Los noctámbulos pueden morir antes porque tienden a beber y fumar más, según un estudio
La tendencia de los noctámbulos a fumar más cigarrillos y beber más alcohol que los madrugadores podría explicar por qué los noctámbulos tienen un mayor riesgo de muerte prematura que los madrugadores, según sugiere un amplio análisis.
"Esto puede tranquilizar a las personas preocupadas por lo que significa ser una persona matutina o vespertina para su esperanza de vida y su salud", declaró a Live Science Jaakko Kaprio, coautor del estudio y profesor de epidemiología genética de la Universidad de Helsinki (Finlandia). "No es el cronotipo [ser una persona matutina o vespertina] en sí lo que es peligroso, sino los factores de estilo de vida asociados".
Otros científicos ya habían detectado tasas de mortalidad más elevadas entre los noctámbulos que entre los matutinos, pero estos análisis no tenían en cuenta las diferencias en el consumo de alcohol o la cantidad de tabaco de los participantes, por lo que resulta difícil determinar si ser noctámbulo aumenta directamente el riesgo de mortalidad.
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Ahora, Kaprio y sus colegas han analizado los datos sobre salud y estilo de vida de más de 23.000 personas residentes en Finlandia para averiguar si ser un ave nocturna afecta directamente al riesgo de morir en las próximas décadas. Los resultados se publicaron el viernes 16 de junio en la revista Chronobiology International.
La vida es más dura para los noctámbulos. He aquí por qué.
En una encuesta realizada en 1981, los participantes -que en aquel momento tenían una edad media de 41 años- declararon sus hábitos de consumo de tabaco y alcohol. En un cuestionario, también declararon si eran "claramente mañaneros", "hasta cierto punto mañaneros", "claramente vespertinos" o "hasta cierto punto vespertinos".
En total, más de 8700 participantes murieron durante el periodo de seguimiento de 37 años, que finalizó en 2018. Al analizar los historiales médicos de los participantes recopilados en ese tiempo, los investigadores descubrieron que los participantes que inicialmente dijeron ser "claramente" vespertinos tenían un 21% más de riesgo de muerte por cualquier causa en comparación con los que eran "claramente" mañaneros.
Este análisis inicial sólo tenía en cuenta la edad y el sexo de los participantes, pero los científicos realizaron un segundo análisis que tenía en cuenta otros factores que podrían afectar al riesgo de mortalidad de las personas, como el índice de masa corporal (IMC), la duración del sueño declarada por los propios participantes, el nivel educativo, las tasas de enfermedades crónicas, el consumo de alcohol y el hábito y la cantidad de tabaco. Una vez que los investigadores tuvieron en cuenta estos factores adicionales, el exceso de riesgo de mortalidad general de los búhos nocturnos se redujo a sólo el 9%.
¿Por qué el riesgo de los noctámbulos disminuyó más de la mitad? El equipo descubrió que la mayor parte del aumento del riesgo de mortalidad era atribuible al mayor consumo de alcohol y tabaco entre los noctámbulos que entre los matutinos. En apoyo de esta idea, observaron que las tasas de mortalidad no diferían entre los noctámbulos y los matutinos que bebían poco y nunca fumaban.
Además, un análisis en el que se tuvieron en cuenta las diferencias de edad y sexo reveló que las tasas de mortalidad por enfermedades relacionadas con el alcohol e intoxicación etílica accidental eran un 92% más altas entre las personas "claramente" nocturnas que entre las "claramente" matutinas. Y las muertes por cáncer de pulmón y de vías respiratorias, más probables por el tabaquismo, eran un 78% más altas entre los noctámbulos. Ambos riesgos disminuyeron "sustancialmente" cuando se tuvieron en cuenta otros factores relacionados con el estilo de vida, como los hábitos de consumo de alcohol y tabaco. Estos resultados respaldan la idea de que fumar y beber, y no trasnochar, aumentan el riesgo de muerte de los noctámbulos, concluyen los autores.
Según Kaprio, es poco probable que el aumento del 9% restante en la tasa de mortalidad entre los noctámbulos se deba directamente a que se acuestan tarde.
"Medimos el cronotipo y el consumo de alcohol de las personas en un momento dado mediante una pregunta, lo que significa que no tenemos en cuenta cómo pueden haber cambiado las cosas años después", dijo. "Si midiéramos perfectamente el alcohol y los hábitos de consumo durante todo el periodo de estudio, creo que el aumento del riesgo sería mucho menor o no existiría".
Kristen Knutson, catedrática de neurología de la Universidad Northwestern que no participó en el estudio, se mostró de acuerdo en que el riesgo del 9% restante no está necesariamente relacionado con el cronotipo, sino con "factores ambientales o conductuales aún desconocidos, más que con un riesgo inherente asociado a un reloj interno más tardío", declaró a Live Science.
Aún no está claro por qué ser una persona nocturna está relacionado con fumar y beber más, dijo Kaprio. Más allá de las posibles diferencias en las actividades sociales de las personas nocturnas y las matutinas, "una explicación sería que hay genes que predisponen tanto a ser una persona nocturna como a beber más alcohol", dijo.
