Nos atormenta desde que eramos pequeños: ¿Es verdad eso de que se corta la digestión?
Como una cantinela, desde que eramos unos críos tenemos enquistados en algún lugar de nuestra cabeza la voz de nuestra madre diciéndonos "no te puedes bañar en dos horas, tienes que guardar la digestión". Y pensabas que eso de la digestión debía ser algo parecido a un asesino silencioso que aguardaba bajo el agua, presto a tirar del bañador abajo para ahogarte la mínima de cambio. Muchos dicen que eso de la digestión es un mito, otros que es necesario guardar reposo las horas siguientes a la comida. ¿Qué hacer?
Lo primero que debemos decir es que de un corte de digestión no se muere nadie. Te mueres por ahogamiento al sufrir un "shock periférico por dificultades en la vasculación" al meter tu cuerpo repentinamente en agua muy fría. No tiene nada que ver con haber comido, máxime cuando el proceso de digestión se va más allá de las cuatro horas, dos más de las que decían nuestras madres. Para evitar que el shock se produzca, se recomienda sumergirse poco a poco en el agua y salir de ella al menor síntoma: si te empiezan a zumbar los oídos, se te nubla la vista, te duele la cabeza o comienza a entrarte sueño corre hacia la orilla porque puedes estar sufriendo ''un corte de digestion''. En casa, lo peor que puede pasarte es que te caigas en la ducha, que tampoco es moco de pavo. Pero en el mar... te ahogas.
Ahora ya sabes la verdad sobre el corte de digestión. Ten cuidado en el agua y evítate un susto.