¿Por qué te mareas si te pones de pie demasiado rápido?

¿Por qué te mareas si te pones de pie demasiado rápido?

Te levantas rápidamente del sofá y, durante unos segundos, luchas por ver y mantener el equilibrio mientras tu entorno se sumerge de repente en la oscuridad.

Esta experiencia tan común como desconcertante plantea una pregunta: ¿Por qué a veces uno se marea al ponerse de pie y por qué puede oscurecerse la visión?

Resulta que esta reacción -conocida como hipotensión postural u ortostática- está causada por un cambio rápido en la posición del cuerpo, y no suele ser nada preocupante. Pero si ocurre con frecuencia o dura mucho tiempo cuando se produce, podría ser un signo de una afección crónica de salud, dijo un experto a Live Science.

Los cambios visuales, el aturdimiento y los mareos que se producen en los segundos posteriores a ponerse de pie se deben a un descenso repentino y temporal de la presión arterial, según explicó a Live Science por correo electrónico el Dr. Stephen Juraschek, profesor asociado de medicina del Centro Médico Beth Israel Deaconess de la Facultad de Medicina de Harvard.

¿Qué es la tensión arterial normal?

Por un momento, el cerebro no recibe suficiente sangre y oxígeno, explica. Y el suministro de oxígeno al tejido sensible a la luz de la retina también disminuye. Dado que la retina necesita mucho oxígeno para funcionar correctamente, incluso una pequeña disminución de su suministro puede provocar problemas de visión.

El proceso de mantener estable la tensión arterial tras ponerse de pie está controlado por el sistema nervioso autónomo, un conjunto de nervios que regula funciones corporales involuntarias, como el ritmo cardiaco, la respiración y la digestión, explicó Juraschek. "Cuando la gente se pone de pie, unos 300-800 cc [centímetros cúbicos] de sangre son arrastrados hacia las piernas, lo que provoca un descenso temporal de la presión arterial", explicó; esto es, entre 0,3 y 0,8 cuartos de galón de sangre que fluyen repentinamente hacia las piernas.

Este descenso de la presión arterial es detectado por receptores sensibles a la presión situados en las arterias que suministran sangre al cerebro y en la aurícula derecha del corazón, a la que fluye la sangre tras suministrar oxígeno al organismo. Estos receptores activados desencadenan entonces una respuesta en todo el cuerpo que estabiliza la presión arterial de la persona: los vasos sanguíneos se contraen, los músculos de las piernas y el abdomen se contraen y aumenta la frecuencia cardiaca, explica Juraschek.

Esto no suele causar efectos perceptibles. Pero en las personas deshidratadas o que padecen una enfermedad, como la gripe, la caída de la tensión arterial puede ser más drástica y tardar más en estabilizarse, explicó Juraschek. Las personas también pueden ser propensas a estos mareos si toman medicamentos para reducir la tensión arterial, como los betabloqueantes, señaló.

¿Cuánta sangre hay en el cuerpo humano?

Y algunas personas pueden ser propensas a los síntomas al levantarse de la cama por la mañana, ya que su presión arterial suele ser baja en ese momento, y también cuando beben alcohol o sudan mucho, según el Houston Methodist.

Estos breves episodios de mareo difieren de la hipotensión ortostática crónica, en la que algunas personas experimentan pérdidas duraderas o frecuentes de visión y equilibrio al ponerse de pie. Esta afección puede interferir en su vida cotidiana y provocar caídas, desmayos y accidentes de coche, además de ser un factor de riesgo de problemas cardiovasculares y enfermedades renales, afirma Juraschek.

"La hipotensión postural puede ser especialmente preocupante si persiste más de 3 minutos de pie", señaló.

Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, la hipotensión ortostática puede ser primaria o secundaria. La hipotensión ortostática primaria es poco frecuente y está causada por alteraciones del sistema nervioso autónomo, como las provocadas por lesiones nerviosas.

La hipotensión postural secundaria, en la que los síntomas están causados por otros trastornos médicos, es más frecuente. Por ejemplo, puede estar relacionada con una frecuencia cardiaca baja (bradicardia), un nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia) y afecciones tiroideas, indica la Clínica Mayo. El envejecimiento también puede hacer que los sensores de presión del cuello y el corazón sean menos reactivos y que el corazón sea menos capaz de ajustar rápidamente su velocidad, lo que hace que las personas de 65 años o más sean más propensas a sufrir estos mareos.

Este artículo sólo tiene fines informativos y no pretende ofrecer consejos médicos.

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