebas que demostraran que funcionaban. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que estos ejercicios podrían ayudar a mejorar la respiración y la calidad de vida.

Según las pruebas actuales, los ejercicios de respiración pueden tener valor como terapia complementaria a la medicación y a otros tratamientos estándar del asma.

A continuación se presentan seis ejercicios de respiración diferentes para el asma. Algunas de estas técnicas son más eficaces que otras para aliviar los síntomas del asma.

1. La respiración diafragmática

El diafragma es el músculo en forma de cúpula que se encuentra debajo de los pulmones y que le ayuda a respirar. En la respiración diafragmática, se aprende a respirar desde la región que rodea al diafragma, en lugar de hacerlo desde el pecho. Esta técnica ayuda a fortalecer el diafragma, ralentizar la respiración y reducir las necesidades de oxígeno del cuerpo.

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Para practicar la respiración diafragmática:

  1. Túmbese de espaldas con las rodillas dobladas y una almohada bajo las rodillas, o siéntese recto en una silla.
  2. Coloca una mano en la parte superior del pecho y la otra en el estómago.
  3. Inspire lentamente por la nariz. La mano del estómago debe moverse, mientras que la del pecho permanece quieta.
  4. Exhale lentamente por los labios fruncidos.

Sigue practicando esta técnica hasta que seas capaz de inspirar y espirar sin que el pecho se mueva.

2. Respiración nasal

Algunos estudios han relacionado la respiración por la boca con síntomas de asma más graves. La ventaja de respirar por la nariz es que añade calor y humedad al aire, lo que puede ayudar a reducir los síntomas del asma.

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3. El método Papworth

El método Papworth existe desde la década de 1960. Combina varios tipos de respiración con técnicas de entrenamiento de la relajación. Enseña a respirar lenta y constantemente desde el diafragma y por la nariz.

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También se aprende a controlar el estrés para que no afecte a la respiración. Las investigaciones han descubierto que esta técnica ayuda a aliviar los síntomas respiratorios y a mejorar la calidad de vida de las personas con asma.

4. La respiración Buteyko

La respiración Buteyko lleva el nombre de su creador, Konstantin Buteyko, un médico ucraniano que desarrolló la técnica durante la década de 1950. La idea que subyace es que las personas tienden a hiperventilar, es decir, a respirar más rápido y profundamente de lo necesario. La respiración rápida puede aumentar los síntomas, como la falta de aire, en las personas asmáticas.

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La respiración Buteyko utiliza una serie de ejercicios para enseñar a respirar más lenta y profundamente. Los estudios que evalúan su eficacia han mostrado resultados mixtos. El Buteyko puede mejorar los síntomas del asma y reducir la necesidad de medicación, aunque no parece mejorar la función pulmonar.

5. Respiración con los labios fruncidos

La respiración con los labios fruncidos es una técnica utilizada para aliviar la falta de aire. Para practicarla, primero hay que inspirar lentamente por la nariz con la boca cerrada. A continuación, se fruncen los labios como si se fuera a silbar. Por último, exhala a través de los labios fruncidos contando hasta cuatro.

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6. La respiración del yoga

El yoga es un programa de ejercicios que combina el movimiento con la respiración profunda. Unos pequeños estudios han descubierto que utilizar el mismo tipo de respiración profunda controlada que en el yoga puede ayudar a mejorar los síntomas del asma y la función pulmonar.

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¿Deberías probar los ejercicios de respiración?

Aprender estos ejercicios de respiración y practicarlos con regularidad puede ayudarte a controlar mejor los síntomas del asma. También pueden permitirte reducir el uso de la medicación para el asma. Sin embargo, ni siquiera los ejercicios de respiración más eficaces pueden sustituir el tratamiento del asma por completo.

Habla con tu médico antes de probar cualquiera de estos ejercicios respiratorios para asegurarte de que son seguros para ti. Pida a su médico que le recomiende un terapeuta respiratorio que pueda enseñarle a realizar estos ejercicios de forma segura y eficaz.

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