¿Por qué deberías escuchar música en el gimnasio?

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¿Por qué deberías escuchar música en el gimnasio?

Hola, qué tal. Mido un metro noventa y actualmente peso un poco más de 100 kilos, así que llevo dos semanas metido en el gimnasio cinco días a la semana. Nada loco, unos 45 minutos de carrera (o elíptica o cualquier máquina de “movimiento” que no sea la bicicleta), y sin mi viejo compañero de fatigas, el iPod classic, no podría hacerlo. Una de las razones por las que bajar al gimnasio me motiva es, precisamente, la de currarme una lista musical interesante y, a poder ser, que tenga tantos picos y altos y bajos como los programas de las máquinas que todos utilizamos.

Ok, esto igual está quedando un poco “charla de un brasas”, pero son varios los estudios que han confirmado que el rendimiento es un 15% superior si uno se deja llevar por el ritmo. Sobre todo en el ejercicio cardio.

Claro está, no a todos nos gusta la misma música (hay poperos, hay metaleros, hay fans del electro… las posibilidades son infinitas), pero tengo la sospecha de que la que no gusta a nadie es la que ponen en los gimnasios. ¿O acaso ves a algún compañero de fatigas (nunca mejor dicho) que no lleve cascos?

Bueno, pues que sepas que la música es la mejor compañera que te puedas imaginar dentro del gimnasio. Hay una serie de factores innegables:

  1. Distrae del dolor y el esfuerzo (menor esfuerzo percibido)

Cuando escuchamos nuestra propia música mientras realizamos un ejercicio pesado nuestras mentes se distraen, y cuando hablamos de distracciones en el gimnasio normalmente no son buenas... sin embargo esta vez no es el caso.

A medida que la música crea información para que nuestro cerebro la procese, estamos un poco distraídos mientras entrenamos, lo que disminuye la atención en el esfuerzo percibido que uno ejerce. Como resultado, somos capaces de esforzarnos más fuerte y hacer una disociación del esfuerzo que estamos aplicando, lo que hace que incluso seamos más capaces de quemar más calorías.

     2. Mantiene el ritmo, sobre todo en el cardio. La zona motora de nuestro cerebro se estimula con el ritmo de una buena melodía. Como resultado de esto somos más eficaces en el tempo. Aplicar el esfuerzo del momento del ejercicio con el mayor ritmo musical ayuda a mantener una constante.

     3. La música correcta ayuda a alcanzar “flow”

La música por sí sola puede desencadenar recuerdos como facilidad (¿No es su mayor virtud?).

Cuando escuchas ciertas canciones llegas instantáneamente a una viva repetición de eventos que han ocurrido en tu vida, tanto positivos como negativos.

Los estudios muestran que seleccionar la música adecuada para escuchar cuando estamos en el gimnasio, la que te provoca recuerdos positivos, nos hace ser más resistentes.

    4. Elimina TODAS las distracciones que hay a tu alrededor en el gimnasio.

Auriculares encendidos, mundo apagado.

El uso de auriculares y escuchar música mientras se está entrenando reduce enormemente las distracciones de otros asistentes al gimnasio. Ya sean charlas o clases, tú a lo tuyo y a sudar.

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