Las amebas "comecerebros" son una nueva preocupación en los estados del norte de EE.UU., advierten las autoridades sanitarias

Las amebas

Las mortales infecciones por amebas "comecerebros" suelen afectar a personas de los estados del sur de EE.UU., pero gracias al cambio climático, el organismo invasor del cerebro ha ampliado su área de distribución hacia el norte. A la luz de esta tendencia, la Asociación de Salud Pública de Ohio ha publicado recientemente un informe de casos para concienciar a los profesionales sanitarios del estado sobre esta enfermedad.

"El aumento de la incidencia de N. fowleri [una especie de ameba comecerebros] en los climas septentrionales no es más que una de las muchas formas en que el cambio climático amenaza la salud humana y merece una educación novedosa de los profesionales sanitarios", escribieron los autores del caso en un artículo publicado el 16 de mayo en la revista Ohio Journal of Public Health.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Naegleria fowleri es un organismo unicelular que suele vivir en el suelo y en el agua dulce templada, así como en algún depósito de agua, calentador o tubería. En raras ocasiones, la ameba puede infiltrarse en el cerebro humano y la médula espinal entrando primero por la nariz de una persona, pero no puede llegar al cerebro si se ingiere en un trago de agua, por ejemplo, y no se propaga entre las personas. N. fowleri causa una infección denominada meningoencefalitis amebiana primaria (MAP), que casi siempre es mortal.

La PAM es poco frecuente: desde 1962, se han notificado entre cero y ocho casos al año en todo el país, según el informe. La mayoría de estas infecciones se han relacionado con la natación en el sur, en particular en Florida y Texas, pero desde 2010, los casos han comenzado a ocurrir en estados más septentrionales, incluyendo los estados del Medio Oeste Minnesota, Kansas e Indiana.

Una ameba "comecerebros" mortal, tratada con éxito con un nuevo fármaco contra las infecciones urinarias

"Los profesionales de la salud pública de Ohio deben tomar nota de la incidencia de las infecciones por N fowleri en los estados del norte, incluidos Indiana, Iowa y Minnesota, así como en los destinos vacacionales habituales de los habitantes de Ohio en los que se han registrado casos de infección por N fowleri, como Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Florida", señala el nuevo informe de casos.

El informe describe un caso en el que una mujer de unos 30 años fue trasladada inconsciente a un hospital de un estado del Medio Oeste sin especificar tras experimentar fuertes dolores de cabeza, sensibilidad a la luz, náuseas y confusión. En un principio se sospechó que sufría meningitis bacteriana, o inflamación cerebral causada por bacterias.

Sin embargo, durante una entrevista con el cónyuge de la mujer, una enfermera de salud pública se enteró de que la paciente y su familia habían ido a la playa de un lago de agua dulce cuatro días antes y ella había sumergido la cabeza bajo el agua. (Los síntomas de la PAM suelen aparecer entre uno y 12 días después de que N. fowleri penetre en la nariz).

Las muestras de líquido cefalorraquídeo de la paciente -el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal- dieron negativo en bacterias, por lo que el equipo sospechó que la infección podía deberse a un virus. Pero como la paciente seguía empeorando rápidamente, su enfermera se puso en contacto con la Oficina de Enfermedades Infecciosas del departamento de salud estatal para averiguar otras posibles causas; el departamento estatal se puso entonces en contacto con los CDC. Dado que la paciente había estado recientemente en el lago, los CDC sugirieron que el culpable podría ser N. fowleri.

Tras transmitir esta información al equipo médico del paciente, los CDC facilitaron información sobre la miltefosina, un fármaco que ha matado a N. fowleri en el laboratorio y a otras especies de amebas comecerebros en personas.

"La paciente respondió favorablemente a la medicación. Dos semanas después del inicio de los síntomas, se recuperó con daños neurológicos mínimos y pudo reanudar una alta calidad de vida con su familia", dice el informe.

La PAM se trata con un puñado de fármacos, además de la miltefosina, que se cree que matan el N. fowleri y se utilizaron anteriormente en supervivientes de la infección, según los CDC. Un diagnóstico rápido es clave para que los pacientes empiecen a recibir estos tratamientos a tiempo y puedan marcar la diferencia.

Los profesionales sanitarios de los estados septentrionales deben investigar si los pacientes con síntomas de meningitis han nadado recientemente en agua dulce caliente, y deben ponerse en contacto con los CDC en el teléfono (800) 232-4636 si se sospecha la presencia de PAM, señala el informe.

"Combinado con el aumento de la incidencia en los climas septentrionales, los profesionales de la salud pública y los proveedores de atención sanitaria sin formación ni conocimientos pueden agravar los períodos de diagnóstico prolongados y retrasar el tratamiento sensible al tiempo en lo que, en última instancia, es un rápido declive para los pacientes de PAM", afirma el informe.

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