Las valiosas lecciones de vida que todos podríamos aprender de la Generación Z

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Nos encontramos en un momento de cambio generacional. Los Millennials son ahora viejos, aburridos y calvos. ¿Y la Generación X? Básicamente, los nuevos Boomers. Ahora mismo, la Generación Z -la franja de niños nacidos entre 1997 y 2012- constituye más de una quinta parte de la población activa del Reino Unido. Y vienen a por ti.

Ya conoces a la Generación Z, por supuesto. Odian tu estúpida raya al lado y tu compra desenfrenada de plástico de un solo uso. Han visto todos los emojis que usas (¿llanto-risa? ¿Por favor?) y ya están hartos. Pero en realidad no es así. La generación Z ha heredado un mundo en llamas del que apenas puede permitirse formar parte, por lo que es lógico que se haya visto obligada a replantearse todo desde cero. De hecho, podemos aprender mucho de ellos. Así que, con la ayuda de una peña de la propia generación, he recopilado esta hoja de ruta.

Lección 1: Deja de obsesionarte con tu trabajo

Estadísticamente, la Generación Z piensa que lo tiene peor que sus antepasados, y más de un tercio cree que es la generación más trabajadora de todos los tiempos. Tendrías razón en ser escéptico al respecto; después de todo, ¿no se siente así todo el mundo cuando acaba de salir de la escuela y se encuentra con un trabajo mal pagado? Ánimo, chicos.

Pero donde la Generación Z nos lleva años luz de ventaja es en cómo reaccionan ante sus terribles trabajos. A diferencia de los millennials, que crecieron con una ética del trabajo desigual que les llevó a trabajar sin descanso en detrimento de su salud mental, la Generación Z ha descubierto cómo defenderse. Una encuesta realizada en 2022 por TalentLMS mostró que la Generación Z está dispuesta a exigir permisos pagados por salud mental, trabajo híbrido o remoto y una mayor diversidad e inclusión. Si no lo consiguen, se marcharán. Y mientras tanto, utilizarán su mayor regalo al mundo: la "renuncia silenciosa".

Por supuesto, habrás oído hablar de la renuncia silenciosa. Abandonar el trabajo de forma discreta significa reducirlo al mínimo, que a menudo son las condiciones originales del empleo. No más trasnochar. Nada de aceptar el trabajo de otros como extra no remunerado. No, sólo tienes que fichar a la entrada y a la salida, y dedicar el resto de tu tiempo a ser un ser humano. Establecer límites. ¿Quién lo iba a decir?

En realidad, la renuncia silenciosa no es más que una vuelta a la forma en que la gente solía tratar su trabajo. En generaciones anteriores, los trabajadores se conformaban con tratar el trabajo como si fuera sólo una parte de sus vidas, en lugar de su razón de ser. Sólo en las dos últimas décadas se ha difuminado la línea que separa el trabajo del hogar, con correos electrónicos las veinticuatro horas del día y un deseo irrefrenable de trabajar al margen. Lo único que hace la Generación Z es negarse a que le sigan tomando el pelo.

Sé más Z

  • Ignora los correos electrónicos de trabajo enviados fuera del horario de oficina. Así parecerás más importante.
  • No asumas de buen grado trabajo extra a menos que te paguen por ello, e idealmente bastante.
  • Cultiva intereses externos. Una profesión no es una personalidad.

    Lección 2: El bienestar es un maratón, no una forma de entrenamientopor intervalos

    Hundirse ocho pintas en Wetherspoon's un martes puede que fuera un rito de iniciación cuando empezaste tu primer trabajo, pero no lo es tanto para los jóvenes adultos de hoy en día. Un estudio de Berenberg Research reveló que la Generación Z bebe un 20% menos de alcohol per cápita que los millennials. Y los millennials, a su vez, beben menos que la Generación X, que podemos suponer que está básicamente borracha todo el tiempo. Un estudio de 2021 demostró que la generación Z también es menos propensa a fumar y más propensa a comer mejor, con más veganos per cápita que las generaciones mayores.

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    Tampoco se quedan atrás cuando se trata de hacer ejercicio. Una encuesta mundial sobre fitness de Les Mills reveló que la Generación Z hace ejercicio con más frecuencia que sus mayores, y que el 87% de ellos lo hace al menos tres veces por semana. Y una vez más, el bloqueo les ha enseñado que no necesitan ser socios de un gimnasio para conseguir una forma física personal. Muchos de ellos hacen ejercicio en casa.

    Todo esto apunta a una generación que entiende que ponerse en forma no es sólo hacer pesas en un gimnasio concurrido con la esperanza de compensar el döner de cordero y patatas fritas de anoche; es lo que hacen todos los días.

    Y, milagrosamente, lo han resuelto antes de llegar a los 25, sin tener que buscar en Google: "¿Esto es un infarto o sólo una indigestión?".

    Sé más Z

    • Haz ejercicio en casa. El gimnasio es demasiado ruidoso con resaca.
    • Ahora que lo pienso, ¿podrías saltarte también las pintas de entre semana?
    • Además, con el dinero que te ahorres podrás pagarte el gimnasio en casa...
      Lección 3: Presta atención a tu salud mental

      La buena noticia es que, como generación, la Generación Z está dando más importancia a la salud mental que cualquier otra generación anterior. Según un informe de Deloitte, muchos dicen que es su prioridad número uno. No se trata de que repriman sin palabras sus sentimientos y mueran prematuramente de estrés, como antaño. Más de un tercio de la Generación Z ha declarado haber trabajado con un profesional de la salud mental al menos una vez.

      Una pregunta más importante, por supuesto, es ¿por qué? A primera vista, las señales no son buenas. La Generación Z ha sido descrita a menudo como la Generación Deprimida, en gran parte gracias a la gran cantidad de informes que sugieren que su salud mental colectiva está por los suelos. Se enfrentan a un estrés crónico en forma de miedos racionales -el cambio climático, la deuda estudiantil, toda la política- y, como era de esperar, Internet siempre está disponible para hacer que todo sea un millón de veces peor.

      La generación Z ha crecido con las redes sociales como norma, y se dice que esto está causando picos de aislamiento, soledad y baja autoestima. Y tiene sentido: cuando estás acostumbrado a ver el mundo a través de una serie de imágenes filtradas, la mundanidad de tu propia vida te hace sentir fatal.

      Sin embargo, no todo es pesimismo. La noticia de que tantos miembros de la Generación Z busquen terapia tiene muchas ventajas. La alternativa, como las generaciones anteriores han descubierto en su detrimento, es mantener la compostura y fingir que todo va bien hasta que todo se vuelve insostenible y acabas cayendo. Es mucho mejor poder hablar de los problemas desde el principio. Así podrás desarrollar un vocabulario que te permita identificar y expresar adecuadamente tus problemas. Y dispondrás de un conjunto de herramientas para cuando la situación se complique de verdad.

      Sé más Z

      • No tengas miedo de acudir a terapia.
      • No tengas miedo de abrirte a tus amigos íntimos y a tu familia.
      • Pero, quizás sí tengas miedo de Instagram.
        Lección 4: Acepta el romance no convencional

        El bloqueo llegó a la Generación Z en el momento equivocado. A mí, por ejemplo, apenas me afectó porque soy un viejo calvo gruñón que, de todos modos, quiere estar en casa todo el día. Pero se supone que la adolescencia y la veintena son una época de aventuras salvajes.

        ¿O quizás no? Incluso antes del bloqueo, la Generación Z era relativamente casta. Un trabajo de investigación del año pasado reveló que, mientras que el 38% de los adultos jóvenes mantenían relaciones sexuales ocasionales en 2007, esta cifra se había reducido a sólo el 24% una década después. Y, según el organismo de investigación YPulse, cada vez son menos los que buscan una relación duradera.

        Una solución que ha encontrado la Generación Z es la "relación de situación". En lugar de lanzarse de cabeza a una relación en toda regla, el noviazgo es una exploración de la zona gris que precede a la formalización de la relación. No son amigos, pero tampoco pareja. Pasan tiempo juntos y tienen relaciones sexuales, pero no hay expectativas. Puede que no tengáis un fuerte vínculo romántico y que haya otras personas implicadas. Es una relación de situación.

        Esto no es necesariamente algo que vaya a durar el resto de sus vidas. Tarde o temprano, la Generación Z empezará a tener hijos, y Dios sabe que las situaciones de pareja ya son bastante difíciles de explicar a otros adultos. Y, a juzgar por algunos de los jóvenes con los que hablé, la falta de claridad que acompaña a las reglas cambiantes de una relación de situación puede ser agotadora. He aquí la clave: sólo funcionan realmente si ambas (o todas) las personas implicadas se sinceran sobre cómo se sienten. Pero, ¿no es ése el caso de cualquier relación?

        Sé más Z

        • Si estás saliendo con alguien, intenta disfrutarlo. ¿Por qué apresurarse a etiquetar las cosas?
        • Sé sincero con tu pareja sobre lo que realmente necesitas de tu relación.
        • Si ya estás casado, es posible que sea demasiado tarde para ti. Lo siento.
          Lección 5: Conviértete en un nuevo tipo de "experto de sillón "

          Si vas a tener celos de algo cuando se trata de la Generación Z, ten celos de cómo aprenden. Estas personas han crecido en un mundo en el que la suma total del conocimiento está al alcance de su mano. ¿Quieres saber cuánto tiempo hace de la Edad de Piedra? ¿Quieres ver todo lo que ha hecho un actor en una película concreta? ¿Quiere aprender a purgar un radiador? Antes tenías que leer un libro de la biblioteca, consultar las desaparecidas Páginas Amarillas o, ya sabes, preguntar a alguien. Ahora todo está en YouTube.

          Esto se está extendiendo también a la educación formal. La generación Z no es exactamente autodidacta, pero cada vez se hace más hincapié en el aprendizaje individualizado. Encuentra lo que se te da bien y aprende todo lo que puedas, y llegarás a la edad adulta con una gran ventaja sobre idiotas como nosotros, a los que se nos enseñó a la antigua usanza. Y lo que es mejor, la Generación Z está sintiendo los beneficios del aprendizaje basado en proyectos, un método de enseñanza que permite explorar a fondo una materia trabajando en grupo para resolver un problema. Les enseña a pensar por sí mismos, en lugar de limitarse a memorizar respuestas. Y eso sólo puede ser bueno.

          Sé más Z

          • Busca una solución básica en YouTube antes de contratar a alguien.
          • ¿Te apetece dedicarte a un hobby creativo? Busca clases en Internet.
          • Repite conmigo: es bueno comprender nueva información en lugar de limitarse a regurgitar hechos.

            Lección 6: Ú nete a la acción directa

            Como cabría esperar de una generación que tiene a Greta Thunberg como figura emblemática, a la Generación Z se le da mucho mejor protestar que a nosotros. Mientras que yo, una vieja y polvorienta generación X, participé en una marcha para detener la guerra y luego me di por vencida porque nadie detuvo realmente la guerra, la generación Z parece darse cuenta del poder de la interrupción.

            ¿Los chicos que intentaron detener el HS2 viviendo en un túnel cerca de la estación de Euston? Gen Z. ¿La chica que se hizo viral tras detener el tráfico de la autopista escalando el puente de Dartford? Gen Z. ¿Los chicos que tiraron sopa a un cuadro de Van Gogh? Gen Z hasta la médula. Si tienes menos de 25 años, estás justo en el filo de la navaja del colapso medioambiental, así que es lógico que presiones más para que se produzca un cambio urgente.

            Protestar también es bueno para la salud. Los estudios demuestran que el activismo está relacionado con niveles más bajos de depresión, mientras que la sensación de falta de agencia es, como era de esperar, causa de ansiedad.

            Y, sí, aunque pegarte a la calle o tirar la leche por el suelo de un supermercado no va a convencer a todo el mundo, sin duda conseguirá que se fijen en ti. Y, al fin y al cabo, ¿no se trata de eso?

            Sé más Z

            • Elige una causa en la que creas fervientemente, ya sea la justicia racial o la defensa de una jornada laboral más corta un viernes cuando hace buen tiempo.
            • Haz oír tu voz.
            • Pero, ¿podrías enfriar la sopa? A nadie le gusta desperdiciar sopa.
              Lección 7: Rom pe con tu TV

              Por supuesto, el alcohol no es la única razón por la que la Generación Z no tiene mucho sexo casual. No, los informes sugieren otra posible causa: toda la Generación Z está demasiado ocupada jugando a videojuegos. Esto tampoco parece ser una exageración. La encuesta de Deloitte sobre Tendencias de los Medios Digitales 2021 reveló que, entre los jóvenes de 14 a 24 años, los videojuegos son, con diferencia, la principal actividad de entretenimiento.

              Es una primicia en la historia de los medios de comunicación. Los boomers, la generación X y los millennials siempre han elegido el fiable medio unidireccional de la televisión para entretenerse en casa. Pero, de repente, la Generación Z ha relegado a la televisión al quinto puesto, por detrás de los juegos, la música, Internet y las redes sociales.

              En cuanto a sus hábitos en las redes sociales, la Generación Z es tan adicta como el resto de nosotros, aunque posiblemente más exigente. Para ellos, Facebook es para racistas y ancianos, y un hervidero de desinformación. (Una encuesta reveló que los Boomers compartían casi siete veces más artículos de noticias falsas en Facebook que los que tienen entre 18 y 29 años, que dominan mejor el clickbait y los algoritmos). La generación Z también echó un vistazo a todos los gritos y peleas en Twitter y se escabulló. Instagram sigue siendo popular, al igual que Snapchat y Discord. Pero la plataforma más popular con diferencia es TikTok.

              También merece la pena destacar BookTok en este punto, algo que mis entrevistados de la Generación Z mencionaron una y otra vez. Se trata de una próspera comunidad de jóvenes que se tragan casi todas las novelas juveniles del momento y las analizan en animados vídeos de TikTok. BookTok es enorme: las editoriales informan de aumentos masivos de ventas cada vez que un título se convierte en el centro de la discusión. También es confuso. Hace poco, BookTok catapultó a la hasta entonces desconocida Colleen Hoover a la primera división de los escritores, con unas ventas que podrían provocar la envidia de JK Rowling. ¿Por qué? Nadie lo sabe. Incluso la biografía de Hoover en Twitter dice: "Yo tampoco lo entiendo".

              Sé más Z

              • Cambia el visionado pasivo de los medios por la participación activa. (El juego, con moderación, es bueno para el cerebro, ya sabes...)
              • Comprueba los hechos de las noticias antes de publicarlas.
              • Habla bien de los libros. Pero no en TikTok. Eres demasiado mayor para eso.

                Lección 8: Acepta que tus mayores desconfíen de ti

                Siempre que una nueva generación entra en el mercado laboral, se produce una conmoción, ya que la generación de más edad siente por primera vez una punzada de irrelevancia. La Generación Z no es una excepción (véase el titular viral del New York Times: "Los trabajadores de 37 años temen a los de 23 que trabajan para ellos") y, desde luego, ha habido una avalancha de noticias sobre lo cascarrabias e inútiles que los jóvenes piensan que somos todos. Afortunadamente, al menos desde un punto de vista anecdótico, parece que esto es exagerado.

                No parece haber mucha diferencia entre nosotros", me dijo un estudiante de 20 años, "seguimos endeudándonos hasta las cejas, nunca podremos permitirnos una casa y se sigue ignorando la crisis climática. No creo que debamos reducirlo todo a cosas como la obsesión de los millennials por Harry Potter y los vaqueros ajustados".

                Y esa podría ser la última lección. Claro que tiene sentido cuestionar las tradiciones y creencias del pasado, pero no sirve de nada burlarse de las generaciones mayores por las cosas que les gustan. (Aunque puede que tengan razón en lo de los vaqueros ajustados).

                Así que hay esperanza. Y de todos modos, si no puedes vencer a la Generación Z, ahora al menos puedes imitarla. Todo lo que hace falta es menos alcohol, más terapia, mejores límites entre vida y trabajo y un montón de juegos. A mí me parece bien. ¿Quién se apunta?

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