¿Ha llegado el momento de cambiar de método anticonceptivo? 5 señales de que deberías considerar cambiar de método

Los métodos anticonceptivos están pensados para evolucionar según tus necesidades personales, sexuales y de salud en general. Lo que funcionaba en la adolescencia puede no ser la opción adecuada a los 20, 30 o 40 años.

Esto se debe a que su método anticonceptivo suele estar basado en las circunstancias, que pueden necesitar ser reevaluadas periódicamente a medida que cambian.

¿La buena noticia? Su médico puede ayudarle a determinar el motivo por el que puede ser necesario un cambio y a determinar las mejores opciones de control de la natalidad que puede considerar.

Por qué puede ser una buena idea considerar el cambio de método

Hay varias razones por las que puede ser una buena idea plantearse cambiar de método. A algunas personas les resulta difícil o incómodo acordarse de tomar una píldora todos los días o introducir un dispositivo antes de mantener relaciones sexuales.

Pero para otras, la razón para cambiar puede ser que no les gusten los efectos secundarios, un cambio en el estado de salud o en la actividad sexual, que se planteen un embarazo en un futuro próximo o que ya no se planteen un embarazo.

En última instancia, la elección de un método anticonceptivo depende de tu salud, tu estilo de vida, tu personalidad y tus prioridades. Tienes un montón de opciones para elegir si tu método actual no es el adecuado.

Algunos de los métodos anticonceptivos más comunes, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), son:

  • métodos anticonceptivos hormonales como la píldora, el parche, la inyección, el implante y el anillo
  • dispositivos intrauterinos (DIU) hormonales y de cobre
  • métodos de barrera como el espermicida, el preservativo, el diafragma, el capuchón cervical y la esponja
  • anticoncepción de emergencia

Aquí tienes cinco razones para plantearte cambiar de método anticonceptivo.

1. Te resulta difícil recordar el uso de tu método actual o utilizarlo siempre

Si te resulta difícil tomar la píldora a la misma hora todos los días o utilizar preservativos u otro método de barrera de forma constante, puede que sea el momento de hablar con tu médico sobre un método que se fije y se olvide, como un DIU, un parche, una inyección, un anillo o un implante.

También conocidos como anticonceptivos reversibles de larga duración (LARC), el DIU y el implante son muy eficaces para prevenir el embarazo, y duran varios años, según el ACOG.

Además, ambos métodos son reversibles, por lo que si quieres quedarte embarazada o cambiar a un nuevo método, puedes quitártelos.

El DIU está disponible en una versión hormonal con progestina que está aprobada para un periodo de 3 a 7 años. El DIU de cobre, sin hormonas, puede permanecer hasta 10 años.

El otro método LARC recomendado a menudo por los expertos es el implante anticonceptivo. Se trata de una varilla diminuta y flexible que se introduce en la parte superior del brazo, justo debajo de la piel. El implante libera progestágeno y está aprobado para un máximo de 3 años.

Aunque no son tan duraderos como el DIU o el implante, la inyección, el parche y el anillo requieren menos trabajo que la píldora u otros métodos del mismo día como el diafragma, el espermicida o la esponja.

El parche se sustituye cada 3 semanas, mientras que la inyección requiere una visita a la consulta del médico cada 90 días. El anillo es un dispositivo que se introduce y se deja durante 3 semanas seguidas. También hay un nuevo anillo que dura 1 año.

Tanto el anillo como el parche pueden tener una semana de descanso para la menstruación, o puedes utilizarlos de forma continua y saltarte la regla. Es conveniente que hables con tu médico para decidir qué calendario es el adecuado para ti.

Recuerda que estos métodos no protegen contra las infecciones de transmisión sexual (ITS), por lo que es posible que tengas que seguir utilizando un preservativo.

2. Tu estado de actividad sexual ha cambiado

Si estás comenzando o terminando una relación monógama, es posible que tengas que cambiar a un método más consistente, a uno que proteja contra las ITS o a ningún método.

Los preservativos son muy eficaces para reducir la transmisión de las ITS. Por eso, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan utilizar un preservativo cada vez que se practique sexo oral, vaginal o anal. También es una buena idea usar uno si tú o tu pareja no os habéis hecho la prueba de una ITS.

Una vez que sepas que las ITS no son un problema, cambiar a un método anticonceptivo más duradero y constante, como la píldora, el parche, la inyección, el DIU o el anillo, puede ser más adecuado para una relación monógama.

Si estás planeando un embarazo en un futuro próximo, es probable que te plantees dejar tu método anticonceptivo.

La buena noticia es que la mayoría de los dispositivos anticonceptivos, independientemente de la duración y el tipo, no afectan negativamente a la capacidad de concebir después de dejar de usarlos, según una revisión y metaanálisis de 2018.

Dicho esto, el ACOG afirma que la inyección o la inyección anticonceptiva puede retrasar el embarazo hasta 10 meses después de dejar de aplicarla.

3. Tu estado de salud ha cambiado y estás tomando un anticonceptivo hormonal

Los métodos anticonceptivos hormonales combinados suelen ser seguros. Sin embargo, puede considerar la posibilidad de hablar con su médico si un cambio en su estado de salud incluye:

  • ser fumador
  • tener la presión arterial alta
  • entrar en una categoría de edad de mayor riesgo y tener ciertos riesgos de salud
  • desarrollar un coágulo de sangre
  • tener migraña con aura
  • tener el colesterol alto

Esto se debe a que los métodos combinados, como la píldora, el parche y el anillo, pueden aumentar el riesgo de sufrir un coágulo de sangre, hipertensión, infarto de miocardio e ictus, según el ACOG.

Además, su médico puede recomendarle que deje de utilizar un método hormonal si tiene cáncer de mama. Además, la píldora de progestágeno solo no se recomienda si tienes ciertas formas de lupus.

Si estás amamantando, es posible que quieras evitar un método que contenga estrógeno, ya que puede afectar a tu suministro de leche, según el ACOG.

A veces, el cambio de un método combinado a un anticonceptivo de sólo progestina es suficiente para minimizar los riesgos asociados a ciertas condiciones de salud.

Por ejemplo, las píldoras que sólo contienen progestina no aumentan el riesgo de hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares o accidentes cerebrovasculares, según el ACOG.

4. No te gustan los efectos secundarios de tu método actual

Los dolores de cabeza, las náuseas, los sangrados irregulares y los cambios de humor provocados por los anticonceptivos hormonales son habituales, sobre todo en los primeros meses, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

También lo son las infecciones o la irritación por el uso de espermicidas o preservativos. Los calambres y las hemorragias más abundantes son otros efectos secundarios del DIU de cobre que se suelen notificar y que a veces duran más de unos pocos meses.

Muchas de estas reacciones adversas desaparecen al cabo de unos meses. Pero si no estás contenta con el método o los efectos negativos continúan, es el momento de hablar con un profesional de la salud.

Tu médico puede sugerirte formas de tratar o controlar estos efectos secundarios. O puede recomendarte que cambies el DIU de cobre por el hormonal si tus menstruaciones son más abundantes de lo normal o tienes calambres.

Además, si los dolores de cabeza, los cambios de humor y las hemorragias irregulares son un problema, cambiar de un dispositivo anticonceptivo combinado con hormonas o sólo con progestágenos a un dispositivo anticonceptivo no hormonal puede ser la solución.

5. Ya no tienes pensado quedarte embarazada

Si ya no tienes pensado quedarte embarazada, es posible que quieras cambiar de un método a corto plazo a un dispositivo de mayor duración, como un DIU o un implante. Hay dos tipos de DIU: hormonal y no hormonal (de cobre).

El DIU hormonal es eficaz entre 3 y 8 años, dependiendo de la marca. Y el DIU no hormonal (de cobre) puede permanecer hasta 10 años, según el ACOG.

El implante evita el embarazo hasta 3 años.

En algunos casos, la esterilización permanente puede ser la opción adecuada. Las personas con testículos pueden optar por una vasectomía, mientras que la ligadura de trompas es el procedimiento adecuado si se tienen trompas de Falopio, según la FDA. Ambos métodos tienen una eficacia superior al 99% en la prevención del embarazo.

Preguntas que debes hacer a tu médico

Si tienes curiosidad por cambiar de método pero aún tienes muchas preguntas, una visita al médico puede ayudarte a tranquilizarte. Aquí tienes algunas preguntas que puedes hacer en tu próxima cita:

  • ¿Existen instrucciones especiales para dejar de utilizar mi método actual?
  • ¿Con qué rapidez hace efecto este nuevo método?
  • ¿Debo utilizar otro método anticonceptivo mientras tanto?
  • ¿Necesitará mi cuerpo tiempo para adaptarse cuando cambie de método?
  • ¿Qué debo saber sobre este nuevo método?
  • ¿Existen efectos secundarios que puedan ser perjudiciales?

Lo que hay que saber

Seguir con tu método anticonceptivo actual está bien siempre que te funcione. Pero si estás experimentando efectos secundarios adversos, tu estado de salud no es compatible o tus planes de embarazo están en el limbo, entonces podría ser el momento de cambiar.

No tienes que resolver esto por tu cuenta. Tu médico puede ayudarte a determinar qué es lo que no funciona y a encontrar un método que se ajuste mejor.

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