¿Podría ser la próxima crisis de salud mental de Australia la solución secreta al cambio climático?

A medida que la crisis climática sigue desarrollándose, y con Australia a punto de sentir sus efectos más rápida y duramente que muchos otros lugares del mundo, los residentes de las antípodas corren más riesgo que la mayoría de sufrir los agudos efectos de la "ansiedad climática", un término acuñado recientemente para referirse al miedo provocado por el cambio climático. Pero, ¿qué es exactamente la ansiedad climática? ¿Se ha reconocido oficialmente como enfermedad y, lo que es más importante, debería reconocerse?


A medida que el mundo va aceptando la realidad del cambio climático, las conversaciones se van desplazando gradualmente de si el cambio climático es o no una preocupación legítima a la escala, el alcance y el impacto de sus efectos.

Dicho esto, estudios recientes han demostrado que los australianos tienen el doble de probabilidades de ser unos negacionistas acérrimos del cambio climático que las personas de otras partes del mundo, a pesar de que Australia está perfectamente preparada para sentir algunos de los efectos de la crisis climática de forma más rápida, aguda e intensa que muchos de esos otros países.

En vista de ello, parece aún más probable que los australianos estén mal preparados para hacer frente a uno de los problemas de salud mental de más rápido crecimiento provocados por la crisis climática: la ansiedad climática, también conocida como ecoansiedad, ecoculpa o ecolástima.

Así que pensamos que ya era hora de explicar a los australianos qué es exactamente la ansiedad climática, lo común que es y qué deberíamos hacer exactamente al respecto.¿Podría ser la próxima crisis de salud mental de Australia la solución secreta al cambio climático?

No hace falta remontarse muy atrás en el tiempo para pensar en ejemplos australianos de acontecimientos climáticos que provocan ansiedad. Imagen: NYT¿Qué

es la ansiedad climática?

La ansiedad climática, según la definición de la Asociación Americana de Psicología, es un "miedo crónico a la fatalidad medioambiental".

El filósofo medioambiental australiano Glenn Albrecht también lo describe como un sentimiento generalizado de colapso de los fundamentos ecológicos y de preocupación por nuestra relación con los entornos que nos sustentan.

¿Es común la ansiedad climática?

Estudios recientes muestran que, aunque la ansiedad climática es sin duda más aguda en las generaciones más jóvenes -que son las que van a tener que vivir y lidiar con los efectos del cambio climático-, no es una preocupación que se limite estrictamente a los jóvenes: más de dos tercios de los estadounidenses experimentan algún tipo de ansiedad climática, según la Asociación Americana de Psicología.

Además, un estudio publicado en The Lancet reveló que el 84% de los adultos jóvenes de entre 16 y 25 años están al menos moderadamente preocupados por el cambio climático. Mientras que un informe de UNICEF de 2021 estimó que mil millones de niños estarán en "riesgo extremadamente alto" de ansiedad climática crónica.¿Podría ser la próxima crisis de salud mental de Australia la solución secreta al cambio climático?

Si combinamos el clima con el COVID, no es difícil entender de dónde vienen las preocupaciones de la Generación Z. Imagen: Time

Aunque la investigación en torno a los efectos del cambio climático sobre la salud mental de las generaciones mayores es limitada, éstas pueden estar preocupadas por los efectos a corto plazo del cambio climático, como las condiciones meteorológicas extremas y la mala calidad del aire, así como por sentirse responsables de la situación medioambiental que han dejado atrás.

Asimismo, cabe señalar que la ansiedad climática también aumenta el riesgo de desarrollar depresión, ansiedad y trastornos por consumo de sustancias, por lo que sus efectos podrían ser mucho más amplios y dolorosos de lo que actualmente le atribuimos.¿Es la ansiedad climática

una enfermedad reconocida?

La ansiedad climática no está reconocida actualmente como enfermedad o trastorno mental en los manuales de diagnóstico utilizados por los profesionales de la salud, y muchos expertos advierten contra la medicalización de esta respuesta totalmente comprensible y esperada ante la inminente crisis medioambiental.

Este último dato puede sorprenderle: si la ansiedad climática está tan extendida y es tan perjudicial, ¿por qué no querríamos medicalizarla lo antes posible? Seguramente, al medicalizarla, podríamos facilitar el acceso a los tratamientos y conseguir que la gente se sintiera un poco mejor.

Podría ser cierto que, al convertirla en una enfermedad "oficial", se abrirían vías para que la gente tomara unas cuantas pastillas (recetadas...) que aliviarían su miedo existencial. Sin embargo, los datos australianos muestran que un plan a largo plazo mucho mejor sería dejar que la ecoansiedad se convirtiera en "ecoenojo"...

The Long Overdue Rise of Eco-Anger

Al fomentar la transferencia de la ansiedad climática a la eco-angustia, no sólo se anima a la gente a canalizar sus emociones hacia actividades beneficiosas para el medio ambiente como la protesta o el activismo climáticos que, a largo plazo, son mucho mejores para la población en su conjunto, sino que también puede conducir a resultados de salud mental mucho mejores para las personas implicadas.¿Podría ser la próxima crisis de salud mental de Australia la solución secreta al cambio climático?

Este tipo lo consigue. Imagen: LA Times

Cuando la gente se involucra en la crisis, en lugar de dejar que les paralice con un miedo totalmente comprensible, no sólo se sentirán mejor ellos mismos, sino que puede que la propia crisis mejore un poco. Si convertimos el miedo a la crisis climática en una enfermedad diagnosticable, corremos el riesgo de individualizar el problema y aplacar a la gente con medicamentos, en lugar de alertarla sobre el auténtico riesgo colectivo e inspirarla para que se comprometa con él.

Aunque obviamente es crucial apoyar a las personas que soportan cualquier tipo de ansiedad -de inspiración climática o de otro tipo- por cualquier medio que pueda mejorar su calidad de vida y anular las amenazas a su bienestar y seguridad, si animamos a quienes sufren ansiedad climática a canalizar su miedo hacia la ira y luego hacia la acción, podremos equiparnos mucho mejor para afrontar los retos de una crisis que cambia rápidamente.

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