¿Es más importante la calidad o la cantidad del sueño?

De siete a ocho horas de sueño por noche: Ese es el estándar de oro que se ha pregonado durante años y años. Pero, como ya habrás comprobado, ocho horas no siempre son factibles, o no son suficientes para que te sientas bien descansado. Y hay muchas personas (¡puede que usted sea una de ellas!) que pueden dormir sólo cuatro o cinco horas por la noche y despertarse sintiéndose animados y totalmente renovados. Entonces, ¿importa la cantidad de sueño? ¿O es más importante la calidad?

Puede que por fin tengamos una respuesta a esta pregunta tan común, gracias a una nueva investigación. Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco lleva más de una década estudiando los hábitos de sueño, los patrones y los genes de los individuos. Y su último estudio sugiere que tal vez debamos replantearnos cómo hemos establecido nuestros objetivos de sueño nocturno.

No hay una única forma correcta de dormir

Aunque siempre nos han dicho que dormir entre siete y ocho horas cada noche es la clave para un sueño reparador y saludable, la verdad es que el sueño no siempre es tan sencillo. Mientras que estos puntos de referencia recomendados son ideales para algunas personas, el sueño es realmente más personalizado - y el enfoque correcto difiere de un individuo a otro.

Por ejemplo, algunos son capaces de disfrutar de un sueño profundamente reparador y reparador aunque sólo tengan un total de cuatro a seis horas por noche. Otros, en cambio, necesitan más de las ocho horas recomendadas para despertarse descansados. ¿Y quién no se ha despertado tras un sueño de mala calidad para sentirse más agotado?

En un nuevo estudio, los investigadores comparten más de 10 años de datos sobre cómo afectan los diferentes patrones de sueño a los distintos individuos. Y sus conclusiones sugieren que no sólo ocho horas de sueño no es la mejor recomendación para todos, sino que las necesidades de sueño también varían de una persona a otra.

Durante años, los investigadores estudiaron a los individuos que viven con el Sueño Corto Natural Familiar (FNSS), o la capacidad de funcionar plenamente con cuatro a seis horas de sueño nocturno como durmientes "eficientes". Se ha descubierto que el FNSS es hereditario, y hay cinco genes clave que presentan los individuos con FNSS. En su último estudio, probaron la hipótesis de que estos durmientes eficientes pueden estar mejor protegidos contra las enfermedades neurodegenerativas, una contraposición al pensamiento común de que la falta de sueño puede acelerar estas condiciones.

Los investigadores utilizaron modelos de ratón para comprobar su hipótesis. Criaron ratones con genes FNSS y con genes que los hacían más propensos a desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Al final, aunque estos ratones dormían durante menos tiempo, sus cerebros desarrollaban notablemente menos rasgos distintivos del Alzheimer. E incluso cuando los investigadores repitieron el experimento con diferentes genes FNSS y diferentes genes de la demencia, observaron resultados similares.

Esto significa que el mismo efecto puede tener lugar en los seres humanos. Los durmientes eficientes -o los que tienen genes FNSS- pueden estar obteniendo un sueño de buena calidad, reparador e incluso potencialmente protector, aunque duerman de cuatro a seis horas por noche.

Los investigadores sugieren que en los individuos con FNSS, el cerebro es realmente capaz de realizar sus tareas de sueño en menos tiempo. Y, como resultado, esas diferencias genéticas permiten que algunas personas duerman menos de ocho horas y sigan teniendo una noche de sueño de calidad.

La calidad del sueño es clave

Aunque los investigadores del estudio confían en que sus datos puedan utilizarse para prevenir enfermedades y trastornos relacionados con el sueño, hay otra enseñanza que puede aplicarse a su propio horario de sueño. Ocho horas de sueño no indican necesariamente que estés durmiendo lo suficiente, o incluso el mejor sueño posible para tu cuerpo.

Si tienes esos genes clave de la FNSS, puede que estés perfectamente bien -¡y sano! - con sólo cuatro o seis horas de sueño por la noche. Sin embargo, si no estás precisamente animado o te sientes bien descansado después de unas pocas horas de sueño, es probable que no seas un durmiente eficiente. Puede que necesites ocho horas completas, o quizás más, para satisfacer las necesidades de tu cuerpo.

Además, si no tiene un sueño reparador por la noche, ahí es donde pueden surgir posibles problemas de salud. El sueño reparador, que es un indicador de la calidad del sueño, está directamente relacionado con la salud. La APA señala que un sueño de baja calidad (o una falta de sueño reparador) puede asociarse a problemas cognitivos y físicos, alterando la salud metabólica, la función cognitiva e incluso el riesgo de trastornos neurodegenerativos. Dormir mal también puede aumentar la inflamación, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades inflamatorias.

Por lo tanto, asegúrese de tener un sueño reparador que le haga sentirse bien descansado por la mañana.

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