Vive durante un año y medio con el corazón en una mochila
Un joven estadounidense vive con el corazón en la mochila, literalmente.
Podría ser la bonita metáfora de un viajero empedernido, pero la realidad es menos romántica. Esperar un transplante de corazón puede ser una agonía tanto para afectados como para sus seres queridos. La agonía, la incertidumbre de saberse un nombre en una lista de espera puede convertirse en un infierno y una llamada de teléfono el sonido más bello que puedas imaginar. Este fue el caso de Stan Larkin, un joven estadounidense de 25 años. Y sí, tranquilos, tenemos transplante y final feliz.
Este deportista enfermo siguió entrenando con el corazón en una mochila
Este modelo de fitness vive gracias a un corazón artificial
17 meses antes de la intervención, el joven, que en su adolescencia fue diagnosticado con una cardiomiopatía familiar, ha estado viviendo atado a un corazón artificial en una mochila. La máquina de seis kilos se llama SynCardia Freedom Portable Driver e insufla aire comprimdo al cuerpo, haciendo las funciones propias del corazón, bombeando sangre. Esta maquina, implantada en el Centro Cardiovascular Frankel de la Universidad de Michigan ha supuesto un enorme avance en el tratamiento de los pacientes que esperan un transplante de corazón. Los pacientes pueden llevar una vida relativamente normal hasta que, por fin, el ansiado día llega.
Hay que confiar una vez más en la ciencia. Y si no queda más remedio que llevar el corazón en la mochila, mejor que mejor. Este chico salvó su vida gracias a la máquina y, ahora, vive una vida normal con su nuevo corazón. ¡Muchas felicidades, Stan!
