¿Aun no usas estos tres trucos infalibles para controlar el hambre?
Entre comida y comida muchas veces nos sorprenden unas ganas casi incontrolables de asaltar la nevera y zamparnos eso que llevamos toda la semana evitando. Es un momento de debilidad con el que cualquiera puede tropezar, echando al traste la dieta y el objetivo de perder peso. Te contamos tres trucos para que aprendas a decir no.
- Bebe agua. Muchas veces confundimos el hambre con la sed y esa extraña sensación que tenemos no es porque nuestro curpo nos esté pidiendo un bollo o unas patatas fritas, sino solamente un poco de hidratación. Además, beber agua es saciante por lo que puede que se te quiten las ganas de comer otras cosas.
- No te saltes ninguna de las cinco comidas diarias, eso hará que no te rujan las tripas en medio de la jornada y sólo con la máquina de snacks a tu disposición para acallarlas. Un buen truco es planificar el día anterior lo que vas a tomar, para no tener que pensar y decidirte por una pizza en lugar de cocinar un puré de verduras.
- Pellízcate la nariz o los lóbulos de las orejas durante 10 segundos. Suena a que te estamos vacilando (o que los antiguos chinos que nos lo transmitieron se estaban riendo de nosotros), pero ¿y si funciona?
¿Cuáles son tus trucos para controlar el hambre?