Correr puede ser una experiencia agradable, pero también es más duro que el asfalto

Correr puede ser una experiencia agradable, pero también es más duro que el asfaltoCorrer en la playa puede ser una experiencia tranquila y hermosa. También puede ayudarte a ser un corredor más fuerte. Las investigaciones han demostrado que correr en la playa puede mejorar la resistencia cardiovascular y la velocidad de carrera.

Correr sobre arena, especialmente seca, es más duro que hacerlo sobre asfalto. Así que en la playa trabajarás más duro. Pero poder meterte en el agua al terminar hará que merezca la pena el esfuerzo. Prepárate con estos consejos de seguridad antes de salir.

Arrancar en arena mojada
Correr puede ser una experiencia agradable, pero también es más duro que el asfalto
Blend Images - Erik Isakson/Brand X Pictures/Getty Images

Si eres nuevo en esto de correr por la playa, empieza por arena húmeda y firme. Es mucho más fácil correr sobre ella que sobre la arena blanda y seca. Por esta razón, la marea baja es un buen momento para correr por la playa.

Si no está seguro de cuándo baja la marea, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ofrece una página de búsqueda en línea de predicciones de mareas. Te dirá aproximadamente a qué hora baja la marea en función de tu ubicación geográfica.

Cuando te acostumbres a correr sobre arena húmeda, añade poco a poco intervalos de 2 ó 3 minutos sobre arena más blanda, volviendo a la arena húmeda entre medias. Cuando empieces a acostumbrarte a correr sobre arena seca, empieza a correr sobre ella durante tramos más largos.

Pégate al suelo llano
Correr puede ser una experiencia agradable, pero también es más duro que el asfalto

urf / Getty Images

Correr por una playa en pendiente puede provocar lesiones. También es mucho más fácil caerse y lesionarse cuando se corre sobre una superficie inclinada. Por lo tanto, es mejor correr en playas relativamente llanas.

Si piensas correr durante tus vacaciones, busca en Internet "las mejores playas para correr" seguido del lugar que vayas a visitar. Esto puede ayudarte a identificar algunas de las playas más llanas que otros corredores prefieren en esa zona.

No esperes correr a tu ritmo habitual

Correr por la playa es más duro que hacerlo por el asfalto o en una cinta. No solo aumenta tu frecuencia cardiaca de forma más significativa, sino que también incrementa enormemente tu carga de entrenamiento.

No te excedas intentando mantener un ritmo de carrera demasiado alto. Empieza despacio y, a medida que te acostumbres a correr por la arena, podrás aumentar el ritmo con el tiempo.

Manténgase hidratado
Correr puede ser una experiencia agradable, pero también es más duro que el asfalto
Corredor bebiendo agua. Foto de George Doyle

Para evitar la deshidratación y otras enfermedades relacionadas con el calor, asegúrate de hidratarte correctamente. Para ello, asegúrate de disponer de abundante agua antes, durante y después de tus carreras por la playa.

La Academia Nacional de Medicina Deportiva (NASM) recomienda:

  • Antes del ejercicio: 14 a 22 onzas de líquidos aproximadamente 2 horas antes de la actividad física
  • Durante el ejercicio6 a 12 onzas de agua o bebida deportiva cada 15 a 20 minutos
  • Después del ejercicio: De 16 a 24 onzas de agua o bebida deportiva por cada libra perdida durante la sesión de ejercicio (lo que requiere que te peses antes de salir a correr)

La sed no siempre es el mejor indicador de cuándo necesitas beber, porque generalmente no aparece durante el ejercicio hasta que has perdido alrededor del 2% de tu masa corporal. Eso significa que ya estás deshidratado.

Si no hay fuentes de agua en el camino, lleva contigo una botella de agua o algo de dinero para comprar agua embotellada en una tienda cercana a la playa.

Empieza a correr descalzo
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Correr descalzo. Foto (c) Cameron Spencer / Getty images

Correr descalzo es una buena forma de fortalecer los pies. Pero como estamos acostumbrados a llevar zapatos todo el tiempo, nuestros pies no son todo lo fuertes que podrían ser.

Si empiezas a correr descalzo por la playa demasiado rápido o con demasiada frecuencia, podrías lesionarte. Correr sin calzado de apoyo sobre la arena puede provocar o empeorar la fascitis plantar, los esguinces de tobillo o las lesiones en el tendón de Aquiles.

Si realmente quieres correr descalzo por la arena, empieza con carreras cortas -de unos 15 minutos- para fortalecer los pies. Y, por supuesto, ten cuidado con los cristales rotos y las conchas marinas.

Proteja su piel

Correr por la playa suele significar exponerse a la luz solar directa, así que asegúrate de ponerte protector solar. Así evitarás quemarte y te protegerás del envejecimiento de la piel inducido por el sol y del cáncer de piel.

La American Academy of Dermatology Association recomienda elegir un protector solar de amplio espectro con un FPS de 30 o superior que sea resistente al agua. Llevar ropa que proteja del sol también puede ayudar.

Además, intenta evitar correr entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando la intensidad del sol es máxima (incluso en invierno). La arena refleja el sol, lo que aumenta el riesgo de quemaduras.

Tener un par de zapatillas para correr en la playa
Correr puede ser una experiencia agradable, pero también es más duro que el asfalto

Getty

No existen zapatillas específicas para correr por la playa, pero es mejor que dediques un par de tus zapatillas a correr por la playa. Así no tendrás que preocuparte de quitarte la arena de las zapatillas después de correr.

También pueden mojarse, por lo que te conviene tener dos pares a mano si piensas correr en la playa con regularidad. No querrás tener que esperar a que se sequen para volver a la arena.

Hacer ejercicio descalzo: Ventajas e inconvenientes

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