¿Por qué Mourinho está acabado?

La era de The Special One ha llegado a su fin y la situación parece irreversible: ¿Por qué Mourinho está acabado?

Con cuatro derrotas en ocho partidos en la Premier League, y con un cisco tremendo montado en el vestuario que recuerda mucho a su última etapa como entrenador del Real madrid, parece que el fin de la era Mourinho ha llegado. El portugués no duda en reconocer que se encuentra en la peor etapa de su carrera deportiva, pero no duda en conservar su arrogancia de antaño, ante los rumores de su posible despido fulminante del club inglés: "No me voy. Si el club me quiere fuera me tendrá que echar, pero estará renunciando al mejor entrenador del mundo". Una perla 100% José Mourinho en la que demuestra que lo único que mantiene como The Special One es su legendaria arrogancia. Y por supuesto, echarle la culpa a todos del mal rendimiento del equipo. A todos menos a él, claro. La sustitución fulminante de Matic cuando apenas llevaba media hora en el terreno de juego en su última derrota ante el Southampton y sus posteriores palabras en sala de prensa -"No tenía intención de humillarle, pero no está en forma"- se suma a su larga lista de culpables de la situación del equipo desde que empezara cargando contra la doctora Eva Carneiro en el culebrón que iniciaría su debacle.

La UEFA, las decisiones de la FA, sus jugadores, los árbitros... Para Mourinho todo forma parte de un complot contra él. Pero la dura realidad es que los aficionados ya le han señalado a él como el verdadero culpable, dirigiendo a un Chelsea que no juega a nada, no deja de sumar derrotas con equipos muy inferiores y además, están cansados de su actitud prepotente. La misma actitud que hace unos años enamoraba a los Mourinhistas de todo el mundo ya no gusta nada. Peleado con diversos entrenadores, jugadores y demás compañeros de profesión, casi parece que ha perdido la cabeza y se ha metido en un jardín del que no podrá salir. El portugués parece seguir a rajatabla su guión de ruptura con sus clubes en su tercer año como entrenador, pero ésta vez, la debacle está siendo de tal magnitud, y con tantos frentes abiertos, que es irremediable pensar que Mourinho está acabado.