Astronautas prueban la primera lechuga cultivada en el espacio
La Estación Espacial Internacional ha sido testigo de un hecho histórico que puede cambiar el futuro de los viajes espaciales: Los astronautas prueban la primera lechuga cultivada en el espacio.
La NASA lleva años tratando de dar respuesta a la pregunta que más dudas plantea de cara a la sostenibilidad de los viajes espaciales a los confines de la Galaxia: ¿Cómo alimentar a los astronautas? La respuesta, siempre ha estado en la autosostenibilidad, ya que llenar las naves de tuppers con lentejas es una chapuza inviable que poco tiene que ver con el estilo de la NASA. Pues bien, parece que al fin se ha encontrado la solución al problema, y todo gracias a Scott Kelly, el miembro del equipo de astronautas que plantó semillas el pasado julio en una operación que ha resultado ser todo un éxito: 33 días después las lechugas han crecido perfectamente en órbita en el espacio. Un hecho histórico que merecía un baquete especial...
Antes de probarla, el ingeniero espacial Scot Kelly tenía preparada su frase, un "Buen Provecho" que la verdad es que no suena nada cinematográfico en comparación con el famoso "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad". "Houston, tenemos ensalada" podría haber estado bien, pero lo importante es que el resultado ha sido un éxito, ya que la lechuga, aunque no tenga un aspecto especialmente apetecible, parece infinitamente mejor que el otro proyecto de la NASA centrado en la autosostenibilidad en los viajes más largos, para que los astronautas consuman sus propias heces, la otra cara de la alimentacón en el espacio. La cara apestosa.
Según el propio Scott, la lechuga está bastante buena, ya que sabe a rúcula, y tiene los mismos componentes nutricionales al tratarse de una lechuga terrestre aunque haya crecido fuera de nuestro planeta. Todo un éxito en la que ya es una de las ensaladas más importantes de la historia, con el ingrediente más especial de todos: La primera lechuga cultivada en el espacio.
