¿Cuál es el intervalo normal de tensión ocular?

La presión ocular normal oscila entre 10 mmHg y 20 mmHg. La presión ocular que suele asociarse al glaucoma es superior a 21 mmHg, pero algunas personas pueden sufrir lesiones oculares con una presión más baja o más alta.

A man gets his eye pressure checked with a tonometry test at the eye doctor's office.

La parte anterior del ojo está llena de un líquido transparente llamado humor acuoso. Este líquido da forma al ojo y nutre sus células. Un desequilibrio en la cantidad de líquido dentro del ojo puede provocar una presión ocular alta o baja potencialmente perjudicial.

Los médicos utilizan una unidad de medida llamada milímetros de mercurio (mmHg) para medir la presión ocular. Según la Academia Americana de Oftalmología, la presión ocular normal oscila entre 10 mmHg y 20 mmHg.

Los cambios en la presión ocular no suelen causar síntomas hasta que el daño al nervio óptico está más avanzado. Sin embargo, los exámenes oftalmológicos periódicos pueden ayudar a detectar cambios en la presión antes de que se desarrollen complicaciones.

¿Qué puede ocurrir si la presión ocular es demasiado alta o baja?

En términos médicos, la presión ocular alta se denomina hipertensión ocular. Si no se trata, puede dañar el nervio óptico que transporta la información del ojo al cerebro. La hipertensión ocular es la principal causa de glaucoma.

El glaucoma es un grupo de enfermedades que provocan daños progresivos en el nervio óptico, lo que puede conducir a la pérdida permanente de visión o a la ceguera.

El glaucoma se asocia a presiones oculares superiores a 21 mmHg, pero la presión a la que se desarrolla el daño ocular es diferente en cada persona.

La presión ocular baja es menos frecuente que la presión alta. Los descensos bruscos de presión pueden provocar daños en los tejidos oculares.

¿Qué puede causar presión ocular alta?

La presión ocular puede aumentar demasiado cuando el líquido del interior del ojo ejerce demasiada presión sobre la superficie interna del ojo. Esto puede ocurrir si el ojo produce demasiado líquido o si el líquido no puede drenar correctamente.

Entre los factores de riesgo para desarrollar presión ocular alta se incluyen:

  • uveítis, inflamación del ojo
  • traumatismos oculares por lesiones o intervenciones quirúrgicas
  • defectos congénitos que causan problemas de drenaje del líquido ocular
  • antecedentes familiares de hipertensión o glaucoma
  • tener más de 40 años
  • ser de etnia afroamericana o hispana
  • tomar determinados medicamentos, como glucocorticoides a largo plazo
  • padecer el síndrome de dispersión pigmentaria

La presión ocular baja suele estar causada por una intervención quirúrgica para tratar el glaucoma. También puede deberse a:

  • reducción de la producción de líquido
  • vitreorretinopatía proliferativa, una complicación del desprendimiento de retina
  • debilidad del ojo debida a afecciones genéticas como el síndrome de Marfan
  • algunos medicamentos como
    • nitratos
    • antivirales como el cidofovir
    • betabloqueantes

¿Cómo saber si tiene la presión ocular alta o baja?

La presión ocular alta o baja no suele causar síntomas en las fases iniciales. Las revisiones oftalmológicas periódicas son fundamentales para detectar cambios en la presión ocular antes de que se produzcan daños oculares permanentes.

¿Con qué frecuencia hay que hacerse un examen ocular?

La Academia Americana de Oftalmología recomienda un examen ocular completo:

  • cada 2 ó 4 años en personas de 40 a 54 años con bajo riesgo de enfermedad ocular
  • cada 1 ó 3 años para las personas de 55 a 64 años con bajo riesgo de enfermedad ocular
  • cada 1 ó 2 años para las personas de 65 años o más con bajo riesgo de enfermedad ocular
  • al menos una vez al año para las personas con diabetes de tipo 1 o 2, independientemente de la edad

Cualquier persona que tenga un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad ocular en función de su historial médico, antecedentes familiares, edad o raza, puede necesitar exámenes oculares más regulares, aunque no presente ningún síntoma.

Los síntomas del glaucoma no suelen ser perceptibles hasta que se produce una pérdida de visión. Puede empezar como puntos ciegos irregulares en la visión periférica que luego progresan hacia la pérdida de la visión central.

Una presión ocular baja puede provocar una pérdida de visión indolora y el desarrollo de visión borrosa.

¿Cómo se mide la presión ocular?

Su oftalmólogo puede medir la presión de su ojo con una prueba llamada tonometría. Un tipo específico de tonometría llamada tonometría de aplanación se considera la prueba más fiable.

El procedimiento exacto que seguirá su oftalmólogo puede variar, pero es probable que incluya pasos similares a los siguientes:

  1. Se le administrarán gotas oftálmicas para adormecerle los ojos y posiblemente un colorante naranja para manchar temporalmente la superficie del ojo.
  2. Apoyará la barbilla y la frente en unos soportes sobre una máquina llamada lámpara de hendidura. Una lámpara de hendidura es un dispositivo especial que emite una luz intensa para permitir a los médicos ver el interior de su ojo.
  3. La parte superior de un aparato llamado tonómetro se acercará a la parte frontal del ojo hasta tocarla.
  4. Con el dispositivo se aplica una pequeña presión en el ojo. Las gotas anestésicas que le administrarán le ayudarán a no sentir dolor durante la intervención.

Aunque el procedimiento es indoloro, existe una pequeña posibilidad de que se produzca un arañazo en la superficie externa del ojo. Si esto ocurre, suele curarse solo y sin complicaciones.

A veces, los médicos utilizan la tonometría sin contacto para medir la presión ocular. Esta prueba utiliza un soplo de aire para medir la presión ocular en lugar de entrar en contacto directo con el ojo con un tonómetro.

¿Cómo se trata la hipertensión ocular?

La hipertensión ocular se trata con colirios recetados que ayudan a drenar el líquido del interior del ojo o reducen la cantidad que produce. Estos colirios pueden incluir uno o más de los siguientes elementos:

  • betabloqueantes como timolol
  • análogos de las prostaglandinas como el latanoprost
  • inhibidores de la anhidrasa carbónica, como brinzolamida o dorzolamida
  • agonistas alfa-2 como la apraclonidina
  • agentes colinérgicos como la pilocarpina
  • inhibidores de la rho quinasa como el netarsudil
  • donantes de óxido nítrico como latanoprosteno bunod

Algunos inhibidores de la anhidrasa carbónica, como la acetazolamida, también están disponibles en fórmulas orales.

Si no responde a los medicamentos, pueden ser necesarios tratamientos con láser o cirugía del glaucoma.

Tratamiento de

la presión ocular baja

La presión ocular baja puede tratarse actuando sobre la causa subyacente, como una intervención quirúrgica previa o una lesión.

Los investigadores siguen estudiando medicamentos que puedan ayudar a aumentar la presión ocular. Se ha descubierto que algunos medicamentos en investigación aumentan la presión, pero tienen altos niveles de toxicidad que los hacen poco prácticos.

Su médico puede administrarle corticoides o antiinflamatorios no esteroideos para reducir la inflamación.

Si tiene pérdidas de líquido, su oftalmólogo puede:

  • intentar taponar una fuga con una lente de contacto especial
  • administrar inyecciones para mejorar la cicatrización
  • suturar
  • utilizar sustancias viscoelásticas para remodelar la parte anterior del ojo

En resumen

La presión ocular normal se considera entre 10 mmHg y 20 mmHg. Sin embargo, la presión a la que se desarrolla el daño ocular es diferente en cada persona.

La presión elevada en el interior del ojo puede dañar el nervio óptico y provocar pérdida de visión o ceguera. Por lo general, no hay síntomas hasta que se produce la pérdida de visión, que suele empezar en la visión periférica. La presión ocular baja es menos frecuente, pero también puede provocar daños oculares.

Las revisiones oftalmológicas periódicas son la mejor forma de detectar la hipertensión antes de que aparezcan los síntomas.

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