Sistema nervioso: datos, funci贸n y enfermedades

SISTEMA SOM脕TICO

 Datos, función y enfermedades

El sistema nervioso es un complejo conjunto de nervios y células especializadas, conocidas como neuronas, que transmiten señales entre diferentes partes del cuerpo. En esencia, es el cableado eléctrico del cuerpo.

Estructuralmente, el sistema nervioso tiene dos componentes: el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. Según los Institutos Nacionales de la Salud, el sistema nervioso central está formado por el cerebro, la médula espinal y los nervios. El sistema nervioso periférico está formado por neuronas sensoriales, ganglios (grupos de neuronas) y nervios que se conectan entre sí y con el sistema nervioso central.

Funcionalmente, el sistema nervioso tiene dos subdivisiones principales: el componente somático, o voluntario, y el componente autónomo, o involuntario. El sistema nervioso autónomo regula ciertos procesos corporales, como la presión arterial y el ritmo respiratorio, que funcionan sin esfuerzo consciente, según los manuales Merck. El sistema somático está formado por los nervios que conectan el cerebro y la médula espinal con los músculos y los receptores sensoriales de la piel.

Descripción del sistema nervioso

Los nervios son haces cilíndricos de fibras que parten del cerebro y la médula central y se ramifican hacia todas las demás partes del cuerpo, según la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.

Las neuronas envían señales a otras células a través de unas finas fibras llamadas axones, que hacen que se liberen unas sustancias químicas conocidas como neurotransmisores en unas uniones llamadas sinapsis, señalan los NIH. Hay más de 100 billones de conexiones neuronales en el cerebro humano medio, aunque el número y la ubicación pueden variar. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) descubrió que de los 160 participantes estudiados, los cerebros de las personas altamente creativas tienen más conexiones entre tres regiones específicas del cerebro que los pensadores menos creativos.

"Tienes estos tres sistemas diferentes que se encuentran en diferentes partes del cerebro, pero todos se coactivan a la vez", dijo el autor principal del estudio, Roger Beaty, un becario postdoctoral que estudia la neurociencia cognitiva en la Universidad de Harvard. "Las personas que son más capaces de coactivarlos [dieron] respuestas más creativas".

Una sinapsis da una orden a la célula y todo el proceso de comunicación suele durar sólo una fracción de milisegundo. Las señales viajan a lo largo de una motoneurona alfa en la médula espinal a 431 km/h, la transmisión más rápida del cuerpo humano, según la revista Discover.

Las neuronas sensoriales reaccionan a estímulos físicos como la luz, el sonido y el tacto y envían información al sistema nervioso central sobre el entorno del cuerpo, según la Asociación Americana de Psicología.

Las neuronas motoras, situadas en el sistema nervioso central o en los ganglios periféricos, transmiten señales para activar los músculos o las glándulas. Las células gliales, derivadas de la palabra griega que significa "pegamento", son células especializadas que apoyan, protegen o nutren a las células nerviosas, según el Instituto de Salud y Ciencia de la Universidad de Oregón.

Las conexiones y la capacidad de pensar del cerebro crecieron durante miles de años de evolución. Por ejemplo, un virus unió su código genético al genoma de los animales de cuatro extremidades, y el código todavía puede encontrarse en los cerebros de los humanos hoy en día, según dos artículos publicados en la revista Cell de enero de 2018. Este código empaqueta la información genética y la envía desde las células nerviosas a otras cercanas, un proceso muy importante en el

cerebro.Divisiones del sistema nervioso

Cuando pensamos en el sistema nervioso, nuestro pensamiento se dirige inmediatamente al cerebro. El cerebro es un hervidero de actividad neuronal, con miles de millones de neuronas entrelazadas que disparan para conservar y recordar los recuerdos, coordinar los pensamientos y el habla y planificar las acciones futuras. Junto con la médula espinal, las partes óseas de nuestro sistema nervioso se denominan naturalmente sistema nervioso central.

La mayor parte de nuestras neuronas están blindadas detrás de un líquido protector y de los huesos, donde reciben señales de los órganos de todo el cuerpo y las dictan. Sin embargo, las señales enviadas desde el sistema nervioso central deben tener algún medio para llegar a sus órganos de destino. Y para ello tienen que conectarse con los nervios que se extienden desde el sistema nervioso central hasta las extremidades del cuerpo. Esta segunda red de nervios se llama sistema nervioso periférico. Juntos, el central y el periférico forman las principales divisiones del sistema nervioso, según el Instituto Nacional del Cáncer.

El sistema nervioso periférico es responsable de muchas funciones, y como tal tiene numerosas subdivisiones que se especializan en diferentes tareas. La división sensorial, o aferente, recibe señales de la periferia y las transmite al sistema nervioso central. La división motora, o eferente, transmite las señales de acción desde el sistema nervioso central a los órganos y músculos periféricos. Estas funciones motoras son de dos tipos: somáticas y autónomas. Las funciones somáticas son quizás el concepto más fácil de entender del sistema nervioso, ya que dictan todas nuestras acciones voluntarias, como elegir coger una taza o saltar en la cama, según la biblioteca médica LibreTexts.

 Datos, función y enfermedades

Ilustración artística del sistema nervioso. (Crédito de la imagen: Getty Images)

Sin embargo, no todas las funciones motoras somáticas son voluntarias. Algunas son respuestas automáticas y preprogramadas en nuestro cuerpo que nos ayudan a afrontar el peligro, conocidas como reflejos somáticos. Notarás un reflejo de este tipo cuando toques accidentalmente una estufa caliente, pises un objeto afilado o algo vuele hacia tu ojo: tu cuerpo reacciona antes de que seas consciente de ello. Tu mano se aparta, saltas al otro pie, el párpado se cierra de golpe. Todo esto es obra de los reflejos somáticos, que pueden actuar con una rapidez increíble, ya que no requieren la intervención voluntaria del cerebro. Los reflejos somáticos pueden ser de distintos tipos: alejar la mano del peligro se conoce como reflejo flexor o de retirada, mientras que pisar un objeto afilado inicia un reflejo extensor cruzado. Este último reflejo desencadena automáticamente múltiples funciones motoras, ya que cuando una pierna se retrae, la otra se expande y se vuelve más estable, evitando que nos caigamos.

Las respuestas reflejas innatas de nuestro sistema nervioso periférico ayudan a mantenernos a salvo del peligro, pero no son las únicas funciones automáticas que realiza el sistema nervioso periférico. Cuando las acciones no son voluntarias, o somáticas, son autonómicas, lo que significa que funcionan independientemente del pensamiento consciente. Entre estos procesos se encuentran los latidos del corazón, la agitación de los alimentos en el tracto digestivo mediante la contracción de los músculos y la respiración. Aunque nuestro cerebro puede asumir el control de algunos de estos procesos (pensemos en aguantar la respiración), las funciones autónomas seguirán funcionando incluso cuando nos quedemos dormidos o si nos quedamos inconscientes.

Sin embargo, los procesos que no podemos controlar no son en absoluto inmutables. En cambio, los órganos bajo el control del sistema nervioso autónomo están regulados por un equilibrio entre los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. Dependiendo del estímulo, estos sistemas aumentan o disminuyen la actividad de nuestros órganos internos, lo que ayuda a garantizar que nuestro cuerpo esté siempre preparado para responder al desafío que se le presenta.

Enfermedades del sistema nervioso

"De todas las enfermedades del sistema nervioso, la dificultad más común que tiene la gente es el dolor, y gran parte de él está relacionado con los nervios", según el Dr. Shai Gozani, fundador y director general de NeuroMetrix, una empresa de dispositivos médicos. "Hay 100 millones de personas que viven con dolor crónico".

Enfermedad de Parkinson

Los ganglios basales se encuentran en lo más profundo del cerebro, en una zona responsable del control del movimiento. Estos nervios producen un compuesto conocido como dopamina, que es importante para coordinar numerosas funciones, incluidas las funciones ejecutivas y el control motor. Aunque la causa aún no está clara, a veces los ganglios basales pueden deteriorarse y empezar a morir. El resultado es la enfermedad de Parkinson, ya que la pérdida de dopamina dificulta gradualmente funciones clave como caminar, hablar y recordar. Estos efectos se ven agravados por la pérdida de los nervios responsables de la producción de norepinefrina, un compuesto clave del sistema nervioso simpático necesario para regular el ritmo cardíaco y la presión arterial. Los medicamentos que aumentan la cantidad de dopamina en el cerebro pueden ayudar a combatir los síntomas de la enfermedad, según el Instituto Nacional del Envejecimiento.

Parálisis de Bell

Los principales nervios se extienden desde el sistema nervioso central a diversos órganos y tejidos, y cada uno de ellos impulsa funciones específicas. El nervio craneal VII se conoce como el nervio facial, ya que controla muchos de los músculos de la cara, como el parpadeo y la sonrisa. Cuando este nervio se inflama, se daña o se interrumpe de alguna manera, puede producirse la parálisis de Bell, que implica el debilitamiento o la parálisis de los músculos faciales, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. Suele afectar a un solo lado de la cara, lo que provoca síntomas como la caída de la boca en un lado y la pérdida de control de un párpado, lo que da al lado afectado un aspecto flojo. Los síntomas completos de la parálisis de Bell suelen ser temporales, y la recuperación parcial o total de las zonas afectadas se produce al cabo de seis meses. Aunque no siempre está claro cuál es la causa de la inflamación del nervio craneal y de la parálisis de Bell, los científicos creen que una infección vírica recurrente del sistema nervioso provoca una respuesta inmunitaria que desencadena el daño nervioso.

Esclerosis múltiple

Las neuronas son los agentes de la señalización en nuestro cuerpo, pero no trabajan solas. Los axones, que transportan las señales desde el cuerpo celular de la neurona, están recubiertos por una capa de mielina. Las gavillas de mielina son producidas en el sistema nervioso central por unas células llamadas oligodendrocitos, que permiten la función de la mielina de proteger y facilitar la conductividad nerviosa, según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple. En la esclerosis múltiple, una respuesta inmunitaria anormal dentro del sistema nervioso central despoja a la mielina de su función protectora y provoca una gran cantidad de cicatrices nerviosas (esclerosis), lo que da nombre a la enfermedad. Se está investigando cómo tratar la enfermedad fomentando la regeneración de la mielina.

Neuropatía periférica

Mientras que varios trastornos degenerativos del sistema nervioso afectan principal o exclusivamente al sistema nervioso central, hay una serie de enfermedades que afectan al sistema nervioso periférico. Estas enfermedades se denominan neuropatías periféricas. Como la región afectada es el sistema nervioso periférico, estas neuropatías conducen a la pérdida de la sensibilidad y del control regulador de las extremidades. Entre ellas se encuentran la pérdida de coordinación y sensibilidad en los dedos de las manos y los pies, y la falta de equilibrio, según la Universidad de Michigan Health.

Las

causas de la neuropatía periférica aún no se han dilucidado del todo, pero los científicos han determinado que la diabetes, que provoca periodos prolongados de azúcar alta en sangre, es una de las principales causas

. Diagnóstico de las afecciones del sistema nervioso

Hay una serie de pruebas y procedimientos para diagnosticar las afecciones que afectan al sistema nervioso. Además de la radiografía tradicional, una radiografía especializada llamada fluoroscopia examina el cuerpo en movimiento, como la sangre que fluye por las arterias, según los NIH.

Otros exámenes neurológicos estándar son la resonancia magnética, la tomografía computarizada y el electroencefalograma (EEG), que registra la actividad eléctrica continua del cerebro. La tomografía por emisión de positrones (PET) es un procedimiento que mide el metabolismo celular o tisular y la actividad cerebral para detectar tumores o tejidos enfermos, señalan los NIH.

La punción lumbar coloca una aguja en el canal espinal para drenar una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo que se analiza para detectar infecciones u otras anomalías, según los NIH.

Estudio del sistema nervioso

La rama de la medicina que estudia y trata el sistema nervioso se llama neurología, y los médicos que ejercen en este campo de la medicina se llaman neurólogos. Una vez finalizada su formación médica, los neurólogos completan la formación adicional de su especialidad y obtienen el certificado de la Junta Americana de Psiquiatría y Neurología (ABPN).

También hay fisiatras, que son médicos que trabajan en la rehabilitación de pacientes que han sufrido enfermedades o lesiones en su sistema nervioso que afectan a su capacidad de funcionamiento, según la ABPN.

Los neurocirujanos realizan cirugías relacionadas con el sistema nervioso y están certificados por la Asociación Americana de Cirujanos Neurológicos.

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