La final en que Agassi perdió por culpa de su peluca

La final en que Agassi perdió por culpa de su peluca.

En su biografía publicada hace años, "Open", la estrella del tenis Andre Agassi contaba todo tipo de secretos que sorprendieron a todos: Sus experiencias con el consumo de cristal, sus ataques de celos con su ex pareja, Brooke Shields, o el reconocer que se había dopado y como la Federación Norteamericana ocultó los positivos en los tests, todo un escándalo.

Pero sin duda, una de las más curiosas y que más sorprendió a todos, por lo ridícula que parece, es que, a principios de los 90, ante su incipiente calvicie, Agassi tenía tal complejo que jugaba con peluca, demostrando una vez más que, lejos de ese halo divino que rodea a los deportistas de élite, también son víctimas de la inseguridad.
En 1990 Andre Agassi era una joven promesa del tenis mundial, y como centro de atención, no soportaba la idea de estar perdiendo su larga melena rubia por miedo al que dirán. No soportaba la idea de ser una de las grandes estrellas del deporte y estar quedándose calvo, como si eso importara...

-"Menuda estupidez, ¡asúmelo como un hombre!"

La cuestión es que nadie lo sabía, todos creían que era su pelo natural y una vez iniciada la mentira creía firmemente tenía que seguir con ella hasta el final.
En Junio de 1990 el estadounidense llegaba a la final de Roland Garros. Su primera final de un Grand Slam ante el ecuatoriano Andrés Gómez en la que, además, Agassi era el claro favorito tras una deslumbrante exhibición a lo largo de todo el torneo. Con toda esa presión, Agassi era un manojo de nervios en el vestuario antes de comenzar el partido, así que, en su habitual ritual de colocarse la peluca sus manos temblorosas le jugaban una mala pasada y un crujido hizo saltar las alarmas. Al mirar, observó con terror que la peluca se había rasgado. Lejos de centrarse en lo verdadermente importante, la final que iba a disputar, entró en un ataque de pánico, tal y como reconocía en el libro:
"Por supuesto que pude haber jugado sin mi peluca. Pero después de meses de escarnio, críticas, burlas, ya estaba muy afectado. ¿La imagen lo es todo? ¿Qué dirían si supieran lo de la peluca? Gane o pierda, no hablarían de mi juego. Sólo hablarían de mi pelo. Puedo cerrar los ojos y casi escucharlos. Y sé que no podría soportarlo."

-Peluca de "Break"

En pleno ataque de histeria, envió a su hermano a buscar desesperadamente unos alfileres por las calles de París para tratar de arreglar el destrozo capilar como buenamente pudo. Su hermano lo conseguiría, pero la inestabilidad del improvisado "apaño" no se le quitaba de la cabeza. ¿Y si en medio del partido se le caía la peluca? El ridículo podía ser espantoso. Desconcentrado, y más pendiente de la "rata amarilla" que llevaba sobre su cabeza que del tenis, Agassi no dejó de cometer errores en un partido en el que parecía que estaba ido. El ecuatoriano se impuso al norteamericano "por los pelos" y ganaba así al gran favorito en una histórica final en que Agassi perdió por culpa de su peluca.