La creatividad es el secreto de un cerebro sano y vibrante, y es más fácil de lo que cree
Cuando mi hija estaba en preescolar, teníamos algo bastante habitual. Yo le daba brócoli, ella fruncía el ceño y se cruzaba de brazos, y yo suspiraba resignada. Hasta que un día decidí recurrir a mis hasta entonces inexistentes dotes de improvisación: "Necesito que hagas de guardia. No dejes que ningún ogro se acerque a ese árbol y, sobre todo, no dejes que ningún ogro se lo coma", le dije. "¿Puedes hacerlo, guardia?".
Ella sabía que estaba bromeando, pero estaba dentro. En cuanto le di la espalda, soltó una carcajada y empezó a comerse el brócoli, esperando mi reacción horrorizada: "¡¿Qué clase de guardia eres?!" le dije. El "juego del guardia" pronto se convirtió en el centro de nuestra comedia de dos personas cada vez que había nuevos alimentos en el menú. Nunca llevaré mi espectáculo de gira, pero mi pequeña explosión de inventiva sin duda cambió nuestras vidas para mejor. A menudo pensamos que las personas creativas son las que trabajan en las artes, pero en la vida cotidiana, la creatividad tiene menos que ver con lo que haces que con cómo piensas.
¿Qué es la creatividad?
Casi todo puede hacerse de memoria o de una forma nueva, dice la doctora Julie Fratantoni, neurocientífica cognitiva del Centro de Salud Cerebral de la Universidad de Texas en Dallas. La creatividad puede consistir en idear un peculiar viaje por carretera o elegir un regalo único. También puede consistir en idear una cita original pero divertida o un método para colocar los recuerdos en un armario. La creatividad es una actitud.
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"La creatividad no es algo misterioso o mágico, sino algo que todo el mundo puede hacer", afirma el Dr. James C. Kaufman, profesor de psicología de la educación en la Universidad de Connecticut. Dentro de la psicología, la creatividad suele entenderse como la capacidad de producir cosas u objetos que son nuevos (al menos para la persona que crea la obra) y útiles, o apropiados para la situación o el propósito, afirma el doctor John Kounios, profesor de psicología y ciencias del cerebro en la Universidad de Drexel. Sin embargo, él prefiere definir la creatividad como una forma de reorganizar los elementos de una situación o un pensamiento.
Para quienes se dedican a los negocios o al derecho, la creatividad suele ser una forma de resolver problemas y una nueva forma de ver las cosas mientras se navega por el cambio y se innova. En el lugar de trabajo, la creatividad beneficia tanto a la organización como al empleado, dice la doctora Crystal Farh, profesora de negocios de la Universidad de Washington. "Participar en un trabajo creativo es extremadamente motivador y absorbente", afirma. "Los creadores dicen sentirse más felices, más realizados y con más energía que los no creadores".
La creatividad puede incluso enseñarse, o al menos fomentarse. Esa es la idea que subyace tras el primer programa de doctorado en creatividad de la Universidad de las Artes de Filadelfia. Patricia Salkin, ex abogada del Estado y ahora rectora del Touro College, es una de los nueve estudiantes matriculados. Los antecedentes de los estudiantes parecen el comienzo de un chiste, dice: "Un abogado, un cineasta y un psicoterapeuta entran en un aula...".
El programa de inmersión de la universidad pedía a los inscritos que hicieran teatro de improvisación, utilizaran instrumentos de percusión para hacer música y hablaran con los artistas sobre la inspiración de sus obras. "No me considero un artista en el sentido de las bellas artes, pero cada uno de nosotros puede ser un artista en el campo que elija, ya que creamos nuestro propio lienzo", afirma Salkin.
4 tipos de creatividad: ¿Cuál eres tú?
A ver si reconoces tu propio ingenio en estos tipos, identificados por Kaufman.
- Mini-C: Creatividad personal que experimentas y disfrutas, como hacer manualidades o garabatear en los márgenes de un cuaderno.
- Pequeña-C: Creatividad que generas y que otras personas también pueden reconocer y disfrutar, como una escultura de sujetapapeles para la feria del condado o la poesía que interpretas en una cafetería.
- Pro-C: Creatividad de nivel experto. El escritor consigue que le publiquen y la empresaria encuentra el éxito económico con su nueva y fantástica idea de sujetapapeles.
- Gran C: Genio creativo. La genialidad es subjetiva y la etiqueta depende hasta cierto punto de la sabiduría convencional. Por ejemplo, el compositor Harold Rome era popular a principios del siglo XX, pero sus contemporáneos Rodgers y Hammerstein son considerados genios creativos. "La gente quiere ver Oklahoma, no un drama sobre obreros. ¿Significa eso que Oklahoma es mejor? No necesariamente", dice Kaufman.
¿En qué parte del cerebro reside la creatividad? Algunas funciones corporales, como mover los dedos de los pies, parten de una "dirección" concreta del cerebro. Pero la creatividad se parece más a un barco en un río que a una dirección fija. Implica redes cerebrales que enlazan la memoria y el lenguaje, la comprensión espacial y la motricidad fina. Estas redes son como ríos interconectados por los que flota la barca de la creatividad, ríos que también utilizan las barcazas normales para resolver problemas matemáticos, seguir recetas o leer informes.
Sin embargo, la creatividad no es tan misteriosa como podría parecer a primera vista. Tu cerebro puede ayudarte a generar una idea creativa de dos maneras: a través del famoso momento "ajá" de perspicacia y mediante un pensamiento más analítico. Tu cerebro resuelve problemas espinosos incluso mientras duermes, sueñas despierto o te relajas, y los momentos aha se basan en procesos mentales inconscientes. Lo más probable es que una gran intuición aparezca cuando estás un poco desconcentrado o cuando cambias de lugar. Por eso puede aparecer mientras te duchas o das un paseo, o incluso a las 2 de la madrugada, explica Kounios. La creatividad también puede surgir del análisis deliberado paso a paso y de la resolución de problemas. Cuando inventamos y jugueteamos conscientemente, evaluando y modificando ideas, podemos acabar creando algo totalmente innovador.
Y cuanto mejor sepas resolver problemas, más eficazmente te desenvolverás en el mundo y más sano estarás, afirma Fratantoni. Así pues, aunque la creatividad es una recompensa en sí misma -y puede hacer que tu hijo se coma el brócoli-, también contribuye a la salud específica de tu cerebro. Un número creciente de organizaciones artísticas y estudios realizados en los últimos 15 años han descubierto que participar en actividades creativas puede ayudar a evitar la soledad, mitigar la demencia y mejorar el compromiso, afirma Kaufman. Y cuando no estamos expuestos a nada nuevo, el deterioro cognitivo puede acelerarse, afirma Fratantoni.
Cualquier actividad que mantenga activo el cerebro ayuda a envejecer, afirma Kounios. Cuando emprendemos el aprendizaje de nuevas habilidades o aficiones o nos enfrentamos a nuevas situaciones, crecen nuevas células cerebrales y se forman nuevas conexiones entre las ya existentes. Estas experiencias creativas generadoras de células cerebrales pueden ser pintar, escribir, hacer cuentas o aprender un idioma.
"La creatividad puede activar el sistema de recompensa del cerebro", afirma Kounios. "Esta puede ser la razón por la que la terapia artística, la terapia de escritura y otras formas de expresión creativa son edificantes y eficaces para muchas personas".
Lynnea Doublette, residente en Minneapolis, pensaba que la edad adulta significaba que tenía que dejar atrás las artes, ya que no iba a convertirse en una estrella de cine ni en una cantante de fama mundial. "Pero es parte de lo que soy", dice. "Cuando no soy creativa, eso es lo que parece generar aislamiento y soledad".
Así que Doublette encontró la manera de incorporar su creatividad a su vida cotidiana. Ahora trabaja tanto en las artes escénicas como en la sanidad. Con sus dos hermanas y su madre, actúa a menudo en un cuarteto de gospel para profesionales de la salud y personas en residencias de ancianos. También ha trabajado con Kairos Alive, una organización sin ánimo de lucro que anima a las personas mayores a expresarse a través de la narración, la danza y la música. El año pasado incluso compuso dos canciones, pero sólo después de haber pensado durante mucho tiempo que no podía ser creativa de esa manera.
"Cuando pensamos que no somos creativos, no es cierto", dice. "La creatividad puede estar en caminar de una determinada manera o en hacer un pequeño baile cuando recibes una buena noticia. La creatividad está en ti".
Para Doublette, la creatividad enriquece tanto en lo profesional como en lo personal. "Los canales y vías de mi cerebro vuelven a abrirse. Veo posibilidades de afrontar un problema en el trabajo o una tarea", dice. "Cuando me abrazo a mí mismo como actor o artista, entro en la plenitud de mí mismo, y las ideas abundan".
Algunas investigaciones sobre lo que ayuda a potenciar o desbloquear la creatividad son contradictorias, afirma Kaufman. Pero eso puede significar que los distintos enfoques funcionan de forma diferente según las personas. Pruebe algunos de estos métodos para ver qué le funciona a usted:
Buscar soluciones
Los rompecabezas, la lectura de novelas policíacas y la investigación (genealogía, por ejemplo) cuentan. Cuando resuelves un enigma o descubres una nueva conexión, se activa la señal neuronal de procesamiento de recompensas de tu cerebro, y eso ayuda a aumentar tu poder de perspicacia.
Soñar despierto
La red de modos por defecto del cerebro incluye la imaginación, la ensoñación y los pensamientos espontáneos. En ella pasamos el 30% del día, dice Fratantoni. Desconecta las redes sociales y otras fuentes de información y dedícate tiempo a soñar durante el día.
Anímate
En un estudio, los sujetos podían generar más problemas de asociación de palabras después de ver un clip divertido. "Averigua qué te pone de buen humor", dice Fratantoni. Esto podría incluir establecer una práctica en torno a la gratitud y la atención plena.
Dormir
"Si hay algo que una persona puede hacer para ser más creativa, es dormir más", dice Kounios. Aumenta el estado de ánimo, purga las ideas inútiles y ayuda a procesar los problemas subconscientemente. Incluso una siesta de 10 minutos puede ayudarte a generar nuevas ideas y a ver conexiones que antes no veías".
Ten en cuenta tu cronotipo
Si eres un búho nocturno, puede que tengas tus mejores ideas por la mañana, cuando tu cerebro está un poco confuso. En ese caso, trabaja tu pensamiento analítico en las horas punta de la noche. Los madrugadores deberían hacer lo contrario, dice Kounios.
Cambia de entorno
Estar al aire libre o en una habitación con techos altos puede ayudar a ampliar la atención y potenciar el pensamiento creativo, afirma Kounios. Los bordes afilados, los colores chillones y la música llamativa pueden infundir un atisbo de ansiedad o peligro y distraer la mente para que no se permita divagar. "La situación ideal es un entorno espacioso, cálido y difuso, con bordes redondeados y suaves y colores apagados", afirma Kounios.
No compares
Reconoce y aprecia tu creatividad cuando surja. Que el cuento que le has contado a tu hijo o a tu nieto no sea de Shakespeare no significa que no sea creativo. Hay que celebrar la creatividad personal, dice Kaufman.
Pruebe algo nuevo
Desafíese a sí mismo buscando comidas y lugares novedosos, que le proporcionen nuevas perspectivas, fundamentales para potenciar la creatividad.
Pida opiniones
Obtenga aportaciones de personas con puntos de vista diversos a la hora de abordar un problema, especialmente en el trabajo. "Crea las condiciones en las que se invite a tener voz en la sala a perspectivas diversas", dice Farh, "y en las que todos los individuos se sientan psicológicamente lo bastante seguros para exponer sus ideas".
Haz otra cosa
Cuando el cerebro está en modo lucha, huida o congelación, no puede acceder a soluciones creativas. Tómate un vaso de agua, mira por la ventana o haz una tarea que no te suponga un reto, como doblar la ropa. "Tomarse un breve descanso permite reunir información dispar y ponerla en común de formas nuevas", dice Fratantoni.
Establecer límites
Algunos estudios han demostrado que las limitaciones pueden mejorar los resultados, afirma Fratantoni. Por ejemplo, cuando a un grupo sólo se le pidió que escribiera un poema y a otro que escribiera uno con ocho sustantivos concretos, los poetas con la restricción obtuvieron mejores resultados. Piensa en una restricción (aunque te parezca una tontería) que te pueda ir bien.
Este artículo apareció originalmente en el número de noviembre de 2021 de Prevention.
