Angus Barbieri, el hombre que no comió en 400 días

El increíble ayuno de 382 días de Angus Barbieri le llevó a perder un peso asombroso, desafiando las expectativas pero planteando dudas sobre la seguridad de un enfoque tan drástico...


En DMARGE hemos cubierto algunas historias increíbles sobre pérdida de peso -el cambio de rumbo de dos años de Dana White o el alucinante adelgazamiento de 12 semanas de este tipo son sólo dos de muchas-, pero nunca habíamos visto un enfoque tan drástico, ni unos resultados tan espectaculares, como los de esta historia recientemente descubierta.

En junio de 1965, un escocés de 27 años llamado Angus Barbieri se embarcó en un viaje extraordinario que desafiaría por igual la sabiduría convencional y la ciencia médica. Con un peso de 456 libras, Barbieri se comprometió a llevar a cabo un experimento de un año de duración en el que se abstendría de ingerir alimentos sólidos durante más de un año, logrando finalmente un ayuno récord de 382 días.

The Start

La motivación de Angus Barbieri era sencilla, como suelen admitir las personas que emprenden la siempre difícil tarea de deshacerse de los kilos de más: quería superar su obesidad paralizante y recuperar la salud. Ingresado en la Royal Infirmary de Dundee, Barbieri planeó inicialmente un ayuno corto y brusco bajo la supervisión de profesionales médicos. Sin embargo, cuando los días se convirtieron en semanas y luego en meses, Barbieri continuó su ayuno, alimentado por una notable aunque peligrosa determinación de llevar su objetivo hasta el amargo final.

Durante su ayuno, Barbieri se las apañaba con un mísero consumo de vitaminas, electrolitos y bebidas no calóricas como café negro, té y agua con gas. Ocasionalmente, se permitía pequeñas cantidades de leche o azúcar en sus bebidas, pero su consumo total de calorías seguía siendo absolutamente insignificante. Este régimen extremo, rayano en la locura, permitió a su cuerpo entrar en un estado de cetosis, en el que quemaba las reservas de grasa para obtener energía en lugar de depender de los alimentos, lo que le llevó a una inmensa pérdida de peso.Angus Barbieri before his weight loss.

Imagen: UniladEl

legado

Cuando Angus Barbieri puso fin a su ayuno en julio de 1966, había perdido la asombrosa cifra de 276 libras, con lo que su peso total se redujo a 180 libras. Su transformación fue tan extrema que estaba casi irreconocible, pudiendo caber al menos dos personas en su antigua ropa. Su primera comida tras más de un año sin ingerir alimentos fue... un huevo cocido y un poco de pan con mantequilla, una comida modesta para representar una ocasión trascendental.

No es de extrañar que la historia de Barbieri atrajera rápidamente la atención internacional, cautivando al público y desconcertando a los profesionales médicos. A pesar del escepticismo inicial, su salud se mantuvo estable durante todo el ayuno, vigilado de cerca por médicos de la Universidad de Dundee. Sus estudios concluyeron que Barbieri no sufrió ningún efecto negativo grave o a largo plazo de su prolongado periodo de inanición, desafiando así ideas preconcebidas sobre los límites de la resistencia humana.Angus Barbieri after his weight loss.

Imagen: AP

A día de hoy, el ayuno de Angus Barbieri sigue siendo una hazaña sin parangón en la historia de la medicina. Aunque su historia es un ejemplo de extraordinaria fuerza de voluntad y resistencia, también sirve de advertencia sobre los extremos a los que se puede llegar en la búsqueda de la salud. El Libro Guinness de los Récords reconoció su hazaña con un galardón de fama mundial, aunque más tarde dejó de avalar este tipo de récords por temor a promover comportamientos peligrosos.

Aunque el legado de Angus Barbieri perdura como testimonio de la determinación humana y de las increíbles capacidades del cuerpo humano, tenemos que estar de acuerdo con Guinness en esto: su enfoque era inmensamente peligroso y no lo aprobamos. Si quiere informarse sobre métodos más sostenibles para perder peso, nosotros le ayudamos.

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