El descubrimiento de la dopamina que "revierte la depresión" en un día asombra a los científicos
Podría decirse que el mundo del bienestar mental nunca ha gozado de mejor salud: con el descubrimiento de que los baños de hielo pueden colocarte mejor que la cocaína y la implantación nacional de tratamientos de terapia psicodélica en Australia, la gente tiene más herramientas que nunca a su disposición para poner su mente en forma.
Sin embargo, un nuevo truco para aumentar la dopamina que aparentemente puede revertir los efectos de la depresión en menos de un solo día puede ser el mejor que hayamos visto hasta ahora, y todo depende de un enfoque contrario a la intuición sobre una cosa que todos nos permitimos todos los días: dormir.
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Un estudio pionero ha desvelado los misterios que se esconden tras el peculiar estado que experimentan muchas personas después de pasar la noche en vela. Investigadores de la Universidad Northwestern de Chicago, que experimentaron con ratones, comprobaron los efectos de la privación de sueño cuidadosamente controlada sobre los niveles de dopamina.
Sus resultados, publicados recientemente en la revista científica Neuron, arrojan luz sobre la intrincada relación entre la pérdida de sueño y la función cerebral, centrándose especialmente en la liberación y recepción de dopamina, un neurotransmisor clave relacionado con el placer y la regulación del estado de ánimo que se ha convertido en los últimos años en el centro de atención de muchos biohackers y gurús del bienestar.
En un giro contrario a la intuición, el estudio reveló que la falta de sueño puede desencadenar un aumento significativo de la liberación de dopamina en el cerebro. Curiosamente, también provoca cambios significativos en la arquitectura del cerebro: las neuronas de la corteza prefrontal forman nuevas sinapsis, preparadas para recibir el aumento de dopamina con el equivalente neurológico de los brazos abiertos.
El profesor asociado Yevgenia Kozorovitskiy, coautor del estudio, explicó con más detalle este descubrimiento fundamental, que no sólo ofrece información sobre las transiciones naturales del estado de ánimo en los seres humanos, sino también sobre los mecanismos de los antidepresivos de acción rápida como la ketamina:
"Sorprendentemente, nuestros hallazgos revelan que incluso un breve período de pérdida de sueño puede ejercer un impacto más sustancial en nuestra función cerebral de lo que habíamos previsto inicialmente... Este es un importante recordatorio de cómo nuestras actividades casuales, como una noche de insomnio, pueden alterar fundamentalmente el cerebro en tan sólo unas horas."Yevgenia Kozorovitskiy
Sin embargo, es importante señalar que el estudio también reveló una variabilidad significativa en las respuestas a la privación del sueño, algo parecido a las reacciones (muy) dispares que pueden tener las personas ante los antidepresivos corrientes. Esta variación refuerza la diversidad de vías que pueden seguir las neuronas dopaminérgicas y sus funciones únicas, tanto en las distintas regiones cerebrales como entre individuos.
A pesar de estos hallazgos innegablemente fascinantes, los investigadores advierten contra la autoexperimentación con la privación del sueño como potenciador del estado de ánimo en la actualidad. Es posible que los beneficios observados en ratones no se trasladen directamente a los seres humanos, y los efectos adversos de la falta crónica de sueño -que van desde un aumento vertiginoso de la ansiedad hasta un gran deterioro de la toma de decisiones- superan con creces la mejora temporal del estado de ánimo.
Kozorovitskiy aconseja buscar alternativas más sanas, como hacer ejercicio vigoroso con regularidad o pasar tiempo al aire libre para aumentar el bienestar. En cualquier caso, el estudio abre nuevas e interesantes vías de exploración para quienes luchan contra los estados de ánimo depresivos y añade otra incipiente cuerda al arco de médicos y psicólogos de todo el mundo.
