El gran villano del tenis va a recibir su merecido bajo unas más que peculiares condiciones: La ATP sorprende con su sanción a Kyrgios.
Nick Kyrgios no es como un tenista cualquiera. Apodado el "bad boy" de las pistas, hace un par de semanas sorprendía al mundo entero durante su partido frente a Wawrinka en el masters de Montrealcuando al acercarse a la red, ejecutaba la más letal de las voleas, pero no con su raqueta, sino con unas palabras que recogían los micros de pista: "Kokkinakis se ha acostado con tu novia. Siento decírtelo, colega". Unas palabras que le valieron numerosas críticas tanto de aficionados como de tenistas, abucheos tras su eliminación y una sanción inicial de 10.000 dólares.
Pero ahí no ha quedado todo, ya que la ATP acaba de confirmar, a través de su vicepresidente, Gayle David Bradshaw, que tras revisar los comentarios de Kyrgios a su rival, le va a imponer una sanción de lo más peculiar al someterla a condición: Otros 25000 dólares y una suspensión de 28 días siempre que no mantenga "buena conducta" hasta el 24 de febrero de 2016. Una advertencia al más puro estilo de un paternal "Sé bueno, Nick, o nos veremos obligados a castigarte", sin especificar a qué se refieren con esa "buena conducta". ¿Basta con no anunciar supuestas infidelidades a sus rivales o implica mantener la boca cerrada en todo momento para no soltar una sola palabra fuera de tono a los jueces o aficionados -dos de sus grandes especialidades- hasta febrero? El Vicepresidente de la ATP no lo ha especificado:
"Este incidente fue atroz y da una mala imagen a nuestro deporte. Nick ha expresado su pesar, y el mejor resultado sería que él aprendiera una lección de este incidente y que entienda que tiene que ser responsable, tanto en el circuito como con sus compañeros de juego, con sus acciones y sus palabras".
Ser responsable, algo que para el tenista australiano se plantea como todo un desafío. Pero lo que todavía no se ha resuelto a raíz de esas palabras que han levantado tantísimo revuelo en el tenis mundial es la veracidad de su confesión a Wawrinka, porque el cotilla morbosete que todos llevamos dentro empezó a fantasear desde el minuto uno con la posibilidad de que fuera verdad para ver cómo afectaba a una de las parejas más atractivas del tenis mundial.
La novia de Wawrinka, la tenista croata Donna Vekic, salía al paso con unas declaraciones al diario canadiense La Provincia: "No he hablado con Kyrgios, pero es muy decepcionante que una cosa así suceda en nuestro deporte. No es fácil, pero estoy tratando de concentrarme en el tenis y mi próximo partido", dijo, pero ni rastro de lo que de verdad esconde la terrible confesión de Kyrgios a Wawrinka. Ni lo confirma ni lo desmiente. No sabemos si porque es verdad o más bien porque los tenistas siempre han sido muy discretos. Excepto Kyrgios, claro. El gran "malote" de las pistas tendrá que portarse bien o le espera hacer frente a la multa de la ATP. En una semana empieza el Open de Estados Unidos. Estaremos muy atentos a los micrófonos a pie de pista. Y a Kokkinakis, claro. Menudo "tigre". De momento sólo ha intervenido la ATP, que sorprende con su sanción a Kyrgios.
