Desesperado por la dieta, irrumpe en un Burger King cerrado para beber su aceite
Un hombre entró por la noche en un Burger King cerrado para beber el aceite usado porque no podía soportar más la dieta.
Sobre las 2 de la mañana, la policía de Miami recibió una llamada que decía que alguien había entrado en el Burger King de la zona, que estaba ya cerrado. Los agentes no tardaron en presentarse en el restaurante, pensando que tendrían que retener a algún ladrón. Pero la situación que se encontraron no fue la que esperaban.
Romeo Carter, un hombre de 42 años y más de 200 kilos, habían entrado en el restaurante de esta cadena de hamburguesas en un momento de desesperación. Incapaz de soportar por más tiempo la dieta que estaba siguiendo para conseguir vencer la obesidad, se coló en la cocina del Burger King y comenzó a beber litros de aceite usado para freír.
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“Mi mujer me había puesto una dieta de tofu y verduras, y no podía soportarla más. Me esperé a que se durmiera y fue al restaurante para comprar un par de hamburguesas, pero lo encontré cerrado. Me moría de hambre y estaba deprimido, perdí el control por completo”, explica Carter sobre este episodio.
Este hombre fue detenido por la policía cuando fue encontrado y ahora se enfrenta a una pena de 35 años, aunque será rebajada ya que se ha ofrecido a pagar todos los daños causados a Burger King, además de sentirse completamente arrepentido.
Carter, que sufre de obesidad, se vio completamente superado por la situación, ya que era incapaz de hacer frente a la dieta después de pasar años comiendo grandes cantidades de alimentos y, sobre todo, de comida basura. Es una prueba de cómo la alimentación –o la falta de ella– puede llegar a afectar nuestro estado de ánimo y distorsionar nuestra mente.
