Un informe desclasificado de los servicios de inteligencia de EE.UU. no halla pruebas de una "fuga de laboratorio" de coronavirus del instituto de Wuhan

Un informe desclasificado de los servicios de inteligencia de EE.UU. no halla pruebas de una

Un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses recientemente desclasificado afirma que no hay pruebas que relacionen el inicio de la pandemia de COVID-19 con la investigación o los incidentes de bioseguridad en el Instituto de Virología de Wuhan, un instituto situado cerca del lugar donde se registró el primer brote del nuevo coronavirus.

El nuevo informe, hecho público el viernes 23 de junio por la tarde, procede de la oficina de Avril Haines, Directora de Inteligencia Nacional. El documento, de 10 páginas, resume los conocimientos de la comunidad de inteligencia estadounidense sobre las capacidades de investigación y las acciones del Instituto de Virología de Wuhan (WIV) en los momentos previos y durante los primeros días de la pandemia de COVID-19.

"Este informe no aborda los méritos de las dos hipótesis más probables sobre el origen de la pandemia: que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, pasó de los animales a los seres humanos o que el virus se "filtró" de un laboratorio", dice el documento. Sin embargo, el informe echa por tierra la idea de que las acciones de los investigadores de la WIV desencadenaran de algún modo la pandemia de coronavirus.

Antes de la pandemia, los investigadores del VMI trabajaron con coronavirus, pero ninguno que pudiera ser precursor del SRAS-CoV-2, según el informe. Lo mismo cabe decir de los investigadores asociados al Ejército Popular de Liberación de China, que a veces utilizan las instalaciones del VMI para trabajos de virología y vacunación y han colaborado con el personal del VMI en iniciativas de salud pública de esta naturaleza.

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La investigación del WIV sobre los coronavirus implicaba análisis genéticos y la toma de muestras de virus de animales, como los murciélagos. Pero, de nuevo, "no hay indicios" de que el instituto poseyera muestras de SARS-CoV-2 o de un posible precursor antes de la pandemia.

"La información disponible para la IC [comunidad de inteligencia] indica que el WIV poseyó por primera vez el SARS-CoV-2 a finales de diciembre de 2019, cuando los investigadores del WIV aislaron e identificaron el virus a partir de muestras de pacientes diagnosticados con neumonía de causas desconocidas", señala el informe.

Tampoco hay "pruebas directas" de que antes de la pandemia se produjera un incidente relacionado con la investigación en el que estuviera implicado personal del WIV y que pudiera haber desencadenado el brote mundial, señala el informe. Dicho esto, el personal del WIV "probablemente no utilizó las precauciones de bioseguridad adecuadas al menos en parte del tiempo" antes de la pandemia, y el laboratorio había estado trabajando para mejorar algunas de sus medidas de bioseguridad, equipos y prácticas de formación antes del inicio del brote.

Como parte de su investigación, el personal del WIV ha manipulado genéticamente coronavirus utilizando "prácticas habituales de laboratorio", pero no hay indicios de que el instituto haya realizado este tipo de investigación con el SARS-CoV-2, un precursor estrechamente relacionado, o con un virus "troncal" que esté lo suficientemente relacionado con el SARS-CoV-2 como para haber sido la fuente de la pandemia.

Además de sondear la investigación realizada en WIV, el informe se centró en varios casos de enfermedad leve entre los investigadores de WIV que ocurrieron en el otoño de 2019. Estas enfermedades involucraron algunos síntomas consistentes con COVID-19 y algunos síntomas no relacionados. La comunidad de inteligencia ha concluido que las enfermedades de los empleados no apoyan ni refutan ninguna de las hipótesis de origen pandémico, en parte, porque los síntomas reportados pueden haber sido el resultado de otras afecciones, como alergias o resfriado común.

En este momento, las agencias de inteligencia de EE.UU. están divididas en cuanto a si favorecen la hipótesis de la propagación o la de la fuga de laboratorio, pero cinco han llegado a la conclusión de que el primer escenario es el más probable, señala el informe. Dos agencias -el Departamento de Energía y la Oficina Federal de Investigación- han apoyado la teoría de la fuga de laboratorio, mientras que otras dos han dicho que son incapaces de determinar el origen exacto de la pandemia.

Aun así, "todas las agencias siguen considerando que tanto el origen natural como el asociado al laboratorio siguen siendo hipótesis plausibles para explicar la primera infección humana". Pero lo más importante es que todas las agencias han llegado a la conclusión de que el SARS-CoV-2 no se desarrolló como arma biológica, señala el informe.

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