Por qué desayunar carne no es tan mala idea

grilled steak on frying pan

Hasta la llegada de las actitudes ilustradas hacia las dietas basadas en plantas, comer carne se consideraba un deber nacional para el hombre británico, una expresión de patriotismo tanto como de virilidad. Pensemos en la idea del siglo XVIII de una Gran Bretaña feliz en "carne y libertad", o en los soldados franceses de Enrique V de Shakespeare preocupados por la cantidad de vaca que los ingleses podrían haber consumido antes de la batalla que se avecina.

Dejando a un lado el bagaje metafórico, la noche del bistec ha sido durante mucho tiempo un punto culminante del calendario culinario de la semana. Pero, ¿por qué es la noche del filete y no la mañana del filete? Especialmente desde que un reciente estudio realizado por científicos japoneses sugiriera que sustituir los cereales y las tostadas por un chuletón es un deber, si no con la patria, sí con la musculatura.

Sabemos que las proteínas son vitales para el crecimiento muscular, pero el campo de la crononutrición, que se está desarrollando rápidamente, demuestra cada vez más que lo importante no es sólo la cantidad que se consume, sino cuándo.

Los científicos compararon el crecimiento de las células musculares en roedores que tomaron una comida rica en proteínas por la mañana con el de un grupo de control al que se le suministraron proteínas por la noche: el crecimiento muscular fue un 17% mayor entre el club del desayuno. A continuación, el equipo realizó pruebas en seres humanos y descubrió que la función muscular mejoraba de nuevo en el grupo que tomaba proteínas en el desayuno, lo que sugiere que es necesario invertir los horarios de las comidas diarias.

Así que aquí tienes la excusa para dejar el hábito de los carbohidratos de toda la vida: cómete un filete por la mañana como si tu nación dependiera de ello.

Todo está en la sincronización

Nuestro "reloj" interno controla algo más que nuestro ciclo de sueño y vigilia. Sincronízate.

Desayunar mucho por la mañana

Las personas a dieta que tomaron un desayuno más abundante y una cena más ligera tuvieron una mejor tolerancia a la glucosa que un grupo con un plan inverso.

Consistencia es el rey

Comer a horas irregulares se ha relacionado con el "jet lag metabólico". La constancia en las comidas es beneficiosa para la energía, el sueño y la pérdida de peso.

El batido puede esperar

No necesitas proteínas tan pronto como termines un entrenamiento. Las comidas previas y posteriores al entrenamiento pueden estar separadas hasta cuatro horas sin que ello suponga un obstáculo para el crecimiento.

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