Llega el calor: ¿Qué debemos comer?

Llega el calor, llega esa sensación tan inequívoca y complicada que viene acompañada con la camiseta pegada a la espalda por culpa del sudor.

Es normal que no te apetezca comer como el resto del año, el apetito disminuye con las temperaturas elevadas y lo importante es hidratarse.

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El aumento de la temperatura, las comidas fuera de casa o la ruptura de hábitos horarios influyen en nuestro organismo y puede provocar una alimentación inadecuada

Lo que aconseja el presidente de la Asociación de Endocrinología es «tomar alimentos ricos en agua. Con mucha agua en relación con las calorías: fruta, verdura, ensalada... que en su mayor parte son agua, con ciertos nutrientes como hidratos de carbono solubles, vitaminas, minerales y micronutrientes. También es importante comer vegetales de temporada»

Recomienda también la ensalada de legumbres y los pescados –varios días a la semana–, así como la pasta y el arroz. En verano apetece beber más porque tenemos más sed, pero eso no significa que el alcohol nos vaya a sentar mejor: el alcohol solo aporta calorías vacías, que no dan nada de valor al organismo y por supuesto no pueden sustituir a las calorías de una alimentación variada. Es un gravísimo error y además es contrapruecente con las altas temperaturas y puede jugarte una mala pasada que provoca una subida de los triglicéridos, daños hepáticos, lesiones en la mucosa gástrica y neuronales, sobre todo cuando se sobrepasa el umbral de la embriaguez, algo más fácil de alcanzar si uno no come adecuadamente. Además de beber más agua que en invierno –o gazpacho, que repone el sodio que se pierde por el sudor, es recomendable beber zumos naturales y tomar fruta. Los helados en forma de sorbetes naturales o en su formato clásico si uno no está a dieta. Así que ya sabes, alimentos frescos, mucha agua y el tinto de verano con moderación, que puede traicionar.