Misofonía: la intolerancia a los sonidos más cotidianos
¿Qué es la misofonía? Los que la sufren no pueden soportar determinados sonidos.
Si alguna vez te ha molestado tanto el sonido de alguien masticando que lo has querido matar. O si cuando tu pareja se muerde las uñas te hace querer dejarlo para siempre. O incluso si oír a una persona resoplar puede hacer que lo odies para siempre, puede que no estés tan loco como pensabas. Muchas personas sufren este trastorno conocido como misofonía, una intolerancia a los sonidos cotidianos que puede llegar a causarles un malestar extremo.
Este trastorno se descubrió en 2001, por lo que es algo relativamente reciente de lo que aún se conoce poco. Por eso, muchas de las personas que lo sufren no saben de qué se trata. Lo mismo que los que lo rodean, que acaben pidiéndole que no sea tan exagerado en su aversión por los ruidos. Sin embargo, según advierten los psicólogos, esto es lo peor que se le puede decir a una persona con misofonía. Si quieres ayudarlo, el primer paso es no quitarle importancia a la molestia que estos sonidos le generan.
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Intolerancia a la cola de caballo
Para que te hagas una idea de lo que siente una persona con misofonía, un estudio reciente concluía que estas personas sienten la misma molestia con alguien resoplando que la que tú sientes cuando hay un bebé llorando a gritos a tu lado.
Lo bueno de que por fin se reconozca la misofonía como un problema real es que se está investigando más sobre ello y cada vez se conocen más formas de terapia para ayudar a estar personas.
Si tienes cerca a una persona con misofonía, el primer paso es tener paciencia y no minimizar su problema. Si eres tú quien lo sufre, ahora ya sabes que no estás solo.
