Un estudio sugiere que esta técnica de respiración permite un sueño más reparador

young man takes a rest after training

Desde la hiperventilación holotrópica hasta la "respiración poderosa" de Wim Hof, la manipulación de la respiración se ha vendido últimamente como una forma de mejorar el rendimiento del ejercicio, acelerar la mente o incluso entrar en estados alterados de conciencia. Pero aunque el "trabajo respiratorio" pueda parecer otra moda pasajera, muchos de sus principios son antiguos y están respaldados por la ciencia más reciente.

Por ejemplo, la respiración nasal alternada -inhalar por un lado y exhalar por el otro- es un elemento básico de la medicina tradicional ayurvédica y una técnica que ha demostrado reducir la ansiedad por los investigadores indios de la Universidad Guru Nanak Dev. La utilizan los SEAL de la Marina y, al parecer, le funcionó a Hillary Clinton cuando supo que había perdido la carrera presidencial contra Donald Trump en 2016. Un material potente.

Calmar los nervios ante una amenaza inminente es una cosa, pero ¿puede el trabajo respiratorio calmarte lo suficiente como para desterrar las noches de insomnio? Un nuevo estudio sugiere que sí. La regulación de la respiración es un componente central del kundalini yoga, una práctica hindú desarrollada como medio de liberación espiritual. En un ensayo de ocho semanas, se dividió a los enfermos de insomnio en dos grupos: el primero aplicó una serie de técnicas contemporáneas de higiene del sueño, desde la restricción de la cafeína y el alcohol y la instalación de persianas hasta la optimización de la temperatura ambiente; el segundo recibió clases diarias de kundalini.

Al final del ensayo, se descubrió que la respiración yóguica superaba a la higiene del sueño moderna en la reducción del tiempo que se tarda en dormir, al tiempo que mejoraba la calidad general del sueño. Si das vueltas en la cama hasta el amanecer, aprende a calmar tu mente acelerada, una bocanada de aire cada vez. Si no tienes tiempo para una clase de kundalini, aquí te explicamos cómo lograrlo:

  1. Coloque el pulgar derecho sobre la fosa nasal derecha. Con los ojos cerrados, inhale lenta y completamente por la fosa nasal izquierda.
  2. Suelte la fosa nasal derecha y bloquee la fosa nasal izquierda con el dedo anular. Exhale por la fosa nasal derecha e inhale lentamente. Bloquee y exhale por la izquierda.
  3. Repite el proceso completo durante cinco minutos, hasta llegar a 10 minutos completos, si puedes.

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