¿Cuáles son los distintos tipos de bloqueo cardíaco?

El bloqueo cardíaco es una interrupción de la actividad eléctrica del corazón. Existen tres tipos de bloqueo cardíaco, cuya gravedad varía desde lo inofensivo hasta lo potencialmente mortal.

El bloqueo cardíaco es un problema del sistema eléctrico del corazón. Se refiere a un bloqueo o interferencia con las señales eléctricas que viajan desde las cámaras superiores del corazón (aurículas) hasta las cámaras inferiores (ventrículos), que bombean la sangre hacia los pulmones y el resto del cuerpo.

Hay tres tipos diferentes de bloqueo cardíaco y se clasifican según su gravedad. Las opciones de tratamiento varían en función del tipo de bloqueo cardíaco y de los síntomas que pueda experimentar. Si es necesario un tratamiento, es necesario un diagnóstico y un tratamiento adecuados para evitar complicaciones graves a largo plazo.

Aunque el bloqueo cardíaco no siempre se puede prevenir, tomar medidas para mejorar la salud del corazón puede reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Bloqueo cardíaco de primer grado

El bloqueo cardíaco de primer grado es la forma más leve de bloqueo cardíaco. Con este tipo de bloqueo cardíaco, las señales eléctricas del corazón se ralentizan en su recorrido entre las aurículas y los ventrículos. Aunque esta alteración puede diagnosticarse con un electrocardiograma (ECG), es posible que no se perciba ningún síntoma.

El bloqueo cardíaco de primer grado rara vez evoluciona a un bloqueo cardíaco más avanzado y no suele requerir tratamiento. Puede haber riesgo de complicaciones, como el desarrollo de una alteración del ritmo cardíaco (arritmia), que puede requerir medicamentos o dispositivos para su tratamiento.

Un estudio de 2021 sugirió que los factores de riesgo del bloqueo cardíaco incluyen:

  • ser mayor
  • ser hombre
  • tener un trastorno metabólico, como la diabetes
  • tener hipertensión y un índice de masa corporal (IMC) elevado

Bloqueo cardíaco de segundo grado

El diagnóstico de bloqueo cardíaco de segundo grado significa que hay interrupciones ocasionales en las señales eléctricas que viajan entre las aurículas y los ventrículos. El bloqueo cardíaco de segundo grado se divide en dos tipos:

  • Mobitz tipo I: Las señales se mueven cada vez más lentamente entre los latidos. Con el tiempo, un latido se cae.
  • Mobitz tipo II: Con este tipo de bloqueo cardíaco, las señales eléctricas pueden no llegar a los ventrículos, lo que provoca una caída aleatoria de los latidos. Sin embargo, no hay una ralentización constante de la actividad eléctrica que lleve a la interrupción de las señales.

El tipo I de Mobitz puede no presentar síntomas perceptibles, aunque puede notar que su corazón se salta un latido o que se producen otros cambios en el ritmo cardíaco. Este tipo de bloqueo cardíaco de segundo grado no suele evolucionar hacia un bloqueo cardíaco de tercer grado.

En el caso del Mobitz tipo II, los síntomas pueden incluir:

  • dolor en el pecho
  • desmayo (síncope)
  • fatiga
  • palpitaciones, o la sensación de que el corazón se salta los latidos
  • falta de aliento

Llame al 911 o acuda a un servicio de urgencias si tiene alguno de estos síntomas.

El tipo II de Mobitz suele desarrollarse en personas con una enfermedad cardíaca estructural, como una valvulopatía, o un defecto cardíaco congénito, como una comunicación interauricular. El tipo II de Mobitz suele evolucionar a un bloqueo cardíaco de tercer grado, que a veces se denomina bloqueo cardíaco completo y requiere tratamiento.

Bloqueo cardíaco de tercer grado

El bloqueo cardíaco de tercer grado es el tipo más grave de bloqueo cardíaco.

Las señales eléctricas dejan de pasar de las aurículas a los ventrículos. Esta pérdida completa de comunicación entre las cámaras superiores e inferiores del corazón puede ser mortal. El bloqueo cardíaco de tercer grado es una emergencia médica.

Los síntomas del bloqueo cardíaco de tercer grado pueden incluir:

  • dolor en el pecho
  • mareos
  • cansancio extremo
  • ritmo cardíaco irregular
  • dificultad para respirar
  • desmayos

Estos síntomas pueden poner en peligro la vida y requieren atención médica inmediata.

¿Cómo se diagnostican y tratan los distintos tipos de bloqueo cardíaco?

Un ECG registra la actividad eléctrica del corazón y es necesario para diagnosticar y diferenciar los distintos tipos de bloqueo cardíaco. Estos resultados pueden indicar un bloqueo cardíaco de primer o segundo grado (tipo I de Mobitz).

Un ECG también puede revelar si hay interrupciones en la actividad eléctrica (Mobitz tipo II) o si las señales eléctricas ya no viajan de las aurículas a los ventrículos (bloqueo cardíaco de tercer grado).

Un diagnóstico exhaustivo también incluirá:

  • una revisión de su historial médico personal y familiar
  • una revisión de los síntomas y medicamentos actuales
  • una exploración física, que incluye la auscultación del corazón y los pulmones con un estetoscopio

Si un ECG en la consulta no detecta cambios en la actividad eléctrica del corazón, puede ser necesario un ECG móvil de 24 horas, como un monitor Holter. En algunos casos, puede ser adecuado un registrador de bucle implantable. Este dispositivo se coloca en el pecho para registrar la actividad eléctrica durante un máximo de 3 años.

Opciones de tratamiento

Independientemente del tipo de bloqueo cardíaco, debe tratarse cualquier medicamento o causa reversible que pueda estar contribuyendo al bloqueo cardíaco.

¿Qué puede empeorar el bloqueo cardíaco?

Ciertos medicamentos y condiciones podrían aumentar o empeorar su bloqueo cardíaco. Entre ellos se encuentran:

  • medicamentos como los betabloqueantes y algunos antagonistas del calcio
  • enfermedad de Lyme
  • hipotiroidismo
  • apnea del sueño
  • alteraciones electrolíticas
  • artritis reumatoide

Abordar estos problemas podría ayudar a minimizar su condición de bloqueo cardíaco.

El bloqueo cardíaco de primer grado y el de segundo grado tipo I de Mobitz no suelen requerir tratamiento. Sin embargo, si causan síntomas importantes o corren el riesgo de progresar, puede recomendarse un marcapasos.

El bloqueo cardíaco de tercer grado es una emergencia médica y puede requerir la estabilización con medicamentos como atropina, dopamina y epinefrina.

Para una solución temporal, a veces se realiza una estimulación transcutánea. Se trata de colocar electrodos en el pecho para enviar señales eléctricas al corazón. El objetivo es restablecer un ritmo cardíaco regular hasta que se disponga de una solución más permanente.

En algunos casos, el médico colocará un marcapasos transvenoso hasta que se aborde una causa reversible o se pueda colocar un marcapasos permanente, si es necesario.

La opción de tratamiento a largo plazo para el bloqueo cardíaco de segundo grado (Mobitz tipo II) y el bloqueo cardíaco de tercer grado suele ser un marcapasos. Este pequeño dispositivo, alimentado por pilas, se implanta en el pecho con cables (llamados cables) que llegan al corazón y ayudan a que éste lata a una frecuencia y ritmo normales.

¿Cuáles son las complicaciones?

El bloqueo cardíaco de primer grado y el bloqueo cardíaco de segundo grado (Mobitz tipo I) no suelen provocar complicaciones graves.

Dependiendo del tipo y la gravedad de la alteración de la conducción, los medicamentos o un dispositivo implantado (marcapasos) pueden ser suficientes para controlar la afección.

Dado que existe un mayor riesgo de desmayo con el bloqueo cardíaco de segundo y tercer grado, las complicaciones como las lesiones en la cabeza y las caídas son mucho más probables.

El paro cardíaco súbito, que suele ser mortal, es una complicación potencial del bloqueo cardíaco de segundo grado (Mobitz tipo II) y del bloqueo cardíaco de tercer grado. El bloqueo cardíaco de tercer grado también puede provocar un bajo gasto cardíaco. Se trata de un estado en el que el corazón no es capaz de bombear eficazmente la sangre al organismo.

¿Qué puede hacer para reducir el riesgo de bloqueo cardíaco?

El bloqueo cardíaco suele desarrollarse cuando se ha producido algún daño en el corazón, a causa de una cicatrización relacionada con la edad, un ataque cardíaco o una enfermedad cardíaca estructural. Aunque no se puede prevenir un defecto cardíaco congénito, es posible reducir el riesgo de bloqueo cardíaco protegiendo la salud del corazón con algunas de estas estrategias:

  • Haga ejercicio con regularidad: Realice al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad moderada o 75 minutos semanales de ejercicio vigoroso.
  • Lleve una dieta saludable para el corazón: Siga un plan de alimentación saludable para el corazón, como la dieta mediterránea o la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension).
  • Deje de Fumar: Fumar puede afectar negativamente a su corazón de muchas maneras. Puede aumentar el riesgo de hipertensión, arritmia y aterosclerosis. Con el tiempo, estas condiciones pueden conducir a una enfermedad cardíaca.
  • Controle el estrés: Intenta mantener tus niveles de estrés bajo control con técnicas saludables de gestión del estrés, como la meditación, las técnicas de respiración, el ejercicio, el yoga o el tai chi.
  • Da prioridad al sueño: Dormir de 7 a 9 horas cada noche.
  • Minimizar el consumo de alcohol: Suprima el alcohol o limite su consumo a más de una bebida al día en el caso de las mujeres y a dos en el de los hombres.
  • Vigile los indicadores importantes de la salud del corazón: Trabaje con un profesional de la salud para mantener sus niveles de presión arterial, colesterol y glucosa en sangre dentro de los límites saludables. Además, hágase un chequeo de su IMC para asegurarse de que tiene un peso moderado.

Conclusión

El bloqueo cardíaco es una interrupción del sistema eléctrico del corazón. Esta afección puede variar desde la ausencia de síntomas y la no necesidad de tratamiento, hasta una afección que pone en peligro la vida y requiere atención de emergencia.

Aunque no todos los tipos de bloqueos cardíacos se pueden prevenir, puede reducir el riesgo y mantener la salud de su corazón haciendo cambios en su estilo de vida, como hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta saludable para el corazón y no fumar.

También es importante que trabajes con tu médico para asegurarte de que tus niveles de presión arterial, colesterol, glucosa en sangre e IMC se mantienen dentro de un rango saludable.

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