Di adios a las enfermedades genéticas
Podremos ver el fin de las enfermedades genéticas y el remedio está en la misma naturaleza
Cuando estás escribiendo un texto y te equivocas, tienes herramientas a tu disposición con las que subsanar el error, no es como antes que tenías que tirar el folio, coger uno nuevo y colocarlo en la máquina de escribir; o bien coger el tippex, aquella herramienta del diablo, y pringar de blanco tu querida hoja. Ahora, con solo un par de comandos puedes copiar (o cortar) y pegar o incluso deshacer. Pues eso es justo lo que se ha descubierto en la naturaleza misma, una forma de cortar y pegar genes para sustituirlos por ''correctos'' y así evitarnos mutaciones que desemboquen en terribles enfermedades.
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El CRISPR es un mecanismo de defensa de ciertas bacterias que se descubrió hace 30 años, cuando investigadores advirtieron, al analizar el genoma de diferentes bacterias, una secuencia de ADN que se repetía una y otra vez, con secuencias iguales entre cada repetición. A esta repetición se la llamó Repeticiones Palindrómicas Breves Agrupadas en Interespaciados Regulares (CRISPR). Esta es una parte de las defensas bacterianas, a la otra son unas proteínas asociadas a las CRISPR, las Cas. Si las enzimas Cas advierten que el CRISPR ha detectado ADN con un virus, se pegan a él, lo rompen en dos para que no se reproduzca más y pegan las partes sanas, sustituyéndolas.
Aquí es cuando llega la ética, o más bien, los problemas derivados de ella, como cuando se crea una droga para volverte inteligente: unos científicos chinos están manipulando embriones humanos, abriendo la puerta a erradicar enfermedades genéticas, pero también se abren las puertas a un posible mercado de bebés de diseño. Incluso el peligro podría ser mayor: nuevas mutaciones derivadas de eliminar las antiguas. ¿Será este el fin de las enfermedades genéticas? El futuro ya está aquí.
