El debilitante picor crónico de una mujer desapareció tras empezar a consumir marihuana
El picor crónico de una mujer desafiaba todo tipo de tratamiento, desde los esteroides hasta los opioides y la fototerapia, pero finalmente se disipó después de que sus médicos le dijeran que probara el cannabis.
La mujer había padecido síntomas de picor crónico -conocido médicamente como prurito crónico- durante una década, según un informe publicado el 9 de abril en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) Dermatology.
El prurito crónico se refiere específicamente a la picazón que persiste durante más de seis semanas, y el síntoma puede estar asociado con una variedad de enfermedades, incluyendo el eczema, el hipertiroidismo y ciertos trastornos nerviosos, según un informe de 2013 en el New England Journal of Medicine (NEJM). En el caso de la mujer, su prurito derivaba de una enfermedad de los conductos biliares del hígado denominada colangitis esclerosante primaria.
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Hay varias teorías sobre cómo esta enfermedad provoca picor, pero en general, la afección altera la producción normal de bilis, lo que puede provocar una acumulación de sustancias químicas irritantes bajo la piel, según "Itch: Mechanisms and Treatment" (CRC Press/Taylor & Francis, 2014).
Debido a su afección de las vías biliares, la mujer también desarrolló una amiloidosis liquenoide, en la que aparecen protuberancias elevadas, oscuras y con picor en la piel, que a veces se unen formando gruesas placas. La mujer tenía estas placas en el tronco y las extremidades, acompañadas de un picor "extremo".
La colangitis esclerosante primaria de la mujer se mantuvo bajo control con medicamentos y permaneció estable a lo largo del tiempo, pero su picor no mejoró. Los médicos le habían recetado previamente una larga lista de tratamientos para combatir este picor generalizado, como corticoides tópicos y orales; un aerosol nasal de opioides; naltrexona, que actúa contra los efectos de los opioides; y fototerapia, que consiste en exponer la piel afectada a la luz ultravioleta.
Cuando todos estos tratamientos resultaron infructuosos, sus médicos recurrieron al cannabis medicinal. Estudios anteriores han insinuado que los tratamientos con cannabinoides tópicos y sintéticos pueden proporcionar al menos cierto alivio del picor, señalaron en el informe de JAMA. Además, los estudios de laboratorio en animales y células han apuntado a posibles explicaciones sobre cómo los fármacos reducen la sensación de picor, según una revisión de 2020 en el Journal of the American Academy of Dermatology
Le recomendaron consumir cannabis dos noches a la semana, ya sea fumando marihuana medicinal con un 18% de tetrahidrocannabinol (THC), el principal ingrediente psicoactivo del cannabis, o tomando cannabis en forma de tintura colocando un extracto líquido bajo su lengua.
"En los 10 minutos siguientes a la administración inicial, su puntuación en la Escala de Calificación Numérica del Peor Picor (WI-NRS) mejoró de 10 de 10 a 4 de 10", escribieron sus médicos en el informe de JAMA. Esta escala va de 0 ("ningún picor") a 10 ("el peor picor imaginable")
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Los médicos hicieron un seguimiento de la mujer después de cinco meses de tratamiento y después de un año completo, y descubrieron que la puntuación media de su picor diario era de 4 sobre 10, una mejora drástica con respecto a su anterior puntuación de 10 sobre 10. En los seguimientos de 16 y 20 meses, su valoración del picor se redujo aún más, cayendo a 0 sobre 10.
"Aparte de una leve sedación, no informó de ningún efecto adverso", escribieron sus médicos. Además, "informó de una mejora en la calidad de Vida", según un sistema de puntuación llamado Índice de Calidad de Vida en Dermatología. También pudo dejar de tomar los demás medicamentos que le habían recetado.
Se desconoce el mecanismo exacto por el que el cannabis redujo el picor de la mujer, pero sus médicos presentaron varias teorías.
Por ejemplo, el THC se une a varios receptores del sistema endocannabinoide, aumentando la actividad de algunos y disminuyendo la de otros. La activación de los receptores CB1 en la médula espinal y el cerebro, y de los receptores CB1 y CB2 en los nervios de otras partes del cuerpo, se ha asociado a un aumento de los umbrales de dolor, a una menor activación de las células nerviosas y a una menor inflamación, escribieron. Además, un receptor llamado TRPV1 ayuda a desencadenar nuestra sensación de picor, y los cannabinoides bloquean este receptor en una posición "cerrada", bloqueando eficazmente sus señales de picor.
Aunque este paciente en particular se benefició del uso del cannabis con unos efectos secundarios mínimos, los riesgos y beneficios del tratamiento aún deben evaluarse a mayor escala, "especialmente en sus diversas vías de administración", escribieron los médicos. El consumo de cannabinoides se ha relacionado con el deterioro cognitivo, la pérdida de coordinación motora y, cuando se fuma, con síntomas de bronquitis crónica, escribieron en el estudio.
Así que, aunque los resultados del caso de la mujer son "prometedores... se necesitan ensayos clínicos aleatorios para confirmar los resultados", escribieron los médicos. Otros investigadores han pedido tales ensayos en el pasado, con el fin de evaluar los beneficios del cannabis para el picor crónico y para estandarizar la dosis y el curso del tratamiento, según el informe del Journal of the American Academy of Dermatology.
