Qué se siente al recibir acupuntura para aliviar el estrés

close up portrait of a man having acupuncture on his face

La acupuntura, el método de clavar agujas en la piel para aliviar el estrés, podría ser mucho más eficaz de lo que se pensaba. Científicos de Harvard han descubierto que una versión modernizada del tratamiento, en la que se introducen electrodos muy finos en la piel y en el tejido conjuntivo, en lugar de agujas, puede ser un tratamiento eficaz para enfermedades inflamatorias como la sepsis y, potencialmente, el coronavirus.

Los científicos utilizaron la electroacupuntura para tratar a ratones con infecciones bacterianas y descubrieron que el tratamiento era capaz de reducir con éxito los niveles de tres tipos clave de citoquinas, o moléculas que alimentan la inflamación. Estas moléculas pueden ser activadas por todo tipo de infecciones, y su rápida liberación es un sello distintivo de la sepsis, una respuesta inflamatoria a la infección que daña los órganos y a menudo es mortal. Reducir los niveles de citoquinas inflamatorias también ha sido un objetivo clave de los tratamientos para la Covid-19.

Los científicos advirtieron que, antes de cualquier uso terapéutico, las observaciones deben ser confirmadas en nuevas investigaciones, tanto en animales como en humanos.

"Nuestros hallazgos representan un paso importante en los esfuerzos que se están realizando no sólo para comprender la neuroanatomía de la acupuntura, sino para identificar formas de incorporarla al arsenal de tratamiento de las enfermedades inflamatorias, incluida la sepsis", dijo el investigador principal del estudio, Qiufu Ma, profesor de neurobiología en el Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard e investigador del Instituto Oncológico Dana-Farber.

Aunque no hemos probado la electroacupuntura, no somos ajenos al antiguo tratamiento homeopático con agujas. Así ocurrió cuando nuestro escritor, Ian Taylor, se sometió al tratamiento para curar su estrés laboral.

Lo que ocurrió cuando nos hicimos acupuntura

El problema del estrés no es la falta de sueño. No son las jornadas de 13 horas ni el hecho de que veas más al personal de Pret que a tu propia pareja. El verdadero asesino es el ruido blanco entre tus oídos, ese globo que se infla en tu caja torácica. Suspenden la lógica, paralizan la productividad y desencadenan una tormenta de mierda en espiral que sólo hace que las horas de oficina sean más largas y el sueño más esquivo.

Una posible solución me golpeó justo entre los ojos un domingo en el sur de Londres, cuando Mark Kiely me insertó una aguja justo encima de la nariz. No me molestan las agujas -incluso cuando me apuntan a la cara- y el rasguño me recordó a la donación de sangre. Luego siguieron 11 más: una justo después de la línea del cabello, una en cada brazo, una en cada rodilla y el resto en los pies. Es difícil sentirse felizmente libre de preocupaciones con 12 agujas clavadas, pero hay una teoría sobre la perforación. Los practicantes afirman que la acupuntura es eficaz para una gama alucinante de problemas de salud: dolor de espalda, dolores de cabeza por tensión, infertilidad, codo de tenista, Parkinson, estrés y, potencialmente, coronavirus. La visión tradicional es que la enfermedad se produce cuando se interrumpe el flujo de "qi", la "energía vital" del cuerpo. La acupuntura lo restablece. A mí me parece que es una teoría mística sin fundamento en la medicina occidental. Sin embargo, nuevas y tentadoras investigaciones sugieren que la acupuntura es más que un simple placebo disfrazado de cura milagrosa. El NHS está claramente de acuerdo: los informes sugieren que gasta 25 millones de libras al año en este tratamiento.

Kiely me explicó por qué seleccionaba los puntos que utilizaba: "Utilizo los puntos de los pies [para el estrés] -dijo-. Intento limpiar el exceso de energía de la cabeza, que está formando patrones de pensamiento disfuncionales. Quiero tirar de esta energía negativa hacia abajo para que pueda trabajar para ti, por ejemplo, en tu sistema circulatorio, digestivo o inmunológico."

Me retira las agujas después de 20 minutos y me manda a casa. Más tarde, esa misma noche, me siento más ligero, más suelto y libre de la tristeza habitual de los domingos por la noche. Soy consciente del montón de trabajo que me espera, pero por primera vez en mucho tiempo, me siento extrañamente alejado de él. Quizá la acupuntura sea un placebo. O tal vez la televisión del domingo por la noche de esta semana es particularmente absorbente. Pero sea lo que sea, una inyección de calma y el primer sueño profundo que he tenido en semanas es un alivio bienvenido.

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