Cómo sobrellevar que todos tus amigos sienten la cabeza

Cuando tus amigos marcan un hito en su vida, como casarse o tener hijos, quieres apoyarlos y alegrarte por ellos, pero a veces también te sientes rezagado si todos tus amigos sientan la cabeza y tú no. ¿Son celos, infelicidad o realmente te estás quedando atrás en este juego llamado vida?

Al principio de la película Bridesmaids, en una escena que pone en marcha la trama de la comedia, la Lillian de Maya Rudolph le dice a la Annie de Kristen Wiig que se ha prometido. Luchando por ocultar su sorpresa ante la noticia de su mejor amiga, Annie alterna exclamaciones doloridas de "¡Dios mío!" con "¿Qué está pasando?".

Después, Lillian atiende una llamada de su prometido. "¡Está tan contenta!", le dice Lillian, a lo que Annie suelta: "¡No, no lo estoy!".

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Para muchas personas, esta escena evoca una risa catártica que proviene de un profundo reconocimiento. Puede ser frustrante cuando todos tus amigos se casan y tú sigues soltero. Es fácil empatizar con Annie si también has saludado a amigos comprometidos con el corazón lleno de alegría pero también con una incómoda mezcla de tristeza, desesperación, preocupación y vergüenza.

La escena confirma un sentimiento con el que muchas personas luchan cada vez que sus amigos alcanzan hitos importantes en la vida: Que de alguna manera se están "quedando atrás".

Es fácil pasar por alto lo común que es este sentimiento -y la vergüenza que puede acarrear- entre las mujeres. Rara vez se habla abiertamente de ello. (Lo malo de la vergüenza es que te hace querer esconderte).

"Las mujeres tienen un tremendo interés en ser empáticas y solidarias", dijo a Health Diane Barth, LCSW, terapeuta en Manhattan y autora del libro I Know How You Feel: The Joy and Heartbreak of Friendship in Women's Lives. "Y sentimos que estos sentimientos conflictivos son algo opuesto a eso, así que nos esforzamos por no dejarnos ni siquiera saber que tenemos esos sentimientos".

¿Qué es lo que realmente alimenta el miedo de tanta gente a quedarse atrás en la vida? ¿Y cómo podemos manejar este sentimiento para que no cause estragos en nuestro bienestar? Barth y otros expertos en psicología y amistad femenina nos ofrecen algunas ideas y consejos, por si te encuentras al borde de un ataque de nervios en tu despedida de soltera en un futuro próximo.

Las amigas son la nueva familia

Cada vez más personas se casan más tarde, según las estadísticas de la Oficina del Censo de Estados Unidos, o no se casan en absoluto y optan por esperar a tener hijos más tarde, solos o no tenerlos, por lo que el papel de nuestros amigos es posiblemente más importante que nunca.

Como escribió Rebecca Traister en el bestseller All the Single Ladies, hoy en día las mujeres se encuentran "forjando sus identidades, sueños y metas no necesariamente junto a un hombre o dentro de una estructura familiar tradicional, sino junto a otras mujeres. Sus amigas".

Por eso, cuando percibimos una amenaza para nuestras amistades -ya sea la llegada de una pareja o un hijo que podría reducir el tiempo que pasamos juntos o un traslado a la otra punta de la ciudad-, la experiencia puede resultar tan desestabilizadora como una amenaza para nuestras relaciones románticas o familiares, afirma Barth, o cualquier otro cimiento de nuestra vida.

Nos gusta ser iguales que nuestros amigos

A lo largo del instituto y la universidad, nuestras vidas y las de nuestros amigos suelen parecerse bastante, lo cual puede ser reconfortante. Cuando un amigo puede identificarse con lo que estás pasando, puedes sentirte menos solo. Esto explica por qué las amigas recurren a frases como "A mí me pasó lo mismo" y "Sé exactamente lo que quieres decir", explica a Health Deborah Tannen, doctora y profesora de lingüística en la Universidad de Georgetown y autora de You're the Only One I Can Tell: Inside the Language of Women's Friendships (Eres la única a la que puedo contárselo: el lenguaje de las amistades femeninas). Pero cuando la vida de nuestros amigos empieza a divergir de la nuestra, es natural sentir de todo, desde una sensación de abandono hasta de inadecuación.

Nos gusta formar parte de un grupo

Aunque a algunas mujeres les gusta volar solas, muchas valoran formar parte de un grupo de amigas, ya sea de dos o de diez personas. También temen ser rechazadas del grupo, dice Tannen, un fenómeno que Tannen denomina FOBLO (miedo a ser dejado de lado) y FOGKO (miedo a ser expulsado).

"Cuando tu grupo de amigos parece estar consiguiendo algo que resulta ser algo que tú en realidad quieres, creo que la frustración de 'no estoy consiguiendo lo que quiero' se intensifica", afirma Tannen. "Es como si dos cosas aterradoras se superpusieran y coincidieran".

Pero aquí está la cosa: quedarse atrás es una ilusión

Cuando somos jóvenes, tendemos a pensar en la vida de forma lineal, pero la realidad es mucho más compleja. Casarse, tener hijos, comprar una casa o conseguir un gran ascenso -sea cual sea el hito- no significa felicidad ni satisfacción vital.

"¿Qué significa realmente quedarse atrás?", preguntó Barth. "No es una carrera. Y eso es parte del problema. Estás siguiendo el camino de tu vida, y no va a ser el mismo que el de los demás".

Resistir el juego de las comparaciones

Es propio de la naturaleza humana examinar cómo se comparan nuestras vidas con las de las personas que conocemos, pero hacerlo rara vez nos hace felices, afirma Jenny Taitz, PsyD, terapeuta, instructora clínica en el departamento de psiquiatría de la UCLA y autora del libro How to Be Single and Happy (Cómo ser soltero y feliz).

"Especialmente en esta época de redes sociales, hay una gran tendencia a comparar y tratar de 'mantenerse al día'", dijo Taitz a Health. Pero recuerde, "su sentido de las alegrías de otras personas en su vida" -especialmente basado en Facebook o Instagram- "son inherentemente imprecisas".

Además, todo el mundo siente que se está quedando atrás en algo, dijo Taitz. "Si preguntaras a un auditorio de mil personas '¿sientes que te estás quedando atrás en tu vida?' casi todo el mundo levantaría la mano", añadió Taitz. "Quizá ciertas personas dirían que personalmente, ciertas personas profesionalmente, otras personas con sus objetivos de salud. Es parte del ser humano".

La clave para evitar que estos sentimientos "nos tomen como rehenes", según Taitz, es mostrar autocompasión, que, según los estudios, está estrechamente relacionada con la motivación. Una forma de hacerlo es simplemente aceptando que, por supuesto, uno quiere lo que tiene otra persona, ¡y no pasa nada! "Tienes que ser realmente amable contigo mismo", añadió Taitz.

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Amplía tu grupo de amigos

A medida que nuestras vidas crecen y evolucionan, el círculo de amigos con el que pasamos el tiempo hará lo mismo. "Creo que tenemos la fantasía de que los viejos amigos son los verdaderos amigos, y eso no es cierto", afirma Barth, que sugiere hacer un esfuerzo por conocer nuevos amigos con cada nueva etapa de la vida.

"La gente a veces los menosprecia, pero los amigos del trabajo son personas que hacen lo mismo que tú", añade Barth.

¿Y si aún te sientes rezagado?

Esto es lo esencial: Fijarte en lo que no tienes no te hará sentir mejor. Lo que te hará sentir mejor, dijo Taitz, junto con ser amable contigo mismo, es cultivar una vida significativa llena de gente, trabajo y actividades que te hagan feliz.

"La mayor desventaja de la alegría es asumir que, de alguna manera, hay una forma perfecta de ser feliz que está fuera de nuestro alcance ahora mismo", afirma Taitz. "No sabemos lo que va a pasar en el futuro. Pero percibir que te estás quedando atrás es perder este momento, y eso en realidad te va a frenar".

¿Su consejo? "Un buen remedio para salir de tu cabeza es saltar a tu vida".

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