¿Se puede tener una carencia de hierro sin anemia?

El hierro es un mineral importante para la salud de los glóbulos rojos. Sin suficiente hierro, se corre un mayor riesgo de desarrollar anemia. Sin embargo, también es posible tener una carencia de hierro sin anemia.

La carencia de hierro es la causa más frecuente de anemia. La anemia se produce cuando el nivel de glóbulos rojos es demasiado bajo, lo que puede causar fatiga y debilidad. La anemia ferropénica afecta a cerca del 20% de la población mundial.

El hierro es un mineral que el organismo necesita para producir glóbulos rojos sanos. Sin suficiente hierro, el cuerpo no puede producir suficientes glóbulos rojos.

También es posible tener una carencia de hierro sin anemia, aunque puede evolucionar a anemia. Un estudio estima que la ferropenia sin anemia es en realidad tres veces más frecuente que la anemia ferropénica.

La ferropenia con y sin anemia son afecciones prevenibles y tratables. En este artículo se examinan con más detalle los signos y síntomas de la ferropenia sin anemia, quiénes corren riesgo de padecerla y cómo se trata.

Síntomas de carencia de hierro sin anemia

Una carencia de hierro puede causar algunos de los mismos síntomas que la anemia ferropénica. La única forma de saberlo con seguridad es mediante un análisis de sangre.

Los síntomas más comunes de la carencia de hierro son

  • dificultad para concentrarse o enfocar
  • sensación de cansancio o letargo
  • cambios de humor
  • sensación de debilidad, sobre todo al realizar una actividad

Si notas alguno de estos síntomas, es conveniente que hables con tu médico. Puede pedirle análisis de sangre para saber más. Los análisis de sangre medirán sus niveles de hierro y también podrán determinar si los niveles bajos de hierro han causado anemia ferropénica.

Los niveles de hierro en el organismo pueden tardar varias semanas en descender por debajo de lo normal. Si existen múltiples factores que afectan a su capacidad para obtener suficiente hierro, las reservas de hierro de su organismo pueden agotarse más rápidamente.

¿Cuáles son las causas de la falta de hierro?

La carencia de hierro tiene diferentes causas. A veces es una combinación de factores.

Las causas más comunes de la carencia de hierro son

  • bajo consumo de hierro procedente de alimentos o suplementos
  • aumento de las necesidades de hierro
  • absorción deficiente de hierro

Algunas personas corren un mayor riesgo de padecer ferropenia. Entre ellas se incluyen las personas que:

  • sigue una dieta vegetariana o vegana
  • está embarazada
  • son niños o adolescentes y necesitan más hierro para crecer
  • son deportistas
  • se han sometido a un bypass gástrico
  • padecen enfermedad inflamatoria intestinal activa o celiaquía
  • sufren alteraciones de la acidez estomacal por el uso de inhibidores de la bomba de protones o por una infección por H. pylori
  • tienen la menstruación, sobre todo si es abundante
  • tienen pérdidas de sangre debidas a hemorragias internas o intervenciones quirúrgicas

Acerca de la ferritina y la hemoglobina

Los niveles de ferritina también desempeñan un papel en la carencia de hierro. La ferritina es una forma de almacenamiento del hierro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la carencia de hierro como un nivel de ferritina inferior a 12 microgramos/l. Existen pruebas fehacientes de que un nivel de ferritina inferior a 30 microgramos/l debe considerarse una deficiencia de hierro.

Una prueba de saturación de transferrina también es útil para ver cuánto hierro de la sangre está unido a la transferrina. La transferrina es una proteína que ayuda a fijar y transportar el hierro en la sangre. Una saturación baja de transferrina suele indicar una carencia de hierro.

La hemoglobina también puede verse afectada por los niveles de hierro. La hemoglobina es una parte del glóbulo rojo que transporta oxígeno. El organismo necesita hierro para producir hemoglobina. Cuando los niveles de hemoglobina son bajos, significa que los niveles de glóbulos rojos también lo son.

La ferropenia sin anemia puede diagnosticarse cuando la ferritina es baja pero los niveles de hemoglobina se encuentran en el rango normal. Por otro lado, la anemia ferropénica se diagnostica si tanto la ferritina como la hemoglobina son bajas.

¿Cuánto hierro necesita al día?

Toda persona que menstrúa necesita más hierro debido a la pérdida mensual de sangre.

Las personas de 19 a 50 años que menstrúan necesitan 18 miligramos (mg ) de hierro al día. Las mujeres embarazadas o lactantes pueden necesitar más hierro. Todas las demás personas necesitan 8 mg de hierro al día. El hierro se puede obtener tanto de fuentes vegetales como animales.

Algunas de las mejores fuentes de hierro son

  • cereales fortificados con hierro
  • ostras
  • semillas de calabaza
  • hígado
  • lentejas
  • sardinas

¿Cómo se diagnostica la ferropenia?

Los análisis de sangre son la mejor forma de diagnosticar la ferropenia, con o sin anemia.

Los principales análisis de sangre que se utilizan son los de ferritina y hemoglobina. Es posible que se realicen otros análisis al mismo tiempo para obtener más información sobre la salud de los glóbulos rojos.

Si su ferritina es baja, pero su hemoglobina es normal, puede tener ferropenia sin anemia. Si su nivel de hemoglobina también es bajo, significa que su recuento de glóbulos rojos es bajo. Esto puede diagnosticarse como anemia ferropénica.

¿Cómo se trata la ferropenia sin anemia?

El tratamiento de primera línea de la ferropenia suele consistir en asesoramiento dietético y suplementos de hierro por vía oral. Si su médico le recomienda suplementos de hierro, asegúrese de saber qué tipo y dosis debe tomar.

Las infusiones de hierro son otra opción, pero normalmente sólo se realizan en los casos más graves de anemia ferropénica.

Aumentar la ingesta de hierro a través de los alimentos puede ayudar, pero es más eficaz en personas no sintomáticas que no tienen problemas de absorción. En muchos casos, los cambios en la dieta por sí solos no bastan para elevar los niveles de hierro al rango normal.

Es probable que tenga que hacerse análisis de sangre de seguimiento a los 2 ó 3 meses de empezar a tomar un suplemento. Es un buen momento para volver a comprobar los niveles de hierro y ver si están subiendo.

Si no se trata la ferropenia, la cantidad de hierro en el organismo puede seguir disminuyendo. Con el tiempo, esto puede afectar a la capacidad de su organismo para producir glóbulos rojos, lo que, en última instancia, podría causar anemia.

En

resumen

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Una carencia de hierro se produce cuando los niveles de hierro en el organismo son bajos. La carencia de hierro es la causa más frecuente de anemia, pero también puede producirse sin anemia. Los análisis de sangre son la única forma de saberlo con seguridad.

Tanto la carencia de hierro con anemia como sin ella son enfermedades tratables. Muchas personas pueden normalizar sus niveles en pocos meses con el tratamiento adecuado.

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