¿Tienes dificultades para llegar a tu mat? Aquí te mostramos cómo hacer del yoga un hábito.

¿Tienes dificultades para llegar a tu mat? Aquí te mostramos cómo hacer del yoga un hábito.

Muchos de nosotros queremos comenzar cada día con más propósito. En lugar de eso, la alarma te arrastra fuera del sueño con apenas tiempo suficiente para tragar un poco de café mientras corres hacia el trabajo. Cuando tu día continúa de esa manera, encontrar tiempo para practicar yoga puede perderse fácilmente en la vorágine de responsabilidades que llamas vida. Si no tienes tiempo para hacerlo bien, te dices a ti mismo, ¿por qué molestarse en hacerlo en absoluto?

Y allí se va tu compromiso de practicar yoga de manera regular.

Cómo hacer del yoga un hábito

Considera lo que significa cuando el hábito en cuestión es tu práctica regular de yoga, ya sea moviéndote en tu mat, tomando tiempo para trabajar en la respiración consciente o meditando.

Small actions, repeated consistently over time, create noticeable change. Second, successful habit formation is about supportive systems, not end goals. And finally, sticking to habits that confirm your identity.

¿Tienes dificultades para llegar a tu mat? Aquí te mostramos cómo hacer del yoga un hábito.

Tener una práctica de yoga significa, simplemente, aparecer en tu mat una y otra vez, sin aferrarte a las expectativas sobre cómo debería lucir o sentirse tu práctica. Pero, ¿cómo conviertes una intención en un hábito sostenible?

Las sugerencias claras y respaldadas por la investigación para cambiar el comportamiento lo hacen sencillo.

  1. Hazlo Obvio

    Esto se trata de darte pistas que te recuerden hacer el comportamiento. Cuantas más pistas tengas para recordarte tu deseo de practicar, más probable es que lo hagas.

    Tu práctica de yoga se vuelve difícil de ignorar cuando literalmente tienes que caminar sobre tu mat para llegar a la cocina por la mañana o irte a la cama por la noche. En lugar de guardar tu mat y cualquier accesorio en un armario, mantenlos donde no puedas evitar verlos, ya sea al final de tu cama o en un rincón de la sala. Programa tiempo para tu práctica en tu calendario como lo harías con cualquier otro compromiso, incluso si solo puedes gestionar 15 minutos en un día determinado. Quizás pegues una nota recordatoria en tu espejo del baño o en tu nevera.

    Otra forma de fomentar el comportamiento cambiado es el ''habit stacking''. Esto significa atar tu nuevo hábito deseado a uno existente, lo que puede ayudar a automatizar tu comportamiento. Por ejemplo, considera programar tu práctica junto a un punto recurrente en tu día.

  2. Hazlo Atractivo

    Esto se basa en la inclinación humana fundamental de querer hacer algo porque te atrae.

    Muchos de nosotros cometemos el error de obligarnos a practicar el tipo de yoga que deberíamos tener: las poses y estilos que pensamos que necesitamos en lugar de lo que realmente queremos. Pero es aún más fácil inventar excusas para no practicar cuando no esperas con ansias la experiencia.

  3. Hazlo Fácil

    Uno de los errores más grandes que tendemos a cometer al crear una práctica en casa o al comenzar cualquier nuevo hábito es empezar demasiado grande. Por ejemplo, imaginar que nuestra práctica requiere un ritual elaborado y que toma mucho tiempo.

    Al igual que los pequeños átomos son los bloques de construcción de nuestro universo, los pequeños hábitos construyen grandes cambios. Así que comienza con 2 minutos de estiramiento por la mañana, cinco respiraciones lentas antes de cada reunión o tarea abrumadora, o una pose restaurativa antes de dormir (que incluso podrías practicar en la cama).

  4. Hazlo Satisfactorio

    El refuerzo positivo ayuda a que cualquier nuevo hábito se mantenga. Sabes que te sentirás mejor después de practicar yoga, pero para un refuerzo adicional, intenta retrasar algo indulgente, ya sea tu café de la mañana o tu desplazamiento en redes sociales, hasta después de tu práctica.

    Comienza ahora encontrando una manera de incluir tu comportamiento cambiado en la vida que realmente tienes. Sé el tipo de persona que se presenta a sí misma cada día, incluso si es solo por un minuto, una pose, un día, o una respiración consciente.

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