¿Qué es Síndrome de Cushing y cómo detectarlo?
Síndrome de Cushing: qué es y cómo detectarlo.
El Síndrome de Cushing aparece en personas con un alto nivel de la hormona cortisol. Los niveles de cortisol pueden aumentar por dos motivos, o bien por el uso continuado de ciertos medicamentos, o porque el cuerpo produzca más cortisol por alguna razón. En el caso de los medicamentos, se da el Síndrome de Cushing en personas que toman prednisona, dexametasona o prednisolona. Estos medicamentos suelen emplearse para tratar enfermedades como el asma, la artritis reumatoidea, los dolores de articulaciones o la inflamación de la piel, así como para otras enfermedades más graves como el cáncer o enfermedades intestinales.
Cuando una persona presenta este síntoma y no es debido a los fármacos con los que se trata, el motivo está relacionado con alguna enfermedad, ya que hay varias enfermedades que influyen en la producción de cortisol. Entre las enfermedades que aumentan los niveles de cortisol están las siguientes: tumor en la glándula suprarrenal, tumor en una zona del cuerpo donde se produzca la hormona liberadora de corticotropina o tumor en alguna zona del cuerpo en la que se produzca corticotropina. A este último caso se le conoce como Síndrome de Cushing actópico.
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También existe la enfermedad de Cushin, la cual puede ser la causa por la que una persona sufra este síndrome. La enfermedad Cushing aparece cuando la hipófisis produce demasiada hormona corticotropina, la cual envía señales a las glándulas suplarrenales para producir un exceso de cortisol. El motivo más frecuente por el que una persona puede desarrollar esta enfermedad es un tumor en la hipófisis.
¿Cómo detectar el Síndrome de Cushing?
Para saber cuándo una persona está sufriendo este síndrome, aunque lo mejor es realizarnos las pruebas pertinentes y consultar en todo momento con un médico, también hay ciertos síntomas que se asocian al Síndrome de Cushing y que pueden darnos pistas sobre el estado de salud.
Aunque hay síntomas que suelen estar presentes en todos los casos, los síntomas del Síndrome de Cushing varían de un paciente a otro, ya que algunas presentan una gran combinación de diferentes síntomas mientras que otras no presentan ninguno.
Los síntomas más comunes y los que suelen estar presentes en la mayoría de personas con el Síndrome de Cushing son síntomas que pueden apreciarse a simple vista, por lo que pueden ser fáciles de identificar: la cara redonda y roja, obesidad central –aumento de peso en el tronco y pérdida de grasa en los brazos, piernas y glúteos– y un crecimiento más lento de lo normal cuando se trata de niños.
En otros casos, los síntomas se aprecian en la apariencia de la piel, ya que pueden aparecer infecciones, estrías en la piel del abdomen, muslos y mamas y una piel más delgada de lo habitual y que es más propensa a hematomas.
Otros síntomas no se aprecian tanto a simplemente pero sin embargo pueden ser determinantes y serán sufridos por la personas que sufre Síndrome de Cushing. Estos incluyen un dolor continuo en la espalda al desarrollar cualquier actividad rutinaria, sin necesidad de que implique un gran ejercicio. Huesos extremadamente sensibles al dolor, acumulación de grasa en la parte superior de la clavícula, facilidad para que se fracturen las costillas y la columna vertebral debido a que los huesos adelgazan y se vuelven más frágiles. Y músculos más débiles, sobre todo en los hombros y en las caderas.
El Síndrome de Cushing en las mujeres
Aunque hay síntomas comunes que afectan a ambos géneros como los que hemos citado anteriormente, también se desarrollan síntomas distintos en los hombres y en las mujeres. En el caso de las mujeres, esta enfermedad puede provocar un crecimiento excesivo de vello en la cara, el cuello, el pecho, el abdomen o los muslos. También puede afectar a los periodos, haciendo que el ciclo se vuelva irregular o incluso que desaparezca en algunos casos.
El Síndrome de Cushing en los hombres
En cuanto a los hombres, esta enfermedad puede afectar más a su salud mental, pudiendo provocar grandes cambios mentales y en el comportamiento. Es habitual que aparezca la depresión y la ansiedad. También desarrollan síntomas físicos como el dolor de cabeza, la fatiga o la sed constante.
Ante la aparición de estos síntomas y cualquier duda sobre ellos, no dudes en acudir a un médico para que realice las pruebas necesarias para detectar el Síndrome de Cushing.
