Lo que hay que saber sobre el trastorno pirroliforme

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El trastorno pirrópico es una afección clínica que provoca cambios drásticos en el estado de ánimo. A veces se produce junto con otros trastornos mentales, entre ellos:

  • trastorno bipolar
  • ansiedad
  • esquizofrenia

El trastorno por pirrol se desarrolla cuando hay demasiadas moléculas de pirrol en el organismo. Estas moléculas pueden privar al organismo de nutrientes esenciales que desempeñan un papel importante en la regulación del estado de ánimo.

Los médicos desconocen la frecuencia del trastorno pirroliforme debido a la falta de diagnóstico. Si tiene síntomas o antecedentes de trastornos del estado de ánimo, puede que merezca la pena hablar con su médico sobre las pruebas del pirrol.

¿Qué es el trastorno pirrolínico?

La hidroxihemopirrolina-2-ona (HPL) es una molécula que se elimina de forma natural a través de la orina. Algunos individuos pueden excretar más HPL (pirrol) que otros, lo que indica un nivel tóxico de la enzima en su organismo. Anteriormente denominada HPL elevada, esta afección se conoce ahora como trastorno pirroliforme.

Las moléculas de pirrol no cumplen ninguna función importante en el organismo. Sin embargo, una cantidad excesiva puede provocar carencias nutricionales, sobre todo de zinc y vitamina B6 (piridoxina).

Esto se debe a que las moléculas se adhieren a estos nutrientes y luego se eliminan por la orina antes de que el organismo tenga la oportunidad de absorberlos correctamente.

Si tiene demasiadas moléculas de pirrol, puede experimentar cambios notables en el estado de ánimo. Estos cambios son quizá más notables en niños, adolescentes y adultos jóvenes.

¿Cuáles son los síntomas comunes del trastorno pirrol?

Algunos síntomas comunes del trastorno pirrol son:

  • irritabilidad
  • ansiedad grave
  • cambios significativos en el estado de ánimo
  • mal genio (rabietas en los niños más pequeños)
  • depresión grave
  • problemas de memoria a corto plazo
  • incapacidad para gestionar el estrés cotidiano
  • comportamientos histriónicos (melodramáticos)
  • sensibilidad a los ruidos fuertes, a las luces o a ambos

Aunque los cambios de humor son quizá el principal signo del trastorno pirrópico, también hay numerosos síntomas físicos. Algunas de las posibilidades son

  • retraso de la pubertad
  • náuseas (sobre todo por la mañana)
  • estrías en la piel
  • piel pálida que no se broncea fácilmente
  • dolor articular
  • intestino permeable
  • alergias
  • encanecimiento prematuro
  • manchas blancas en las uñas
  • infecciones frecuentes
  • estreñimiento
  • diarrea
  • síndrome del intestino irritable (SII)
  • barriga o hinchazón importante

Trastorno pirrol vs. trastorno b

ipolar

No es infrecuente que las personas con trastorno bipolar tengan también un exceso de moléculas pirrol. Sin embargo, padecer un trastorno pirrolar no significa necesariamente padecer también un trastorno bipolar. A veces, el trastorno pirrol puede confundirse con el trastorno bipolar.

Parte de la confusión se debe a la similitud de los síntomas. Al igual que el trastorno pirrópico, el trastorno bipolar provoca cambios en el estado de ánimo. Se caracterizan por ciclos de manía y depresión, que pueden durar semanas.

Algunas personas pueden tener cambios de humor más rápidos y frecuentes como parte de su trastorno bipolar. Es lo que se conoce como ciclos rápidos.

Aunque no se reconoce como un tipo oficial de trastorno bipolar, el ciclismo rápido provoca al menos cuatro o más episodios depresivos y maníacos al año. En cambio, el bipolar más tradicional provoca uno o dos.

Al igual que el trastorno bipolar de ciclo rápido, el pirrol puede provocar cambios frecuentes en el estado de ánimo. También es importante tener en cuenta si estás experimentando algunos de los síntomas más físicos del trastorno pirrol.

¿Cuáles son las causas del trastorno pirroliforme?

Se desconoce la causa exacta del trastorno pirroliforme, pero se cree que es una afección hereditaria que puede aparecer junto con ciertos trastornos mentales y del desarrollo.

No está claro si los niveles elevados de pirrol son la causa de estas afecciones, o si estos trastornos conducen a niveles elevados de pirrol.

Aunque a veces se confunden los síntomas del trastorno pirroleico con los del trastorno bipolar, se trata de dos trastornos distintos que a veces pueden darse juntos.

El trastorno pirroliforme también se observa con frecuencia en las siguientes afecciones:

  • trastornos de ansiedad
  • trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
  • trastorno del espectro autista (TEA)
  • depresión
  • síndrome de Down
  • epilepsia
  • trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
  • esquizofrenia
  • síndrome de Tourette

Los acontecimientos traumáticos o muy estresantes recientes también pueden aumentar el riesgo de padecer un trastorno pirrópico. Algunos ejemplos son

  • antecedentes de malos tratos
  • divorcio reciente
  • pérdida de empleo
  • una mudanza importante

¿Cómo se diagnostica el trastorno pirroliforme?

El trastorno pirroliforme se diagnostica mediante un análisis de orina denominado prueba de criopirrol. El objetivo es ver cuántas moléculas de HPL tiene en el organismo. Una cantidad excesiva puede indicar un trastorno pirroliforme.

Es posible que ya presente muchos de los síntomas de este trastorno si su recuento de pirrol en orina es de 20 mg/dL o superior. Un nivel de 10 a 20 mcg/dL puede causar síntomas leves, si los hay.

Aunque la prueba del criopirrol es la única prueba diagnóstica médica que ayuda a determinar la presencia de moléculas de pirrol en su sistema, su médico también puede evaluar su salud mental general.

Pueden preguntarle sobre cualquier cambio repentino en su estado de ánimo, así como si usted o su familia tienen antecedentes de determinados trastornos mentales.

¿Cómo se trata el trastorno pirroliforme?

Actualmente no se dispone de medicación para tratar el pirrol. En su lugar, la mayoría de las terapias se centran en enfoques más funcionales que abordan la nutrición, el estrés y el estilo de vida.

Dado el papel de las moléculas de HPL en la eliminación de vitamina B6 y zinc del organismo, se cree que la administración de suplementos de estos micronutrientes podría ayudar a tratar el trastorno pirroliferativo. Otros suplementos posiblemente útiles incluyen:

  • ácidos grasos omega-3 en el aceite de pescado
  • magnesio
  • vitamina B3
  • vitaminas C y E, para reducir el daño oxidativo celular

Aunque micronutrientes como la vitamina B6 y el zinc pueden ser útiles para regular el estado de ánimo, algunas investigaciones son contradictorias en cuanto a si tomarlos en forma de suplemento reducirá el estrés y la ansiedad.

Pero cuando el trastorno pirroleico agota estos nutrientes, el médico puede recomendar suplementos para ver si mejoran los cambios de humor y otros síntomas.

Si tomas suplementos, se recomienda que dejes de tomarlos durante los 3 días anteriores a tu próximo análisis de orina de criptopirrol. Esto ayudará a determinar si sigue experimentando un exceso de HPL. Se necesitan análisis de sangre por separado para ver si tiene alguna deficiencia nutricional.

Con el tratamiento adecuado, puede esperar que los síntomas mejoren en un plazo de 3 a 12 semanas.

Para llevar

El trastorno pirrópico no es una enfermedad mental reconocida, pero puede suponer cambios significativos en su bienestar mental y físico.

Se necesitan más investigaciones para determinar la causa del exceso de pirrol y sus efectos en la salud mental, pero se cree que tiene un componente genético.

Si sospecha que padece un trastorno pirroliforme, puede solicitar a su médico un análisis de orina para medir las moléculas de HPL.

También es importante detectar posibles carencias nutricionales. Actualmente no existe cura para el trastorno pirroliforme, pero una nutrición adecuada y el control del estrés pueden ayudar a controlarlo.

Consulte a su médico si experimenta cambios en su estado de ánimo. De este modo, podrá realizar una evaluación completa y remitirle a un especialista.

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