Síndrome de asperger, qué es y cómo detectarlo

10 SEÑALES DE ALERTA QUE NO HAY QUE IGNORAR

aspergerEl síndrome de Asperger es un trastorno de desarrollo que produce una alteración en la manera en la que la persona procesa la información que recibe. A consecuencia de esta alteración, aquel que padece asperger es incapaz de entender las interacciones sociales normales en la sociedad por lo que su conducta suele ser inadecuada. Puede padecer déficits de comunicación como por ejemplo: dificultades en el lenguaje, tono, conversación, volumen o incluso patrones de contacto visual y gestual.

 

Por lo general su inteligencia suele ser de media a elevada. Al contrario de lo que mucha gente cree, el síndrome suele venir acompañado de unas habilidades cognitivas especiales, dotando a la persona de unas dones especiales para distintas áreas del conocimiento y la cultura.

 

Pese a ser uno de los trastornos de desarrollo más comunes dentro de los TGD (Trastornos Generales de Desarrollo) es uno de los más desconocidos, si bien es cierto que personajes de ficción como Sheldon, protagonista de la teleserie Big Bang, han ayudado a difundir el trastorno y normalizarlo. Muchas veces suele confundirse con Autismo, por eso es muy importante tener en cuenta que al contrario que en las enfermedades de espectro autista, los Asperger no tienen trastornos cognitivos ni en el habla.

 

Evidentemente, la enfermedad tendrá que ser diagnosticada por un especialista, pero es muy importante que tanto padres como educadores, estemos alerta para detectar las señales que pueden indicarnos que el menor presenta este trastorno.

 

Nivel intelectual superior a la media

 

Suele suceder que se le haya detectado algún tipo de sobredotación mucho antes de detectar el síndrome de Asperger. Por eso, si esto sucede, solicite que se analicen en el niño los TGD.

 

Dificultades para la interacción social

 

Hay ocasiones en las que los niños parecen totalmente capaces de comunicarse y relacionarse, pero hay momentos en los que percibimos ciertas dificultades como respuestas inadecuadas o comportamientos fuera de lugar que hacen que sus relaciones sociales sean limitadas. Si nuestro pequeño tiende a aislarse voluntariamente de su entorno social, debemos analizar si os consecuencia de un problema puntual o se trata de una pauta. En caso de que sea algo sistemático, es necesario que lo visite un especialista para así poder descartar problemas.

 

Falta de empatía

 

Si un niño no reacciona de ningún modo al ver a alguien llorar o reír, máxime si es alguien con quien tiene algún tipo de vínculo, es evidente que padece de falta de empatía. Esa sensibilidad limitada o nula hacia las emociones de los demás es uno de los rasgos más característicos de las personas que sufren síndrome de Asperger.

 

Ausencia de reciprocidad social

 

Al igual que en la falta de empatía, un factor que puede ser indicativo de un problema es la falta de reciprocidad social. Las personas que padecen este síndrome no entienden el mundo que les rodea y esa extrañeza es la que causa que no respondan de manera recíproca a algunas actitudes sociales que son conocidas y bien entendidas por el resto.

 

Habilidades fuera de lo común

 

La más habitual suele ser una memoria extraordinaria. Si observamos que el niño es capaz de detallarnos todos los datos de un evento que, para cualquiera, no tendría mucha importancia, es posible que sea una señal de alerta.

 

Frustración por el entorno

 

En algunas ocasiones, observamos que estas personas sienten frustración al no ser comprendidos o ser ellos los que no comprenden lo que está sucediendo a su alrededor. Perciben las emociones de la gente como un idioma desconocido al que, por mucho que lo intenten, no logran acercarse, lo que puede provocar en ellos ataques de rabia e ira que, en el momento, pueden parecernos injustificados.

 

Sensibilidad excesiva

 

Si bien no veremos una reacción a casi ningún impulso emocional, el enfermo podrá ser muy sensible a los estímulos físicos. Así pues, si percibimos que el pequeño reacciona de manera excesiva al más mínimo cambio en la luz, a determinadas imágenes o sonidos, tengamos en cuenta que se puede tratar de otro de los síntomas de Asperger.

 

Torpeza en los movimientos

 

En algunos casos, desarrollan movimientos estereotipados que repiten a modo de ritual. Puede que en un principio no nos demos cuenta y solo los veamos como torpeza o peculiaridades a la hora de moverse, pero si llegamos a comprobar que esos movimientos son siempre los mismos e incluso forman una serie que se da a consecuencia del mismo estímulo, no hay ninguna duda de que el problema no es motor, sino cognitivo.

 

Intereses y actividades rígidas

 

Nos referimos, por ejemplo a la repetición de actividades o la aparente obsesión por temas concretos. A ciertas edades, los niños pueden mostrar un interés desmedido por algunos temas, que a nuestro parecer, son nimios. En este caso pasarán de ser un simple interés a una obsesión que puede repetirse y aparecer en momentos de estrés. Un ejemplo sería memorizar listados de nombres de nubes o familias de animales y repetirlos constantemente.

 

Conductas excéntricas

 

Tics o comportamientos que llaman la atención y sorprenden a los demás, quizá no en su círculo familiar pero sí fuera de él.

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